¿ANULA ROMANOS 14 EL SÁBADO Y LAS CARNES INMUNDAS?
Por Scott Ashley
Uno de los pasajes que se cita para eliminar la distinción entre carnes puras e impuras es Romanos 14. Además, se ha valido de este capítulo para afirmar que la observancia del Sábado ya no es obligatoria para los creyentes. ¿Será pues cierto que Romanos 14 «nos dice que todos los alimentos son limpios?, Examinemos lo que el apóstol Pablo escribió, para ver si tales conclusiones son válidas.
¿Cuál es el contexto?
Para entender lo que Pablo estaba escribiendo a un grupo mixto de creyentes judíos y gentiles en Roma, es necesario que analicemos estos versículos tanto en su contexto temático como en el histórico. Así, pronto podemos darnos cuenta de que el apóstol no se está refiriendo en absoluto a carnes limpias o inmundas; más bien, está tratando un tema completamente diferente, a saber, el vegetarianismo.
Esto resulta claro al leer el versículo 2: «Porque uno cree que se ha de comer de todo; otro, que es débil, come [sólo, en algunas traducciones] legumbres». En este contexto no se menciona nada acerca de carnes «limpias» o «inmundas». El asunto al que Pablo se refiere está relacionado con la actitud de algunos de los nuevos miembros de la Congregación («al débil en la fe», versículo 1) quienes estaban temerosos de comer carne en general y, consecuentemente, comían solamente vegetales, como se menciona en el versículo 2. El tema del vegetarianismo continúa en el versículo 6: «El que come, para YHWH come, porque da gracias a El Creador; y el que no come, para YHWH no come, y da gracias a El Creador». Resulta claro, pues, que había miembros de la Congregación que comían carne, y otros que sencillamente no la comían.
Ahora, ¿por que algunos habían decidido hacerse vegetarianos? Pablo no lo aclara. No obstante, las instrucciones que él da a la congregación de Corinto (1 Corintios 8) muestran mucha similitud con las contenidas en Romanos 14. El asunto con los corintios era de si se permitía comer carne que había sido ofrecida a ídolos, y el consejo que Pablo dio a los corintios es el mismo que dio a los romanos: No hacer nada que pudiera causar ofensa a un hermano en la fe.
Acerca de este versículo en Romanos 14, W. J. Conybeare (en su libro The Life and Epistles of St. Paul [La vida y las epístolas de San Pablo], página 530) hace notar que estos vegetarianos de seguro eran miembros que «se abstenían de comer carne en general, porque temían la posibilidad de comer (sin darse cuenta) carne que hubiera sido ofrecida a ídolos, o que de alguna otra manera fuera ceremonialmente impura (lo cual fácilmente podía suceder en un lugar como Roma)».
En virtud de que el vegetarianismo no es algo que está incluido en la ley de Moisés, parece que Pablo se refiere al mismo asunto en Romanos 14 y en 1 Corintios 8: ¿Es permisible que un creyente coma carne ofrecida a ídolos, aun en el caso de que esto cause ofensa a creyentes que son débiles en la fe? La respuesta del apóstol es la misma: No hay nada de malo con la carne misma, pero no es correcto comerla si eso es motivo de ofensa para otros (Romanos 14:13; 1 Corintios 8:9).
¿Qué diremos de Romanos 14:14, donde Pablo hace esta afirmación: «Yo sé, y confío en el Maestro Yeshúa, que nada es inmundo en sí mismo»? ¿Quiere esto decir que ya no hay distinción entre carnes limpias y carnes inmundas?
Palabras diferentes para ‘inmundo’
La palabra griega traducida aquí como «inmundo» es koinós, que significa «común» (Vine’s Expository Dictionary of New Testament Words [Diccionario explicativo de las palabras del Nuevo Testamento, de Vine], artículo «inmundo»), o ceremonialmente impuro. Esta misma palabra (y también en su forma de verbo koinoo que significa «ensuciar» o «profanar») se usa en Marcos 7:2-23, donde el tema claramente es la «impureza» ceremonial, pues los discípulos comieron sin antes haberse lavado las manos. (Algunos se valen también de este pasaje en Marcos para decir que Yeshúa abolió toda distinción entre alimentos puros e impuros; sin embargo, el contexto deja claro que el tema es la impureza ceremonial debido a que los discípulos no se habían lavado las manos.) Es fácil verificar que koinos y su forma de verbo koinoo se usan a lo largo del Nuevo Testamento con relación a la impureza ceremonial, no a los tipos de carne inmunda mencionados en el Antiguo Testamento.
En el Nuevo Testamento, para referirse a las carnes inmundas se usa un vocablo griego diferente: akathartos. En la versión de los Setenta (la versión griega del Antiguo Testamento que estaba en uso en tiempos de Pablo), se usa la palabra akathartos para designar las carnes impuras que se anotan en Levítico 11.
Ambos vocablos, koinos y akathartos, se usan en la descripción que se hace de la visión que tuvo Pedro del lienzo en el cual había muchas clases de animales (Hechos 10). El mismo Pedro hizo distinción entre los dos tipos de «inmundicia» al usar los dos vocablos en Hechos 10:14. Después de que se le dijo: «Mata y come», Pedro respondió: «Ninguna cosa común [koinos] o inmunda [akathartos] he comido jamás». Casi todas las traducciones hacen distinción entre los significados de estas dos palabras que se usan aquí.
Cuando Pablo, en Romanos 14:14, dijo: «Yo sé . . . que nada es inmundo [koinos, que significa ‘común’
o ‘ceremonialmente impuro’]», estaba diciendo lo mismo que dijo en 1 Corintios 8: Que el hecho de que animales limpios fueran sacrificados a los ídolos no hacía su carne inapropiada para el consumo del hombre. Como se puede ver en el contexto, Pablo no se estaba refiriendo en ninguna forma a las restricciones dietéticas que se encuentran en el Antiguo Testamento.
En el versículo 20, el apóstol declara que «todas las cosas a la verdad son limpias». La palabra traducida como «limpias» eskatharos, que significa «libre de ingredientes o mezclas impuros, sin defecto o mancha» (Vine’s Expository Dictionary of New Testament Words [Diccionario explicativo de las palabras del Nuevo Testamento, de Vine], artículo «limpio»). El tema de las carnes «limpias» no se trata en el Nuevo Testamento, de modo que no hay una palabra que se aplique específicamente a ellas. La palabrakatharos se usa para describir toda clase de limpieza y pureza, incluso platos «limpios» (Mateo 23:26), cuerpos «limpios» (Juan 13:10), ropa «limpia» (Apocalipsis 15:6; 19:8, 14), religión «pura» (Santiago 1:27), y oro «puro» y vidrio «limpio» (Apocalipsis 21:18), además de otras cosas.
Es necesario notar que en ambos versículos, Romanos 14:14 y 14:20, la palabra comida o carne no se encuentra en el texto griego; es decir, no se menciona ningún objeto específico. El sentido de estos versículos es simplemente que «nada es inmundo [koinos: común, ceremonialmente impuro] en sí mismo» y que «todas las cosas a la verdad son limpias [katharos: libre de impurezas, sin mancha o falla]».
No hay nada inmundo en sí mismo
Una vez más podemos ver que Pablo no está refiriéndose aquí a carnes limpias o inmundas, sino a comida que podía haber sido ofrecida a ídolos y que, por consiguiente, sería considerada inapropiada como alimento por algunos miembros de la Congregación. Lo que Pablo quiere dejar claro aquí es que cualquier asociación de comida con ceremonias idolátricas no altera en nada, por ese hecho, sus propiedades como alimento.
¿Qué diremos del sábado? Cuando Pablo dice: «Uno hace diferencia entre día y día; otro juzga iguales todos los días» (vers. 5) y «el que hace caso del día, lo hace para YHWH» (vers. 6), ¿quiere decir que no hay diferencia entre el sábado y los otros días, o que estamos en libertad de escoger cualquier día que nosotros queramos observar, como algunos lo afirman?
Para llegar a una conclusión así, uno tendría que inventarla, ya que el sábado no se menciona en ninguna forma en estos versículos. De hecho, las palabras sábado, día santo o fiesta no figuran en toda la epístola. Aquí se hace referencia simplemente a «días», no al sábado ni a las fiestas.
¿Qué «días», pues, son estos que Pablo menciona? Una vez más debemos buscar en el contexto. En los versículos 2 y 3 el apóstol habla claramente acerca del vegetarianismo, y continúa con el tema en el versículo 6 («El que come . . . y el que no come») y luego en el versículo 21 («Bueno es no comer carne . . . ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda»). ¿Por qué escribe acerca de «días» en los versículos 5 y 6, inmediatamente después de que en los versículos 2 y 3 habla sobre diferencias entre vegetarianos y quienes comen carne? No existe ninguna conexión bíblica entre el sábado y el vegetarianismo. Estos versículos tienen que sacarse de su contexto para poder afirmar que Pablo está hablando acerca del sábado y las fiestas de El Creador.
Con respecto a este pasaje, el Expositor’s Bible Commentary (Comentario bíblico para expositores) dice: «La estrecha asociación del contexto con el comer, sugiere que Pablo tiene en mente la observancia de un día especial, un tiempo señalado específicamente para festejar o para ayunar». Al parecer, Pablo está hablando de uno o más días festivos romanos, durante los cuales se hacían banquetes, o se ayunaba, o se abstenía de ciertos alimentos.
En relación con el argumento de que este pasaje muestra que el sábado no es diferente de los demás días, el Dr. Samuele Bacchiocchi hace la siguiente declaración: «Pablo aplica el principio básico ‘lo hace para YHWH’ (14:6) solamente en el caso de ‘el que hace caso del día’. Nunca dice lo opuesto; es decir, ‘el que juzga iguales todos los días, lo hace para YHWH’.
«En otras palabras, con relación a la dieta, Pablo enseña que uno puede honrar al Señor ya sea comiendo
o absteniéndose (14:6), pero con relación a los días, ni siquiera acepta que la persona que considera todos los días iguales lo hace para YHWH. Así, Pablo difícilmente da su apoyo a quienes estiman todos los días iguales».
El Dr. Bacchiocchi continúa: «Si, como generalmente se ha supuesto, el creyente ‘débil’ era el que observaba el sábado, Pablo se habría considerado a sí mismo ‘débil’, ya que observaba el sábado y las otras fiestas judías (Hechos 18:4, 19; 17:1, 10, 17; 20:16).
«Sin embargo, Pablo se considera a sí mismo ‘fuerte’ (‘los que somos fuertes’, Romanos 15:1). Así, al hablar de la preferencia entre días, difícilmente podría haber estado pensando en la observancia del sábado.
«Otra prueba de esta conclusión la proporciona el consejo de Pablo: ‘Cada uno esté plenamente convencido en su propia mente’ (14:5). Resulta difícil pensar que Pablo pudiera reducir la observancia de días santos, como el sábado, la Pascua y Pentecostés, a un asunto de convicción personal, sin siquiera explicar las razones para ello. Y resulta más sorprendente aún debido a que se esfuerza en gran manera en explicar por qué la circuncisión no es obligatoria para los gentiles» (Samuele Bacchiocchi, The Sabbath in the New Testament [El sábado en el Nuevo Testamento], página 119).
En resumen
Para resumir, el contexto deja bien claro que, en Romanos 14, Pablo habla acerca del vegetarianismo, no de las carnes limpias o inmundas. Su consejo a la congregación de Roma es el mismo que dio a los corintios en 1 Corintios 8, lo que indica que muy probablemente estaba tratando el mismo tema: Si los miembros de la Congregación debían o no evitar las carnes que hubieran sido usadas en ceremonias idolátricas.
El sábado y las fiestas no se mencionan en ninguna parte de la carta de Pablo a los romanos. Los días que se mencionan aquí están claramente relacionados con la abstinencia de carne, lo cual indica que eran observancias romanas y nada tenían que ver con los días de adoración que El Creador manda observar.