Siendo que la mayoría de los creyentes mesiánicos hoy día provienen del cristianismo tradicional, es una realidad que muchos retienen los conceptos del llamado «bautismo» de la cristiandad. «Bautismo» es una palabra griega (baptismós) que simplemente significa «inmersión.» Pero en la actualidad se le ha adjudicado a esta palabra el significado de «ceremonia de iniciación a la iglesia.» Por eso en los medios mesiánicos más conservadores (y en el judaísmo tradicional) no se usa la palabra «bautismo», porque ésta ha cambiado de significado a través de los siglos.
En la fe hebrea la inmersión pude tener muy diversos propósitos y puede realizarse en muy diversas ocasiones, y muchas veces, no solamente una vez. Cuando el Rabino Shaúl (Pablo) habla de «una fe, una inmersión…» (Efesios) está refiriéndose obviamente a la inmersión que se hace por conversión, cuando una persona entra a unirse a la fe mesiánica. Pero el mismo Shaúl habla en otro lugar de «inmersiones» en plural:
1 Por eso, dejando aparte la enseñanza elemental acerca del Mesías, elevémonos a lo perfecto, sin reiterar los temas fundamentales del arrepentimiento de las obras muertas y de la fe en Elohim; 2 de la instrucción sobre los bautismos y de la imposición de las manos; de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. (Hebreos 6:1,2 Biblia de Jerusalén)
La traducción correcta del griego en este caso es «las inmersiones.» Y note que el autor de la carta a los Hebreos usa la palabra en plural cuando menciona las enseñanzas elementales que debemos superar. O sea, que en la comunidad mesiánica primitiva se practicaban y se enseñaban diversos tipos de inmersiones, igual que en el judaísmo tradicional. ¿Cuáles son, y cómo se realizan? La manera de realizar la inmersión hebrea depende del tipo de inmersión que se quiera hacer, depende del motivo, como sigue:
1. Inmersión para purificación. Cuando la persona ha tocado un cadáver humano, o de un animal inmundo, o se ha contaminado por alguna de las cosas que impurifican según la Toráh, se sumerge en un mikvé para purificarse ritualmente. Antes de recibir el Shabat los más observantes se sumergen en el mikvéh para purificarse ritualmente. En la tradición judía se recomienda construir un mikvéh antes de construir una sinagoga. Cuando no hay un mikvéh en la Sinagoga, una piscina, o un río, o incluso la playa puede ser un mikvéh kashér. En esta inmersión la persona se mete sola en el mikvéh, y se sumerge ella misma, desnuda, después de hacer la bendición correspondiente:
Barúkh atá Yhwh Elohénu, mélekh ha olám, asher kiddeshánu bemitsvotáv, vetsivánu al teviláh. (Bendito eres Yhwh nuestro Poderoso, Rey del universo, que nos santificas con tus mandamientos y nos mandas sobre la inmersión.)
2. Inmersión por nuevo nacimiento. De igual manera. No se confunda el nuevo nacimiento hebreo con la conversión. La conversión es sólo una de las maneras en que se nace de nuevo; hay muchas otras.
3. Inmersión para dedicación. De igual manera. Esto se refiere a dedicarse a una obra en particular, un ministerio, un sacerdocio, un apostolado, una misión, un profesorado, etcétera.
4. Inmersión por conversión. En esta inmersión se requieren tres testigos (generalmente un Bet Din, compuesto de tres Ancianos). Por modestia, entre nosotros se acostumbra que la persona esté vestida (entre los Ortodoxos tiene que estar desnuda, sólo ante testigos del mismo sexo). La persona hace la bendición correspondiente, y se sumerge ella misma en el mikvé. Entre los tradicionales se acostumbra que uno de los testigos le pone la mano sobre la cabeza para cerciorarse de que la persona se ha sumergido totalmente; esto parece ser una buena práctica, pero no es necesariamente indispensable.
—Editor