Los “Testigos de Jehová” y el Nombre Divino
Hace un tiempo recibí una carta de un lector de Colombia, donde pedía mi opinión sobre la posición de los Testigos de Jehová en cuanto al nombre «Yahwéh.» Me acompañó copia de una página de la revista La Atalaya donde defienden ellos la forma «Jehová» contra «Yahvéh.» Mi respuesta a dicha carta fue la siguiente (aunque un poco ampliada ahora):
Gracias por la copia de la página de La Atalaya. Los dirigentes de los Testigos de Jehová, por supuesto, están comprometidos a defender el nombre Jehová porque les cuesta mucho aceptar que están equivocados. Por eso rebuscan citas de cualquier erudito que los apoye. De hecho, hay eruditos que han apoyado ese nombre pero son muy pocos y generalmente son personas de varios siglos pasados, cuando el conocimiento de este tema no estaba muy desarrollado. Ellos citan al erudito hebreo Gesenio, por ejemplo, pero Gesenio se equivocó en varias cosas. Yo tengo su diccionario de Hebreo y puedo ver sus errores.
Fíjese que el artículo de La Atalaya que me envió termina diciendo que “al fin y al cabo la pronunciación Jehová no es tan monstruosa.” ¡Claro!, ¡caballero!.. no es “tan” monstruosa; o sea, que ellos están diciendo que puede ser monstruosa pero “no tanto.” Ni siquiera me atrevo a repetir el epíteto “monstruosa” con relación a la palabra Jehová, por respeto a mis amigos, pero si vamos a ser “tan” técnicos como es La Atalaya en “tantas” cosas; y si vamos a ser “tan” exigentes con la verdad como son ellos en tantas otras cosas, entonces una palabra que es sólo un poco “monstuosa” no debería tener cabida en nuestras enseñanzas.
¿Cuántas sílabas?
Es fácil demostrar por la Biblia Hebrea que el Tetragrama tiene que ser de DOS sílabas y no de tres como dice La Atalaya. El Dr. Alonso Shokél, especialista en hebreo bíblico, lo ilustra en su libro Traducción Bíblica: Lingüística y Estilística. En ese libro él hace un excelente análisis de la métrica y el ritmo de la poesía hebrea. Cita por ejemplo el Salmo 92:2, donde dice:
“Tov lehodót leYahwé lezammér lesimkhá éliyón.”
Ahora, dividamos eso en sílabas:
Tov le-ho-dót le-Yah-wé le-zam-mér le-sim-khá e-li-yón.
Cualquiera puede verlo. La palabra “leYahwéh” significa “a Yahwéh,” pero en hebreo el prefijo “le” es parte inseparable de las palabras. Así que cuando la palabra «leYahwéh» se divide en sílabas, quedan tres sílabas, incluyendo el prefijo “le”. Por lo tanto el Nombre Divino TIENE que consistir de dos sílabas, porque si fuera de tres sílabas se rompería el ritmo de la poesía. Trátelo y verá cómo se rompe claramente el ritmo y la métrica poética del pasaje bíblico:
“Tov le-ho-dót le-Ye-ho-va le-zam-mér le-sim-khá e-li-yón,”
Y esto es un sólo ejemplo. Además, en el Diccionario Bíblico del Dr. Ausejo se encuentra evidencia de que los escritores cristianos griegos de siglos muy antiguos, como Clemente y Orígenes entre otros, dijeron que en sus días los judíos llamaban al Creador (y lo escribieron así en griego): “Iaué” y “Iabé.” Usted puede buscar bajo la palabrea Yahvéh. Los Samaritanos, que hasta el día de hoy preservan el hebreo antiguo, y que tradicionalmente no han aceptado la prohibición judía, hasta el día de hoy dicen “Yahwéh.”
Pero no hay que ir tan lejos como Samaria, los mismos Testigos dicen lo siguiente en la introducción de su Nuevo Testamento interlineal:
“Aunque nos inclinamos a considerar la forma Yahweh como la más correcta, nos adherimos a “Jehovah” por ser más conocida desde el siglo 14.”
Usted puede comprobar esto cotejando el Interlineal de ellos; cualquier Testigo se lo puede conseguir si no lo tiene. (Está en inglés solamente). Además, los judíos son quienes más saben del idioma hebreo, que es su idioma, y han sido custodios de las Escrituras Hebreas por siglos. Y ellos dicen en la Enciclopedia Judaica que “la pronunciación del Nombre Divino nunca se perdió,” y citan a los mismos escritores griegos que le mencioné, para mostrar que la pronunciación correcta es “Yahwéh”.
Parece que los católicos han sido más honrados en cuanto a esto que los protestantes y los Testigos. Los católicos saben que fueron monjes católicos quienes inventaron la palabra “Jehová” y por eso la cambiaron más tarde en sus nuevas traducciones de la Biblia. La antigua versión católica de Scío de San Miguel, llamada ahora Versión Torres Amát, usaba la forma Jehová. Pero las traducciones después de esa abandonaron esa forma y ahora usan Yahvéh. Vea estas citas de los Testigos en su libro Santificado sea tu nombre:
“El Creador del universo primeramente reveló su nombre al hombre en lo que ahora se llama el hebreo. Por esa razón tenemos que regresar a las Escrituras Hebreas para aprender cuál es su nombre.” (Pág. 13)
(Estoy de acuerdo.)
“Los signos vocales que ahora se usan en copias hebreas de las Santas Escrituras fueron inventados posteriormente, y llegaron a usarse por primera vez en el siglo siete de nuestra era común. En armonía con la práctica que se había desarrollado entre los supersticiosos, los signos vocales para Elohim o para Adonay fueron insertados en los lugares acostumbrados del texto para advertir al lector hebreo que dijera esas palabras en vez del nombre divino. Por medio de combinar esos signos vocales de advertencia con el Tetragrámaton se formaron las pronunciaciones Yehowih y Yehowah.” (pág. 17:0)
(Estoy de acuerdo.)
“Toda la evidencia disponible indica que clérigos católicos romanos introdujeron esa pronunciación.” (pág. 17:1)
(Estoy de acuerdo.)
¡Interesante!… Si los clérigos católicos romanos fueron quienes “introdujeron esa pronunciación” (Jehová), entonces esa pronunciación no existía en tiempos anteriores a esos clérigos. Y la verdad es que los judíos nunca pronunciaron ese nombre de esa manera. Las vocales, “e” “o” y “a”, fueron añadidas como una advertencia “para advertir al lector hebreo que dijera esas palabras” (Adonáy o Elohím) “en vez del nombre divino.”
¡SI LOS MISMOS TESTIGOS LO DIJERON! ¿Por qué cambiaron después a defender tercamente la forma Jehová? Me da la impresión de que la razón es que han visto que los defensores de Yahwéh han aumentado mucho y están llevando la delantera en dar a conocer al mundo el verdadero Nombre, y los Testigos, en vez de corregirse y rectificar, se han puesto celosos, y quieren ahora defender lo indefendible.
A los judíos tradicionales de hoy día no les interesa refutar a los Testigos porque esos judíos prefieren que la gente diga “Jehová” y no que diga “Yahwéh.” ¿Por qué? Porque ellos saben que Jehová NO es el Nombre Divino. Mientras la gente diga Jehová los judíos tradicionales están tranquilos, porque saben muy bien que ese no es el Nombre. Pero cuando nosotros decimos Yahwéh, ellos se molestan, no quieren que esto se sepa, porque saben que ese ES el Nombre y no quieren que nadie lo pronuncie, debido a la idea supersticiosa de que pronunciar ese Nombre es profanarlo. ¿Qué más evidencia queremos?
Interesantemente, el himnario en español de la Iglesia de Dios Universal, (la iglesia del caballero que me escribió) con la aprobación del Sr. Armstrong, usa muchas veces (aunque no siempre) el nombre Yahvéh. Tengo una copia de ese himnario y lo aprecio por eso.
A propósito, yo acepto también la forma Yahvéh porque la Waw hebrea se puede pronunciar de las dos maneras, como “u” o como “v”. Por eso la letra “w” es el mejor equivalente de la waw hebrea en español porque también se puede pronunciar de las dos maneras. De hecho la “W” se llama “doble u,” y también se llama “doble v.”
Luego, el artículo «¿Jehová, o Yavé?», de La Atalaya del 1 de febrero de 1999, sigue diciendo:
«Una pronunciación bisílaba del Tetragrámaton, como Yavé, no permitiría que la vocal o formara parte del nombre divino. Pero este aparece incorporado en decenas de sustantivos bíblicos con la vocal intermedia, tanto en la forma completa como en las abreviadas; sirvan como ejemplos Jehonatán y Jonatán.»
El autor cita a un escritor cristiano Metodista, George Buchanan, en apoyo de su teoría. Porque para los Testigos, todos esos cristianos son parte de Babilonia, «el Imperio Mundial de Religión Falsa,» pero cuando les conviene los citan para su beneficio.
Bueno, vamos a ver por qué los nombres como Yehonatán en la Biblia Hebrea no prueban que el Nombre Sagrado sea trisílabo.
Antes de nada, según la cita de La Atalaya, el Sr. Buchanan dice que «‘Yehonatán’ significa ‘Yaho o Yahowah ha dado’.» Y yo pregunto: Si el Sr. Buchanan es tan autorizado, ¿por qué los Testigos no usan la forma «Yahowah», que es la que el Sr. Buchanan propone? Buchanan no dice que el nombre es «Jehová» sino «Yahowah», con «a» y con «w», como lo usamos nosotros en «Yahwéh.» Pero los Testigos se empeñan en insistir en que es «Jehová».
Se equivocan quienes dicen que la forma bisílaba del Nombre era «Yaho» y no «Yahwéh.» Yaho nunca se usó en Israel como un nombre completo sino siempre como una abreviatura del Nombre en nombres compuestos. Ningún nombre hebreo compuesto con el Nombre Divino usa la forma completa del Nombre. Nunca se ven nombres como «YahwehShúa» o «YahwehShafát.» Eso no existe en hebreo.
El Nombre Divino se abrevia «Yáho», como en Yahoshafát, cuando va al principio de la palabra y «Yáhu» cuando va al final de la palabra, como en «Eliyáhu.» La letra hebrea Waw tiene ambos sonidos, de «u» y de «o». Cuando se dice «Yaho» esa «o» es la waw hebrea; y cuando se dice «Yahu» esa «u» es la waw hebrea. Pero no puede tener los dos sonidos en la misma posición en la palabra. Si uno dice «Yaho-wah» está pronunciando la waw dos veces, primero como «o» y luego como «w»; eso no es correcto. En ese caso lo correcto sería «Yahóa» o «Yahúa», pero esto no es correcto, y nunca se usa así en las Escrituras Hebreas.
¿Por qué se dice en las Escritas Hebreas «Yahoshafát»? No hay misterio en eso, simplemente porque ese es el uso en hebreo. La Biblia Hebrea nos muestra que el Nombre Divino no se puede usar completo en combinación con otro nombre para nombrar a una persona humana. Hay que abreviarlo a «Yahu» o a «Yaho.» Eso es un hecho. Pero no es prueba de que el Nombre, cuando se usa solo, como apelativo del Creador, sea trisílabo. El Nombre Divino es una combinación de la palabra hebrea hayáh y la palabra hawáh. Ambas tienen el significado de «ser» y «vida,» y ambas son del género femenino. El nombre de Eva en hebreo es Jawáh, que significa «la viviente.» De modo que si el Nombre Divino pudiera ser femenino, sería Yahwáh. Pero en la Biblia siempre se identifica al Creador con el género masculino, todos sus atributos y títulos, y sus verbos relacionados, están en género masculino. Por lo tanto la parte final del nombre no puede ser «wa» ni «vah», tiene que ser «weh» o «veh», que es la forma del género masculino en hebreo.
En cuanto a la primera parte del Nombre, el Salmo 68:4, y otros, nos muestra que es «Yah» y no «Yeh», y está vocalizado con «a» en el Texto Masorético. De hecho, aun en el hebreo moderno, en el Sidúr, se usa el nombre Yah con referencia al Creador, porque los Rabinos prohíben pronunciar o escribir el Nombre Divino completo, pero no su forma corta Yah.
Así que la forma «Jehová» está descalificada por cuatro razones:
1) porque usa la «J», que no es un equivalente correcto de la «yod» hebrea;
2) porque usa la vocal inical «e»; cuando el Salmo 68:4 nos enseña que es la «a»;
3) porque usa la terminación femenina «va», cuando Éxodo 15:2 nos enseña que el Creador se manifiesta a los humanos como varón y no como hembra; y
4) porque elimina la «h» final, que es parte del Tetragrama (aunque en inglés la conservan).
¿Y por qué el Texto Masorético vocaliza «Yehoshafát» con «e» y no con «a»? La razón es obvia cuando aprendemos sobre el afán de los Masoretas por ocultar la pronunciación del Nombre Divino. Sin embargo, tenemos evidencia de que en varios escritos extrabíblicos se escriben con «ya» algunos nombres que en el Texto Masorético se escriben con «ye.» Como el personaje bíblico que se llamaba «Yehú,» que en ciertos fragmentos su nombre se escribe «Yahú.»
Recientemente tuve correspondencia con una autoridad de los Samaritanos en Israel sobre el Nombre Divino. La opinión de los samaritanos es importante porque ellos tradicionalmente no han aceptado la prohibición rabínica de pronunciar el Tetragrama, así que han conservado intacta la pronunciación antigua del Nombre. A raíz de una artículo que leí de ellos en el que el autor favorecía el abstenerse de pronunciar el Nombre, le escribí a su líder principal, Osher Sasoni, lo siguiente:
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Estimado señor:
Leí el artículo «¿Cómo los israelitas samaritanos pronuncian el nombre de Dios? por: Benyamin Tsedaka. Quedé muy decepcionado. Toda la evidencia de los antiguos Samaritanos señala hacia la pronunciación «Yahwéh.» Ahora, la pregunta es: ¿están ustedes avergonzados del gran Nombre de nuestro Padre? Los profetas de la antigüedad escribieron, pronunciaron y alabaron el nombre de Yahweh, ¿por qué no pueden ustedes hacer lo mismo?
Gracias.
Yosiyahu
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Y esto fue lo que me contestó el señor Sassoni:
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Estimado señor:
El nombre de Dios se escribe exactamente como usted lo ha escrito. Con el fin de preservar la santidad del nombre, nosotros lo pronunciamos como «Shema». También la tradición judía decidió decir «Adonay» en lugar de usar «Yahwa»
Gracias,
Favor de actualizar mi email: [email protected] o [email protected]
Sinceramente,
Osher Sassoni
www.The-Samaritans.com
www.thesamaritanupdate.com
[email protected]
Icq #35551311#
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Nótese lo siguiente de este líder Samaritano:
1. Primero dice que el nombre se escribe “exactamente” como lo escribí en mi carta (Yahweh).
2. Luego vemos que los Samaritanos han sucumbido finalmente a la tradición rabínica de sustituir el Nombre Divino por otra palabra común.
2. Finalmente, vemos que al escribir el Nombre, el señor Sassoni, deliberadamente lo escribe “Yahwa”, para evitar escribirlo “exactamente” como se escribe (a menos que haya sido un error involuntario). Sin embargo en otros escritos samaritanos he visto el Nombre escrito muchas veces como “Yahweh.”
De manera que este testimonio de las autoridades samaritanas confirma nuestra posición sobre la pronunciación antigua y correcta del Nombre Divino.
Yosiyahu