¿Por qué el Creador los permite?
1. Muchos están perplejos por las extrañas contradicciones que abundan en el mundo. Observamos dos principios opuestos que operan por doquier en la naturaleza. Mientras uno busca restaurar, regenerar, y bendecir, el otro tiende a degradar, romper y destruir. Por un lado observamos a un Artista Maestro que adorna los campos y los jardines con flores de magníficos colores, delicadas formas y fragantes aromas; que refresca la tierra con el rocío y la lluvia, que llena el mundo de alimento para el hombre y las bestias; y que dispensa bendiciones mediante mil y un canales. Por otro lado vemos agencias destructivas que constantemente ejercen su malévolo poder: una plaga de insectos destruye nuestra vegetación, un tornado devasta ciudades y poblados, y pestilencias arrebatan la vida a millones.
2. También observamos dos influencias opuestas que trabajan en el hombre. Una tiende a elevar, refinar y ennoblecer, mientras la otra rebaja, degrada y pervierte. Notamos que algunos hombres son generosos, bondadosos y veraces, mientras que otros son egoístas, engañosos y viles. Pueden verse lado a lado las rosas y las espinas, el gozo y el sufrimiento, la esperanza y la desesperanza, la salud y la enfermedad, la vida y la muerte. Desde el punto de vista meramente humano, parece difícil explicar este fenómeno extraño y conflictivo y este desconcertante dualismo. Por eso muchos se inclinan a preguntar: «¿Será posible que el Creador, quien es justo y bueno, haya creado algo que es tan malo? ¿Es acaso él responsable por esta mezcla de contradicciones? ¿Es el benévolo Creador el autor también de todo el dolor, la miseria, la contienda y la guerra que abunda en todas partes del mundo?
Luz sobre el asunto
3. Las Sagradas Escrituras, y la antigua tradición hebrea, arrojan luz sobre estas desconcertantes preguntas. Estudiemos el libro del Génesis, el libro de las primeras causas, para hallar las respuestas a estos inquietantes problemas.
Después de haber creado el mundo en seis días literales, se dice del Creador:
*«El Poderoso vio todo lo que había hecho, y he aquí, era muy bueno.» Génesis 1:31 (H)
Cuando el escrutador ojo del Creador contempló su obra culminada, no detectó ninguna falta, no observó ningún defecto que pudiera deslucir su perfecta armonía. A los ojos del Sostenedor y Diseñador Maestro de todas las cosas, este mundo no era meramente tov (bueno), sino tov me’ód (muy bueno). Tan hermosa era esta tierra cuando salió de las manos de su Hacedor, que «las estrellas de la mañana cantaron a una, y todos los hijos de Elohim gritaron de gozo.» Job 38:7 (J).
El Desafiador identificado por nombre
4. El primer hombre y la primera mujer que formó el Creador reflejaban la perfección entonces visible en todas partes de la naturaleza. «El Poderoso hizo al hombre recto.» Eclesiastés 7:29 (J). En Génesis capítulo 3 leemos que la serpiente fue el medio usado para engañar a nuestros primeros padres y llevarlos a transgredir el sencillo mandamiento del Poderoso. Así por su desobediencia el hombre acarreó tristeza, sufrimiento, dolor y miseria en el mundo.
¿Quién es la verdadera «serpiente» que indujo al hombre al pecado? Las Escrituras enseñan que ése es nada menos que el Satán, quien desafía a todo el mundo para que elijan pecar. La palabra hebrea «satán» significa «desafiador.» A través de toda la Escritura el Satán se revela como el que desafía al hombre para que elija pecar.
Moisés Maimónides, en su obra Guía para los Perplejos, dice:
«Otro notable comentario midráshico de nuestros sabios es el siguiente: ‘La serpiente tenía un jinete…y fue el jinete quien engañó a Eva.» Samael es el nombre que generalmente nuestros sabios aplican al Satán…El más grande odio existe entre la serpiente y Eva, y entre su linaje y el linaje de ella; siendo su linaje indudablemente también el linaje del hombre.» Página 217 (Traducción de M. Friedlander, segunda Edición, completamente revisada. Routledge y Kegan Paul, Ltd.Londres: 1951).
Según la Enciclopedia Judía, vol. 11, p. 69, col. 2, art. «Satan», algunos sabios talmúdicos enseñaban que «Samael, el señor de los satanes, era un poderoso príncipe de los ángeles en el cielo (Génesis Rabáh, 19),» y que fue creado y no es eterno.» Además: «La serpiente de Génesis 3 se identifica con el Satán,» y «el Satán es el archienemigo del Mesías.» Idem, p. 70, col. 2.
5. Hay quienes niegan la existencia del Satán sobre la base de que nunca lo han visto. Pero, de hecho, las más grandes fuerzas en la naturaleza son invisibles. Novemos la electricidad, el aire, la gravitación, el calor ni el frío; pero sabemos que existen por las cosas que hacen, porque todos hemos percibido y sentido el efecto de esas fuerzas. Aún así, aunque es verdad que no hemos visto al Satán, podemos SABER que existe POR LO QUE HACE. De igual manera, y por medio de las revelaciones, de las Sagradas Escrituras, uno explica el origen del conflicto entre las fuerzas del bien y del mal que se lleva a cabo ahora en nuestro corazón. Uno desea hacer lo correcto pero descubre que hay otro poder dentro de uno que lo impele a hacer lo malo, y que deliberadamente arrastra a uno hacia abajo. Ese poder que nos impulsa a pecar es nuestra inclinación al mal, que en hebreo se llama yétser hará. Pero el Satán nos engaña para hacernos creer que lo malo es bueno.
El origen del Desafiador
6. ¿De dónde vino el Satán, y cuál es su origen e historia? ¿Es un espíritu, una sádica criatura mefistofélica, como lo pinta la superstición popular, con cuernos, pezuñas, un trinche, y cola con punta? Siendo que el Creador hizo solamente lo que es bueno, ¿cómo podemos explicar la existencia del Satán? Si es verdad que él lo creó así, ¿podemos pensar que el Creador es responsable por todo el mal que existe en el mundo?
7. Las Escrituras nos informan que el Satán es un ser real, creado por el mismo Creador que creó todas las cosas.
La antigua tradición hebrea, basada en las Escrituras Hebreas, enseña que el Creador hizo todas las cosas en opuestos. Él hizo la vida y también la muerte. Deuteronomio 30:15,19
* “Mira, yo pongo delante de ti en este día la vida y la prosperidad, la muerte y la adversidad … escoge la vida.”
¿Es el Satán un ángel del Eterno?
8. El judaísmo tiende a referirse a los ángeles como «ángeles Ministradores,» no «Ángeles del Señor» (un término más cristiano). Maimónides hace una lista de una jerarquía de ángeles. En la profecía, hallamos diferentes clases de ángeles. En particular, el libro de Ezekiel abre con una visión de un carruaje Divino. En esta visión encontramos mencionados los siguientes seres celestiales:
1. Ofaním (lit: ruedas)
2. Jayót (animales). Esto denota animales salvajes, ganado. Tienen cuatro caras, 12 alas, y una pierna.
3. Serafím (del verbo que significa “quemar»)
4. Jashmalím (no hay traducción; en hebreo moderno, la palabra «jashmál» se acuñó para significar «electricidad», pero eso es una invención del siglo 19).
5. Ishím (ish significa hombre, pero «hombres» es «anashím»; decir «ishim» sería como decir «mans» en inglés en vez de “men”).
6. Keruvím (transliterado «querubín» en español). Estos se describen en forma variada en la Biblia, y no son como nuestra imagen mental de un “querube.” Uno debe evitar los pararelos españoles. En Génesis, dos keruvím sostenían espadas de fuego oscilantes, que, que guardaban la entrada al Eden de modo que el hombre no pudiera volver a entrar. En Éxodo, la tapa del Arca está adornada con dos keruvím que tienen caras de niño y dos alas inmensas que hace un dosel sobre el Arca. En Ezekiel, las cuatro caras de los jayót se describen como de hombre, de león, de águila, y de un kerúv. Dos versos después, la lista reemplaza kerúv con un buey. De modo que están asociadas bueyes de alguna manera.
9. La tradición no toma literalmente estas descripciones. Por ejemplo, los ángeles se ven en las visiones como teniendo una sola pierna porque ellos carecen de libre albedrío. Son autómatas que están «programados» para hacer la voluntad del Creador. Por lo tanto carecen del poder de progresar, para mejorarse a sí mismos. El poder del hombre para crecer, en contraste, se describe como «caminar.» La ley judía se llama «halajáh,» el camino para caminar.
10. En adición, el Talmud nos dice que cada ángel tiene una sola misión. Sus misiones son sus nombres. En la mayoría de los casos, eso significa que ellos no duran lo suficiente para que sus nombres merezcan mencionarse. Sin embargo, algunos tienen misiones de largo alcance, y sus nombres se mencionan en la Toráh o en el Libro de Oración. Unas oraciones en los libros de los judíos Sefarditas algunas veces tienen nombres que han de mirarse pero no leerse. Pero los nombres más comúnmente citados incluyen estos:
· Refaél: Elohim sana
· Mikhael (pronunciado Mija-él, sonando la jota fuerte, como en España): ¿Quién es como Elohim.”
· Uriél: Elohim es mi Luz
· Gabriél: Elohim es mi fortaleza con connotaciones de fuerza de carácter, habilidad para resistir y mantenerse firme. No tanto poder o fuerza.
· HaSatán: el Desafiador (ha- es un prefijo que significa “el»), el ángel que sirve al Creador por medio de darle al hombre desafíos que debe resolver de la manera correcta. Haciendo la elección entre el bien y el mal. Esto es diferente a la noción cristiana de Satanás y el Diablo.
El Satán en el jardín del Edén
11. Dada la misión del Satán como desafiador, apareció en el jardín de Edén, donde vivían Adam y Eva. Esperó una oportunidad cuando Eva estaba sola, y usó a una serpiente como “medium” de comunicación. La serpiente era originalmente una criatura notable. Y siendo que la hallamos en un árbol, podemos concluir que probablemente era una criatura con alas. Parece que en aquel tiempo no se arrastraba sobre el vientre; pero a causa del hecho de que el Satán la usó para su sutil desafío, el Creador le dirigió una maldición como símbolo de que él detesta el mal:
* “Por cuanto has hecho esto, maldita serás sobre todo el ganado y sobre todas las bestias del campo; sobre el vientre te arrastrarás, y polvo comerás todos los días de tu vida.” Génesis 3:14 (L).
12. Después que el Satán apareció representado por una serpiente en el árbol del conocimiento del bien y del mal, esperó una oportunidad cuando Eva estuviera sola. Un día llegó su oportunidad, y encontramos registrado en Génesis 3 la conversación que se desarrolló entre el Satán y Eva:
* “Y la serpiente era más astuta que todas las bestias del campo que había hecho Yhwh Elohím. Y le dijo a la mujer: ‘¿Conque Elohim ha dicho: No coman de ningún árbol del huerto?’
«Y la mujer le dijo a la serpiente: ‘Del fruto de los árboles del huerto podemos comer, pero del fruto del árbol que está en medio del huerto, Elohim ha dicho: No coman de éste, ni lo toquen, no sea que mueran.’
«Y la serpiente le dijo a la mujer: ‘Ustedes no morirán; porque Elohim sabe que el día que ustedes coman de él, entonces se les abrirán los ojos, y ustedes serán como Elohím, conocedores del bien y del mal.’
«Y cuando la mujer vio que el árbol era un deleite para los ojos, y que el árbol era deseable para hacer a uno sabio, tomó de su fruto y comió, y dio también a su esposo con ella, y él comió.» Versos 1 al 6 (J).
13. Aun cuando a Adam y a Eva se les había advertido que si comían del árbol morirían, desobedecieron al Creador mediante el tentador desafío del Satán, y así entró el pecado en el mundo. Pero el Satán no ha detenido su tentador desafío, porque él y los demonios, sus seguidores que se rebelaron contra el Creador, están constantemente desafiando al hombre con el pecado. Para mostrar más cómo se realiza esto, volvamos al registro en Job 1:1 hasta Job 2:10 (J) , que dice en parte:
* «Había un hombre en la tierra de Uz, cuyo nombre era Job; y aquel hombre era de corazón íntegro y recto, y temeroso de Elohim, y se apartaba del mal..
«Ahora bien, sucedió un día que los hijos de Elohim [los israelitas] vinieron a presentarse delante de Yhwh, y el Satán vino también entre ellos. Y Yhwh le dijo al Satán: ‘¿De dónde vienes?’ Entonces el Satán le respondió: ‘De recorrer la tierra y andar por ella.’
«Entonces Yhwh le dijo al Satán: ‘¿Has notado a mi siervo Job, que no hay como él en la tierra, un hombre de corazón íntegro, que teme a Elohim y se aparta del mal?’
«Entonces el Satán le respondió a Yhwh: ‘¿Acaso Job le sirve a Elohim en balde? ¿No le has hecho una valla a su alrededor y alrededor de su casa, y alrededor de todo lo que posee, por todas partes? Has bendecido la obra de sus manos, y sus propiedades han aumentado en la tierra. Pero pon tu mano ahora, y toca todo lo que tiene, seguramente te blasfemará en la cara’.»
Y después de ocurrirle varias desgracias en las que perdió a sus hijos y sus propiedades, continúa el relato:
«Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se afeitó la cabeza, se arrojó al suelo y adoró, y dijo: ‘Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volverá allá; Yhwh dio y Yhwh quitó; bendito sea el nombre de Yhwh.’ Y en todo esto Job no pecó, ni juzgó mal a Elohím.»
14. Para mostrar cómo el Satán desafía al hombre, no tenemos más que leer en la Biblia el relato de cómo David fue desafiado por el Satán a contar a Israel, lo cual el Poderoso había prohibido. Leemos acerca de esto en 1 Crónicas 21:1-27 (J):
* «Y el Satán se puso a contar a Israel, y movió a David a contar a Israel. Y David le dijo a Joab y a los príncipes del pueblo: ‘Vayan y cuenten a Israel desde Beersheba hasta Dan…y Joab dijo: ‘…¿por qué habría de ser él causa de culpa en Israel?’ Pero la palabra del rey prevaleció contra Joab. Así que Joab partió y pasó por todo Israel y vino a Jerusalem…Y Elohim se desagradó con esto; por eso azotó a Israel…Y Elohim envió un ángel a Jerusalem para destruirla; y cuando iba a destruirla, Yhwh miró y se arrepintió del mal, y le dijo al ángel destructor: ‘Ya basta; detén tu mano.’ Y el ángel de Yhwh estaba en la era de Ornán el jebuseo…Y David dijo a Elohim: ‘¿No fui yo el que mandó que se contara al pueblo? Así yo soy el que ha pecado y ha actuado impíamente…que tu mano te ruego, oh Yhwh mi Poderoso, esté contra mí y contra la casa de mi padre, pero no contra tu pueblo, para que sea plagado…’ Y David edificó un altar a Yhwh, y ofreció holocaustos y ofrendas de paz, e invocó a Yhwh; y Él le contestó del cielo por fuego sobre el altar de los holocaustos. Y Yhwh mandó al ángel, y éste guardó su espada en su vaina.»
Estos registros en la Biblia ilustran cómo el Satán está constantemente desafiando al hombre en cuanto a pecar o no pecar. No solamente desafía al hombre a pecar, sino que hasta trae calamidades sobre las personas, como muestra el relato de Job.
15. Aun cuando el Satán es el desafiador del hombre en cuanto a servir o no servir al Creador y a Su Palabra, la Biblia nos enseña, sin embargo, que el Todopoderoso es paciente, y al debido tiempo va a destruir al Satán, a sus demonios, y a todas las personas impías. Y entonces creará un cielo nuevo y una tierra nueva, donde morará la justicia, sin pecado y sin un Satán para desafiarnos. Para mostrar cómo el Eterno va a destruir al Satán, notemos lo que dice Ezekiel 28:18, 19 (J) sobre la destrucción del rey de Tiro:
* «Por la multitud de tus iniquidades, en la injusticia de tu tráfico, has profanado tus santuarios; por eso he sacado un fuego de en medio de ti, que te ha devorado, y te he convertido en ceniza en la tierra a la vista de todos los que observan. Todos los que te conocen entre los pueblos se sorprenderán de ti; te has convertido en terror, y nunca más serás.»
Estas son palabras impactantes y esperanzadoras que nos dejan ver cómo el Eterno destruirá también al Satán al final de los tiempos: «Haré salir un fuego de en medio de ti, que te devorará, y te convertiré en ceniza sobre la tierra…y nunca más serás.» (Versos 18, 19 (Heb.)
16. Para ver mejor cómo Elohim va a erradicar al Satán, al pecado y a los pecadores, leemos:
* «Porque, he aquí, viene el día, quema como un horno; y todos los orgullosos, y todos los que obran iniquidad, serán estopa; y el día que viene los abrasará, dice Yhwh de las Huestes, que no les dejará ni raíz ni rama. Y pisarás a los impíos; porque serán ceniza bajo las plantas de tus pies en el día que yo hago, dice Yhwh de las Huestes.» Malaki 3:19, 21 (J) Nota: En algunas versiones españolas la referencia es Malaquías 4:1, 3.
17. Aquí acabamos de leer de la Palabra del Eterno cómo los pecadores serán quemados hasta hacerlos ceniza y nunca más serán. El Todopoderoso no se complace en la muerte de los impíos, porque él nos dice esto en Ezekiel 33:11 (J), en estas palabras:
* «Diles que como yo vivo, dice Yhwh, no tengo placer en la muerte del impío, sino en que el impío se vuelva de su camino y viva; vuélvanse, vuelvan de sus malos caminos; pues ¿por qué morirán, oh casa de Israel?»
El Poderoso quiere que Israel se salve, y él es paciente, porque esto se ve en el Salmo 103:8, 10, 11 (J):
* « Yhwh está lleno de compasión y bondad, lento para la ira y abundante en misericordia…No nos ha tratado como merecían nuestros pecados, ni nos requirió de acuerdo con nuestras iniquidades. Porque cuan alto está el cielo sobre la tierra, así de grande es su misericordia hacia los que le temen.»
18. Para ver más cómo el Eterno va a erradicar al pecado, y a los pecadores, leamos lo que dice la Biblia:
* «Él enviará de los cielos y nos salvará cuando los que me persigan los que me quieren tragar; Elohim enviará su misericordia y su verdad.» Salmo 57:4 (J).
* «Canta, hija de Sión; clama, Israel; alégrate y gózate con todo tu corazón, oh hija de Jerusalem. Yhwh ha eliminado sus juicios, ha arrojado a tus enemigos; el Rey de Israel, Yhwh, está en medio de ti; ya no temerás más el mal, en ese día se dirá de Jerusalem: ‘No temas, oh Sión, no se aflojen tus manos. Yhwh tu Poderoso está en medio de ti; un Poderoso que salvará; se regocijará sobre ti con gozo, estará silencioso en su amor, se gozará sobre ti con canciones.» Zofoniah 3:14-17 (J).
19. Note estas hermosas palabras:
* «Porque he aquí que yo creo cielos nuevos y una tierra nueva; y lo pasado no será recordado, ni vendrá a la mente. Pero alégrense y gócense por siempre en lo que yo voy a crear; porque he aquí que creo a Jerusalem un regocijo, y a su pueblo un gozo. Y me regocijaré en Jerusalem y me gozaré en mi pueblo; y no se oirá la voz de llanto en ella, ni voz de lamento…Y sucederá que, antes de que llamen, yo responderé, y mientras estén aun hablando, yo oiré.» Isaiah 65:17-19, 24 (J)
* «Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que voy a hacer permanecerán delante de mí, dice Yhwh, así permanecerá tu simiente y tu nombre delante de mí. Y sucederá que de una luna nueva a otra, y de un sábado a otro, vendrá toda carne a adorar delante de mí, dice Yhwh.» Isaiah 66:22, 23 (J).
20. Cada mañana cuando despertemos del sueño, roguemos al Poderoso de Abraham que nos mantenga firmes en resistir los desafíos del Satán.
(Preparado en inglés por: The Israelite Heritage Institute, Versión española y adaptación de: Publicaciones Menorah.)