1. Observando el mundo hoy día, vemos la tierra tambalear bajo la furia de fuerzas contendientes. El mundo político se mece y bambolea como un mar en tempestad. Dondequiera que uno vuelve los ojos observa solamente una reunión de nubes que se espesan y presagian más fieras y terribles tempestades. Después de todo lo que ha logrado la sabiduría, el ingenio, la educación, la filosofía, la ética, y el gobierno humano, el mundo está todavía enfermo y gimiendo. Mil y una panaceas se han sugerido y se han probado, pero todavía no se ha encontrado ninguna que haya resultado ser un bálsamo sanador para todos los males de un mundo lastimado y angustiado.
2. ¿Va a seguir para siempre este registro de fracaso humano? ¿Se va a perpetuar este tumulto y angustia de naciones? ¿Nunca cesarán la discordia y la contienda, o eventualmente reinarán la justicia y la paz en este angustiado planeta? ¿Tenemos alguna manera de saber cuál es el destino de este mundo y de la raza humana?
3. Es evidente que el hombre, por sí mismo, es incapaz de contestar estas preguntas con algún grado de certeza. Si no hubiera una revelación superior a la sabiduría humana, la cortina detrás de la que yace el futuro nunca se descorrería, y el mundo de mañana siempre permanecería como un misterio impenetrable.
Sin embargo, hay Uno que sabe, y que lee el futuro como un libro abierto. El Arquitecto Divino nos ha dado un plano profético que predice el curso de los acontecimientos humanos hasta la consumación de todas las cosas terrenas. ¡Imagínese! El Todopoderoso le da su confianza al hombre, como está escrito:
* “Porque no hará nada el Soberano Yhwh sin que revele su secreto a sus siervos los profetas.” Amós 3:7 (L).
En su infinita sabiduría, el Poderoso les ha hablado algunas veces a los hombres en sueños y visiones de la noche, revelando misericordiosamente delante de ellos el incierto futuro. Así él le ha hablado a este pueblo en los mensajes proféticos de los profetas hebreos.
4. Hace cerca de 2,500 años, cuando el pueblo judío estaba exiliado en Babilonia, el Poderoso de Abraham empleó el método de sueños para descubrirle el futuro a Nabucodonosor, aquel poderoso monarca del imperio babilónico. El registro de este episodio se encuentra en el segundo capítulo del libro de Daniel. Citamos:
* “Y en el segundo año del reinado de Nabucodonosor, soñó Nabucodonosor unos sueños; y su espíritu se conturbó, y su sueño huyó de él.” Daniel 2:1 (J).
El rey quedó profundamente impresionado por su extraño sueño, a pesar del hecho de que no podía recordar lo que era. Había una providencia en esta experiencia, porque la pretendida sabiduría de los magos y agoreros babilónicos iba a quedar desenmascarada, y el Poderoso de los hebreos iba a quedar magnificado.
Sabios paganos puestos a prueba
5. Por mandato del rey, todos los magos y astrólogos –en breve, todos los sacerdotes de las deidades de Babilonia– fueron prontamente convocados, y “estuvieron delante del rey.” Él los desafió a que dijeran en qué consistía su sueño. Aquellos hombres profesamente sabios reclamaban poseer sabiduría sobrehumana y la habilidad de predecir el futuro. Se les habían concedido honores y privilegios especiales sobre la base de sus reclamos, y esta ocasión les proporcionaba una oportunidad de demostrar sus poderes sobrenaturales delante del perplejo y angustiado gobernante por medio de describir su sueño. Al principio trataron de evadir el asunto, pero esto sirvió sólo para hacer despertar en el rey sospechas en cuanto a su honestidad. Cuando él insistió en que demostraran sus arrogantes reclamos por medio de darle a conocer sus sueños y la interpretación de los mismos, se vieron forzados a confesar humillantemente su inhabilidad para conceder la solicitud del rey.
* “Por eso el rey se puso furioso y muy enojado, y mandó destruir a todos los sabios de Babilonia.” Daniel 2:12 (J).
6. Entre los cautivos hebreos en Babilonia estaban Daniel y sus tres compañeros. Estos fieles hijos del Poderoso estaban clasificados entre los sabios de Babilonia y estaban por lo tanto condenados a morir junto con los impostores babilónicos.
* “Entonces Daniel fue a su casa, y le dio a conocer el asunto a Ananiah, Misael, y Azariah, sus compañeros; para que pidieran misericordia del Poderoso del cielo en cuanto a aquel secreto; para que Daniel y sus compañeros no perecieran con el resto de los sabios de Babilonia.” Daniel 2:17,18 (J).
7. Los ojos del Omnisciente “recorren toda la tierra, para mostrarse fuerte en favor de aquellos cuyo corazón es perfecto para con el.” 2Crónicas 16:9 (H). Él escuchó la oración de ellos y le reveló el sueño y su significado a Daniel en una visión de noche. Fue así como ellos, al igual que los magos, se salvaron de una muerte segura. La vida de los impíos queda a salvo por causa de las pocas personas justas que viven entre ellos. Sería bueno que los impíos reconocieran la obligación bajo la que se les coloca de esa manera.
En los últimos días
8. Cuando Daniel fue llevado ante el rey, humildemente no reclamó ningún crédito por la revelación que estaba por hacer, y le dio todo honor y gloria a Aquel a quien le pertenecía justamente:
* “Hay un Poderoso en los cielos,” dijo él, “que revela los secretos, y él le ha dado a conocer al rey Nabucodonosor lo que ha de ser en los últimos días.” Daniel 2:28 (L).
9. Hay hombres ahora, como entonces, que se jactan de grandes logros intelectuales, reclamando también tener la habilidad de pronosticar el futuro. Sin embargo, solamente el Poderoso de la Biblia posee tal conocimiento previo, y es el atributo distintivo de Yhwh.
La habilidad de abrir por adelantado el inescrutable futuro de milenios es la prerrogativa del Todopoderoso solamente, y lo distingue de todas las deidades falsas. El sueño de Nabucodonosor es una impactante ilustración del poder Divino para predecir sucesos venideros.
10. El relato detallado que hizo Daniel del sueño olvidado del rey asombró grandemente al atento monarca. Dijo el profeta:
* “Tú, oh rey veías, y he aquí una grande imagen. Esta imagen, que era poderosa, y cuyo brillo era sobrepujante, estaba delante de ti; y su apariencia era terrible. En cuanto a esa imagen, su cabeza era de oro fino, su pecho y sus brazos de plata, su vientre y sus mulos de bronce, sus piernas de hierro, sus pies en parte de hierro y en parte de barro. Tú mirabas hasta que una piedra fue cortada no con mano, y golpeó a la imagen sobre sus pies que eran de hierro y barro, y los rompió en pedazos. Entonces el hierro, el barro, el bronce, la plata y el oro se rompieron juntos en pedazos, y vinieron a ser como la paja de las eras del verano; y el viento se los llevó, de modo que no se halló el lugar de ellos; y la piedra que golpeó a la imagen se convirtió en un gran monte, y llenó toda la tierra.” Daniel 2:25-35 (J).
Tan confiado estaba Daniel de que había una interpretación correcta para el sueño del rey que añadió esta seguridad:
* “Este es el sueño; y diremos su interpretación delante del rey.” Daniel 2:36 (J).
11. ¡Qué momento dramático para el rey al reconocer en la figura de la imagen una descripción de su sueño! Ansioso de conocer su significado, escuchó con indivisa atención la interpretación del profeta sobre esos extraños símbolos:
* “Tú. oh rey, rey de reyes, a quien el Poderoso del cielo ha dado el reino, el poder, y la fuerza, y la gloria;…tú eres la cabeza de oro.” Daniel 2:37,38 (J).
Como el oro es el más fino de todos los metales, así Babilonia era el más rico y más magnífico de todos los imperios terrenales; estaba apropiadamente representado por la cabeza de oro de la imagen. Su capital, la ciudad de Babilonia, se designa en las Escrituras como “la ciudad de oro,” “una copa de oro,” “la dama de los reinos.” Pero, poderoso y glorioso como era ese imperio, no habría de continuar para siempre, porque dijo el profeta: “Y después de ti se levantará otro reino inferior a ti.” Daniel 2:39 (J). Como la plata es inferior al oro, así el imperio sucesivo, Medo-Persia, representado por el pecho y los brazos de plata, sería inferior a Babilonia.
12. No sólo se predijo la caída de Babilonia y el surgimiento de Medo-Persia, sino que el propio nombre del general medo-persa, Ciro, quien conquistó aquel vasto imperio, fue predicho más de 100 años antes de nacer. Esta profecía está en Isaiah 44:27 – 45:5. La citamos en parte:
* “Así dice Yhwh a su ungido, a Ciro, cuya diestra yo he sostenido, para subyugar naciones delante de él y soltar los lomos de reyes; para abrir las puertas delante de él, y que las puertas no se cierren.” Isaiah 45:1 (J).
13. Esta predicción se cumplió literalmente más de 100 años después de haberse dado. Mediante una ingeniosa estratagema, Ciro, en su conquista de Babilonia, cumplió todo lo que estaba implicado en esta notable profecía. El registro de la captura y la caía de Babilonia en el 539 AEC bajo su último monarca reinante, Beltshazar, se relata plenamente en el capítulo cinco del libro de Daniel.
14. Pasando de Medo-Persia, el segundo imperio mundial, el profeta continúa: “Y [se levantará] un tercer reino de bronce, que dominará toda la tierra.” Daniel 2:39 (J). Grecia conquistó a Medo-Persia y vino a ser el tercer imperio mundial, cumpliendo así la profecía. La historia nos dice que a los antiguos soldados griegos se les llamaba “los vestidos de bronce,” porque sus armaduras estaban hechas de bronce.
15. En el capítulo ocho de Daniel, versos 20 y 21, a Grecia, que conquistó a Medo-Persia, se la designa por nombre, y se hace mención de su “primer rey” (Alejandro el Grande) como el que la llevaría al dominio mundial. La historia testifica del exacto cumplimiento de esta profecía:
“Él [Darío III] fue derrotado en el Gránico, derrotado en Isus, derrotado en Arbela (331 AEC), y luego muerto en batalla por uno de sus sátrapas. Alejandro (el Grande) tomó entonces posesión de su imperio, y desde entonces la raza griega suplantó a los persas en la parte que habían desempeñado por dos siglos como el poder dominante del mundo.” –Henry S. Williams, La historia del Mundo del Historiador, vol. 2, p. 631 (The Outlook Co., Nueva York: 1904).
16. Si el surgimiento de Alejandro fue meteórico, su caída vino aún con mayor rapidez. El que dominó al mundo falló en dominar sus propios vicios que lo controlaban. La historia registra que Alejandro, en una fiesta de borrachera, vació dos veces la copa hercúlea, que contenía seis de nuestros litros. Poco después, le dio una fiebre violenta de la que murió once días más tarde a la edad de 32 años. La Escritura verdaderamente dice que “El que es lento para enojarse es mejor que el poderoso; y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad.” Proverbios 16:32 (J)
Después de la muerte de Alejandro en el 323 AEC, el imperio de Grecia fue dividido entre sus cuatro generales, y así llegó a su fin el imperio mundial. El profeta continúa:
* “Y el cuarto reino será fuerte como el hierro; y como el hierro, quebranta y destroza todas las cosas; porque así como el hierro que quebranta todo esto, quebrantará y destruirá.” Daniel 2:40 (J).
17. Hay una sola monarquía que responde a esta descripción en todos los detalles, y esa es “la férrea monarquía de Roma,” nombre por el que se conoce universalmente al imperio romano. Al describir las conquistas romanas, el historiador Edward Gibbon, aunque él mismo era un escéptico, empleó los mismos símbolos usados por el profeta Daniel. Dice:
“Las armas de la República [romana], algunas veces vencidas en batalla, siempre victoriosas en la guerra, avanzaron con rápidos pasos hacia el Éufrates, el Danubio, el Rhin, y el océano; y las imágenes de oro, o plata, o bronce, que servirían para representar a las naciones y sus reyes, fueron sucesivamente quebrantadas por la monarquía de hierro de Roma.” –Historia de la declinación y caída del Imperio Romano, capítulo 38, “Observaciones generales sobre la caída del imperio romano en el Occidente” (primer párrafo).
18. ¿Habría de durar para siempre aquella “monarquía de hierro” de Roma? Al examinar los registros de la historia, nos damos cuenta de que nada de origen humano es permanente. Aparte del Todopoderoso, la degeneración y la desintegración son la suerte de los gobiernos humanos. El imperio “de oro” de Babilonia fue suplantado por la monarquía “de plata” de Medo-Persia; la “plata” dio paso al “bronce,” que representaba a Grecia, y el reino de bronce fue superado por la monarquía de “hierro” del imperio romano. Siguiendo con la interpretación del sueño, el profeta dice, después de considerar el oro, la plata, el bronce y el hierro de la imagen profética:
* “Y en cuanto a lo que viste de los pies y los dedos en parte de barro de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; pero habrá en él algo de la firmeza del hierro mezclada con barro.” Daniel 2:41 (J).
19. Según esta profecía, aún la poderosa monarquía de hierro de Roma habría de sufrir una declinación y habría de desintegrarse. Solo necesitamos volver las páginas de la historia para aprender cuán literalmente se cumplió esta profecía. Entre los años 351 y 476 de la Era Común, el imperio romano se fragmentó gradual pero seguramente por la invasión de las 10 hordas bárbaras del norte. Estas naciones establecieron sus reinos sobre las ruinas de la Roma Occidental, y se conocen como los alamanes, los hérulos, los vándalos, los lombardos, los suevos, los anglosajones, y los burgundios. La mayoría de estos reinos existen en Europa hoy día bajo nombres modernos, tales como Inglaterra (anglosajones), Francia (francos), Italia (lombardos), Portugal (suevos), España (visigodos), Suiza (burgundios), Alemania (alamanes).
20. Los diez reinos en los que se dividió Roma al principio están representados por los diez dedos de la imagen. Como los dedos son la última parte de la imagen y no hay nada más allá de ellos, así el estado dividido de Roma, que es Europa como la hemos conocido por siglos, es la etapa en la que se desarrollarán las últimas escenas de la historia de este mundo. La profecía declara que desde los días de Daniel hasta el tiempo del fin, habría sólo cuatro imperios mundiales. La historia, la sierva de la profecía, demuestra que la predicción fue correcta. Ha habido ciertamente cuatro imperios desde el tiempo de Daniel: Babilonia, Medo-Persia, Grecia y Roma. Europa es hoy día un continente dividido, tal como lo predijo la profecía, “en parte fuerte, y en parte quebrado.”
21. Desde la caída de Roma, ambiciosos gobernantes han hecho numerosos intentos de unir los fragmentos heterogéneos en un vasto imperio, pero tales esfuerzos han fracasado. Carlomagno, Carlos V, y Luis XIV, todos trataron, pero no tuvieron éxito. Napoleón Bonaparte murió en la isla de Santa Elena, como un desilusionado monarca, con sus esperanzas de un dominio mundial rotas. El Káiser alemán Guillermo II trató de establecer un imperio mundial cuando dirigió sus ejércitos hacia Bélgica y comenzó la Primera Guerra Mundial. Adolfo Hitler trató cuando desencadenó el Holocausto que desembocó en la Segunda guerra Mundial. Todos estos sueños de dominio mundial estaban condenados al fracaso, porque la profecía bíblica estaba contra ellos. Nunca más todas las naciones de Europa se unirán bajo un solo gobierno para formar un todo unido. El profeta continúa:
22 A“Y en cuanto viste el hierro mezclado con barro, se mezclarán con simiente humana; pero no se pegarán el uno al otro, como el hierro no se mezcla con el barro.” Verso 43 (H).
La profecía declara que lo que no se pudiera lograr por la fuerza se intentaría por medio de matrimonios mixtos –la mezcla de “simiente humana” entre las familias reales de Europa. Así resultó ser. De hecho, esta costumbre de matrimonios mixtos ha venido a ser tan universal que algunos han llamado a la Primera Guerra Mundial “una disputa familiar.” El rey de Inglaterra, el zar de Rusia, y el rey de Grecia, eran primos hermanos del rey de Noruega y de Dinamarca, y primos hermanos entre sí, siendo todos los cinco nietos de Cristian IX de Dinamarca. El Rey Jorge V de Inglaterra y el káiser Guillermo II de Alemania eran primos. La anterior zarina de Rusia, y la reina de Noruega, y la reina de Grecia, eran todas nietas de la Reina Victoria de Inglaterra y, por lo tanto, primas hermanas unas de otras. El káiser de Alemania y la reina Sofía de Grecia eran hermanos.
23. Pero a pesar de estos matrimonios mixtos, o la “mezcla de simiente humana,” como la llama el profeta, la unión de Europa, el juntarse de los fragmentos quebrados, nunca se ha realizado, ni se realizará, porque Yhwh declara que “no se pegarán uno al otro, así como el hierro no se mezcla con el barro.” Estas seis palabras de predicción divina han delineado el curso de la historia desde la caída del imperio romano. Ellas han roto las esperanzas y aspiraciones de dictadores por los pasados 14 siglos, y continuarán haciéndolo hasta el final del drama mundial.
24. Refiriéndose a las naciones de la Europa Occidental, el Todopoderoso dice:
* “Y en los días de estos reyes levantará el Poderoso del cielo un reino que nunca será destruido; ni será el reino dejado a otro pueblo; quebrantará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre. Como viste que fue cortada una piedra del monte, sin manos, y que ésta quebrantó el hierro, el bronce, el barro, la plata, y el oro; el gran Poderoso le ha hecho saber al rey lo que sucederá después; y el sueño es verdadero y su interpretación segura.” Daniel 2:44,45 (J).
Aquí leemos que “en los días de estos reyes [representados por los 10 dedos) levantará el Poderoso del cielo un reino que nunca será destruido.”
25. Ahora bien, ¿cuál es el significado de esa piedra que cae del monte y se convierte en un gran reino? Sólo tenemos que volvernos a la Biblia para hallar la respuesta. Leamos en Génesis 49:24 (J) estas palabras:
* “Pero su arco permanece firme, y las armas de su mano fueron hechas fuertes, por las manos del Poderoso de Jacob, de él, del Pastor, la Roca de Israel.”
El Dr. Kláusner, un erudito judío, dice: “Casi todo en Daniel es mesiánico en espíritu, pero los capítulos 2, 6-9, y 12 son mesiánicos en esencia.” –El Ideal Mesiánico en Israel, p. 228 (Macmillan Co., Nueva York: 1955). Al comentar sobre Daniel 2:44 en particular, dice: “Este reino es el reino mundial mesiánico.” –Id.
En el Midrásh Rabáh, sobre Números, capítulo 13, sección 14 (vol. 2, p. 528, de la Edición Soncino de 1961), se formuló una pregunta relativa a lo que se dice en el Salmo 89:26, como sigue:
“¿Cómo sabemos lo mismo concerniente al Rey Mesías?” En respuesta, se cita el Salmo 72:8 y Daniel 7:14, además de la afirmación de Daniel de que “la piedra que golpeó a la imagen vino a ser un gran monte que llenó toda la tierra. (Idem II,35).” Así los eruditos judíos, tanto antiguos como modernos, han enseñado que el reino que establecerá en la tierra el Poderoso del cielo en los últimos días será el dominio universal y eterno del Rey Mesías.
Por todo esto se hace claro, entonces, que el reino del Mesías es al que se hace referencia como la piedra cortada del monte, no con manos.
26. Recuerde la promesa del Mesías según se registra en el Salmo 96:11-13 (H), que dice:
“Regocíjense los cielos, y alégrese la tierra; que ruja el mar y lo que contiene. Gócese el campo, y todo lo que hay en él; entonces se regocijarán todos los árboles del bosque delante de Yhwh: porque viene, viene a juzgar la tierra; juzgará al mundo con justicia, y a los pueblos con su verdad.”
La condición del mundo hoy día señala hacia la pronta venida del Mesías. No estamos viviendo en los últimos días de la cabeza de oro (Babilonia), ni del pecho y brazos de plata (Medo-Persia), ni del vientre y muslos de bronce (Grecia), ni de las piernas de hierro (Roma); tampoco estamos viviendo en el comienzo de los 10 dedos. Con verdad ha dicho el poeta:
“En los pies de hierro
y de barro al estar,
divididos y débiles,
prontos a pasar:
¿Cuál drama glorioso
el siguiente será?
El Mesías y su reino,
y la eternidad.”
27. La promesa de la venida del Mesías, el Ungido que hemos esperado por tanto tiempo para que redima a Israel, trae a la mente la historia de un padre que había llevado a su hijita a nadar en el Océano Atlántico. Le había enseñado a flotar y en ese día, mientras flotaban, la corriente los arrastró rápidamente mar afuera. Después de vagar por algún tiempo, el padre levantó la cabeza y miró hacia la orilla. Para su asombro encontró que él y su hija habían sido arrastrados lejos de la playa. Dándose cuenta de que no podría regresar con su hija a la orilla, le dio instrucciones de que se mantuviera flotando mientras él iba y buscaba a los salvavidas para venir por ella en un bote. Cuando llegó a la orilla se colapsó de cansancio. Los salvavidas rápidamente lo revivieron, y él les dijo sobre su hija que flotaba en el océano. Ellos lo pusieron en el bote salvavidas y se hicieron rápidamente a la mar. Ella no estaba donde el padre pensó que estaría, y todos temieron que se hubiera ahogado. Pero, teniendo fe en el Todopoderoso, continuó buscando con los salvavidas. Finalmente, en la distancia notaron algo que subía y bajaba. Pensando que podría ser su hijita, remaron hasta llegar cerca del objeto. Para su feliz sorpresa, era ella. Cuando el bote salvavidas se le acercó y el padre la tomó en sus brazos, ella dijo: “Papi, ¡yo sabía que vendrías!”
28 Así es con el Israel del Padre Celestial. Ellos saben que el Mesías vendrá. Creen en el Todopoderoso y están esperando al Ungido, el Rey de Israel.
Así que, querido lector, eleve su vista por encima de las cosas transitorias de esta vida que pronto pasará, y, como Abraham nuestro padre, ponga sus afectos en el reino eterno de Yhwh, donde reinarán supremos la paz, la justicia y el gozo eterno. Daniel declaró:
* “El sueño es VERDADERO y su interpretación SEGURA.” Verso 45 (J).
(Preparado en inglés por: The Israelite Heritage Institute. Versión española de: Publicaciones Menorah.)