1. NUESTRO PUEBLO judío ha esperado por muchas generaciones la venida del Mesías. Muchos han esperado y han suplicado la liberación por él, pero sin ningún resultado, creyendo que él ha tardado demasiado y que no vendrá. Sin embargo, hay algunos –aunque un remanente pequeño– entre nuestro pueblo judío que creen que él ha tardado pero vendrá. Pero la inmensa mayoría ha perdido la esperanza y se ha mantenido alejada de la religión de Israel, porque han perdido fe en el Todopoderoso.
Nuestro pueblo judío no debería haber perdido la fe, porque el Eterno no nos ha dejado en ignorancia en cuanto al Mesías. No solamente nos dio las profecías acerca del Mesías sino que también registró su cumplimiento en las Sagradas Escrituras. Por lo tanto, no hay necesidad de que alguno de nosotros esté en ignorancia concerniente al Mesías. En las Sagradas Escrituras –la Biblia– hay registrados como 300 puntos de profecía concernientes a la venida del Mesías. Elohím, mediante el ángel Gabriel, le dio a conocer al profeta hebreo Daniel el año en que vendría el Mesías. Siglos más tarde el Mesías vino en el mismo año señalado por el Omnipotente.
2. Esto no es mero accidente, porque cuando los profetas hebreos escribieron estas profecías, lo hicieron bajo la inspiración de Elohím. La Biblia nos dice que los profetas escribieron según eran dirigidos por Él. Así que no hemos seguido fábulas diestramente fabricadas sino la verdad, que el Eterno mismo puso en Su Santa Palabra, la Biblia. Las únicas personas que no están al tanto de estos sucesos son aquellos que han descuidado estudiar la Palabra del Eterno para encontrar qué es verdad y qué es error.
3. Con un corazón honrado y una mente abierta, estudiemos las Sagradas Escrituras para ver lo que el Todopoderoso ha predicho y ha hecho que se cumpla concerniente al Mesías. El primer pasaje que leeremos ahora está en el primer libro de la Toráh:
· “El cetro no se apartará de Judáh, ni un legislador de entre sus pies, hasta que venga Shilóh, y a él será la reunión de las gentes.” Génesis 49:10 (L).
“Shilóh” es otro apelativo para el Mesías. Nuestro pueblo judío por siglos ha sabido que este pasaje se refiere a Él. En el Talmud Babilonio leemos estas palabras:
“Rab dijo: El mundo fue creado solamente por causa de David. Samuel dijo: Por causa de Moisés. R. Johanna dijo: Por causa del Mesías. ¿Cuál es su nombre [del Mesías]? –La escuela de R. Sahila dijo: su nombre es Shiló, porque está escrito, hasta que venga Shiló [Gén. 49:10].” —Sanhedrín 98b (vol. 2, p. 667, de la edición Soncino de 1935).
4. Cuando el eterno declaró que el cetro no se apartaría de Judáh, quiso decir que el reino de Judáh no se apartaría hasta que viniera Shilóh –el Pacificador. Por esas palabras quiso decir que la tribu de Judáh permanecería intacta hasta la venida del Mesías.
5. Nosotros los judíos recordamos bien la triste historia de cómo perdimos nuestro hogar patrio, nuestro reino, y fuimos expulsados a todas las partes del mundo. Nuestro más largo exilio ha durado casi 2,000 años, y el Eterno predijo que no regresaríamos como una verdadera teocracia hasta la venida del Mesías en los últimos días.
El Mesías vendría de Judáh
El mismo hecho de que el pueblo judío perdió su reino es una de las grandes señales de que el Mesías ya vino una vez. Moisés, bajo la inspiración de Elohím, escribió en la Santa Toráh:
· “El cetro no se apartará de Judáh, ni un legislador de entre sus pies, hasta que venga Shilóh, y a él será la reunión de las gentes.” Génesis 49:10 (L).
Aquí está la prueba del Eterno de que el Mesías ha venido y que su futura venida será su segunda venida, no su primera. La Biblia es tan impresionante en su sencillez que uno no necesita estar dotado de gran inteligencia para captar su significado. El Mesías –Shilóh– ha venido, y el pasaje bíblico antes mencionado da sustancia a este hecho.
6. Hay como 300 puntos de profecía sobre la venida del Mesías. Algunos de ellos son los siguientes:
a) La Biblia nos dice cómo vendría el Mesías a este mundo a redimir al hombre.
b) La Biblia nos dice cuándo vendría, dándonos el año exacto de su advenimiento.
c) La Biblia nos dice dónde el Mesías haría su primera aparición en este mundo.
d) La Biblia nos dice quién es el Mesías y de dónde viene. Revela también su relación con el Eterno.
e) La Biblia nos da el nombre del Mesías, el que el Eterno mismo le dio.
f) La Biblia nos dice la manera en la que vendría el Mesías.
g) Las Sagradas Escrituras presentan evidencia por la cual podemos saber cómo vendría el Mesías.
Estos son sólo unos pocos puntos de las 300 profecías que se hallan en la Biblia concernientes al Mesías. El espacio no nos permite darlas todas aquí.
7. Examinemos ahora algunas de las profecías. Tome nota de esta profecía en la que el Eterno dijo mediante su profeta hebreo:
· “He aquí, vendrán días, dice Yhwh, cuando levantaré a David un Renuevo [Retoño] justo, y un Rey justo reinará, y prosperará, y ejecutará juicio y hará justicia en la tierra. En sus días será salvo Judáh, e Israel morará en seguridad; y éste será su nombre por el que se le llamará: Yhwh [es] Nuestra Justicia.” Jeremiah 23:5,6 (Heb.) Véase también la versión de Michael Friedlander de Jeremiah 23:6.
Esta declaración talmúdica concerniente a esa profecía de Jeremiah 23:5,6 es notable: “[En cuanto] al Mesías está escrito: Y este es el nombre con el que se le llamará: Yhwh es nuestra justicia [Jer. 23:6].” —Babá Batrá 75b (p. 303 de la edición Soncino de 1935).
Sobre esa profecía bíblica es significativo este comentario Midráshico: “¿Cuál es el nombre del Rey Mesías? R. Abba b. Kahana dijo: Su nombre es ‘Yhwh’; como se ha dicho: Y este es el nombre por el que se le llamará: Yhwh es nuestra justicia (Jer. 23:6).” –Midrásh Rabáh, sobre Lamentaciones, capítulo 1, sec. 16, parte 51 (ps. 135, 136 de la edición Soncino de 1951).
La palabra “es” en el nombre del Mesías como se da en esas traducciones no se encuentra en el texto hebreo de Jeremiah 23:6, pero tiene que ser suplida por los traductores porque se sobrentiende. Note también que el tetragrama “Yhwh” en el verso 5 se le aplica al nombre del Mesías en el verso 6; porque el nombre del Mesías habría de contener ese nombre. La aguda mente del Rabí Abba b. Kahana vio que esto era significativo y llamó la atención a ello.
Por lo que hemos leído de la Biblia, del Talmud, y del Midrásh, debería ser muy claro que el Mesías es un ser divino cuyo nombre proclama que el Padre “Yhwh es nuestra justicia.”
8. Ahora leamos el cumplimiento de esta profecía según se registra en los Escritos Apostólicos. En Mateo 12:23 y 21:9 leemos:
El Mesías –Hijo de David
· “Y todo el pueblo estaba asombrado, y decía: ¿No es este el Hijo de David?… Y las multitudes que iban delante, y las que seguían, clamaban: Hosanna al Hijo de David. Bendito es el que viene en el nombre de Yhwh. Hosanna en las alturas.”
9. En un pasaje de las Sagradas Escrituras hemos leído la profecía, y en otro lugar hemos leído del cumplimiento de esa predicción concerniente al Mesías. Es un hecho muy significativo que el Eterno hasta nos dijo cómo aparecería el Mesías en este mundo. Leamos lo siguiente:
· “Porque un niño nos ha nacido, un Hijo se nos ha dado; y el gobierno estará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Maravilloso Consejero, Poderoso Héroe, Padre Eterno, Príncipe de Paz. No habrá fin al aumento de [su] gobierno y a la paz sobre el trono de David, y sobre su reino, para estabilizarlo y para establecerlo en juicio y en justicia desde ahora y hasta la eternidad; el celo de Yhwh de los ejércitos hará esto.” Isaiah 9:5,6 (Heb.).
Aquí hemos leído la profecía de que el Mesías nacería como un niño en este mundo; y que sería llamado “El príncipe de Paz.” Esta profecía se registró más de 700 años antes de su cumplimiento, antes del tiempo en que el Mesías habría de nacer en este mundo.
Nacido en Betléhem, la Ciudad de David
Ahora leamos el cumplimiento de esto como sigue:
· “Y había pastores en la misma región, pernoctando en los campos, y vigilando de noche sus rebaños. Y he aquí, una ángel de Yhwh se puso de pie junto a ellos, y la gloria de Yhwh brilló a su alrededor; y tuvieron gran temor. Y el ángel les dijo: No teman; porque he aquí yo les anuncio una buena nueva de gran gozo, que será para todo el pueblo; porque les nació hoy un Salvador, que es el Mesías de Yhwh, en la ciudad de David.” Lucas 2:8.11 (Gr.).
10. El siguiente punto de profecía, que también fue escrito aproximadamente 750 años antes de su cumplimiento, se encuentra en Isaiah 7:14, en estas palabras:
· “Por lo tanto Yhwh mismo les dará una señal: He aquí, la joven concebirá, y dará a luz un hijo, y ella llamará su nombre Immanuel.” Isaiah 7:14 (Heb.).
El nombre “Immanuel” aparece en texto hebreo literalmente como Immanu-Él, y significa “Con nosotros [está] Elohím.” El verbo “estar” está implícito en el hebreo. Esto no significa que el niño por nacer sería Elohím, así como Josué no era Yhwh porque se llamara Yahoshúa = “Yah [es] Salvador.”
En esa profecía Elohim le estaba hablando al rey de Judáh, a través de cuya línea davídica debía venir el Mesías. Los reyes de Siria e Israel estaban planeando entonces hacer guerra contra el reino de Judáh (Veros 1-6). Yhwh le aseguró al rey de Judáh que la coalición contra Judáh fracasaría. Y al hacerlo así, le recordó al impío rey Ajáz de Judáh sobre un evento venidero aun más importante –el advenimiento del Mesías. Ajaz de seguro debe de haber sabido que el Mesías habría de venir de la tribu de Judáh y de la dinastía del rey David. Esto se había predicho ya en Génesis 49:9, 10. La tribu de Judáh debía permanecer intacta y debía continuar hasta que viniera el Mesías. Por eso Elohim le dijo a Ajáz, rey de Judáh: “Por lo tanto Yhwh mismo les dará una señal: He aquí, la joven concebirá, y dará a luz un hijo, y ella llamará su nombre Immanuel.” Isaiah 7:14 (Heb.).
11. En otras palabras, Elohim le dijo al rey: Pídeme que realice algún milagro, no importa lo difícil que sea, y lo haré para ti. Yo haré esto para ti porque quiero que sepas que no te abandonaré. A pesar de la disposición de Elohim de darle una señal al rey, el rey rehusó pedir una señal. Esto hizo que Elohim se disgustara con el rey de Judáh, y declaró la profecía de nuestro texto: “Por lo tanto Yhwh mismo les dará una señal: He aquí, la joven concebirá, y dará a luz un hijo, y ella llamará su nombre Immanuel.” Isaiah 7:14 (Heb.).
12. ¿Por qué habría Elohim de hacer una revelación como la que se da en Isaiah 7:14? ¿Por qué habría de decir que sería una “señal” –una ‘ot– algo maravilloso? ¿Cómo sería un evento extraordinario que una mujer diera a luz un niño, que es algo que ha estado ocurriendo cada día y cada noche por miles de años?
Una evaluación cuidadosa de esa profecía, especialmente cuando se la considera a la luz de otras profecías mesiánicas que se nos dan por nuestros profetas hebreos, esta ‘ot –señal, o maravilla– sería superior a todos los demás milagros registrados en la Biblia. Esta sería una cosa singular, como nunca jamás ocurrió antes ni volverá a ocurrir.
Primero, sería el caso de una joven que da a luz a un hijo especial, cuyo nombre proclama que “Elohim está con nosotros.” Esa joven sería una virgen, como lo indica el término almáh¸ que se usa muchas veces en las Escrituras, como sinónimo de betuláh, para una doncella virgen. De otro modo no sería ninguna maravilla y no sería una señal especial.
Vendría primero como sacrificio por el pecado
En Daniyél 9:24 (J) leemos que él debía venir:
· “Para terminar con la transgresión, y poner fin al pecado, y para perdonar la iniquidad y traer la justicia eterna, y sellar la visión y al profeta, y a ungir el lugar santísimo.”
15. Antes de su venida para reinar como rey, el Mesías debía primero preparar un pueblo para que reinara con él. El se propone reinar sobre las naciones como rey santo con un pueblo santo. Cuando entendamos este sencillo hecho, esto nos permitirá ver que el Mesías tenía que venir primero como el siervo sufriente de Yhwh; y que cuando haya cumplido su propósito en este rol, entonces estará preparado para asumir su segundo rol como gobernante sobre la casa de David y rey sobre el trono de David.
16. Notemos ahora el cumplimiento de Isaiah 7:14 según se registra en Mateo 1:21-23.
· “ Y ella tendrá un hijo, y llamarás su nombre Yahoshúa; porque él salvara a su pueblo de sus pecados. Y todo esto ocurrió para que se cumpliera lo que habló Yhwh por los profetas, diciendo: He aquí una virgen concebirá un hijo en su seno, y dará a luz un hijo, y llamarán su nombre Emmanuel, que se interpreta ‘Con nosotros [está] Elohim.’ Mateo 1:19-23 (Gr.).
Así encontramos que el Mesías era no sólo el representante del Padre celestial, sino también un ser celestial cuya vida se transfirió a un cuerpo humano en la tierra. Esta es otra maravillosa profecía hecha como 750 años antes de antelación, y se cumplió exactamente como lo dijo Elohim.
17. Algunos en nuestro pueblo judío preguntan: “¿Cómo puede una mujer dar a luz a un niño así? La Biblia contesta esto diciendo que “Con Elohim todo es posible.” Además, no olvidemos a Abraham y a Sarah. Ella tenía 90 años de edad, y era naturalmente imposible que ella tuviera un hijo a esa edad. Abraham tenía 100 años de edad. Sin embargo, Elohim dijo que aunque ella nunca había tenido un hijo, a esa avanzada edad ella daría a luz un hijo. Todos conocemos la historia bíblica de cómo Sarah milagrosamente dio a luz a Isaac. Además, preguntémonos: ¿Cómo Elohim hizo al hombre en el principio. En Génesis 2:7 (J) la Biblia dice:
· “Entonces Yhwh Elohim formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida; y el hombre llegó a ser un alma viviente.”
Si Elohim pudo hacer al hombre del polvo de la tierra, entonces ¿por qué no podía tomar al Príncipe del Universo, el Mesías, y vestirlo de carne humana en el vientre de una virgen? Recuerde las palabras de la Biblia, que para Elohim todas las cosas que elige hacer son posibles. La encarnación de un ser celestial como el Mesías nacido entre nosotros habría de ser un suceso sobrenatural, y no un nacimiento natural, como había predicho la profecía sagrada.
18. Ahora bien, para ver la prueba de esto, notemos otra profecía. Siendo que todo el capítulo de Isaías 53 está escrito concerniente al Mesías, leamos los versos 1 y 2 (H):
* “¿Quién habrá creído nuestro informe? ¿Y a quién se ha revelado el brazo de Yhwh? Porqué él [Mesías] ha crecido delante de él [Elohim] como planta tierna, y como raíz en suelo seco.”
El primer verso de Isaías 53 (H) revela la manera en que sería recibido el Mesías.
“¿Quién habrá creído nuestro informe.”
Adonay, a través de su profeta Isaías, le está hablando a su propio pueblo hebreo, y pregunta:
“¿Quién habrá creído nuestro informe.”
Consideremos al pueblo judío alrededor del mundo. ¿Cuántos creen en el Mesías? ¿Cuántos creen este informe?
Siendo que Elohim sabía que nuestro pueblo como nación ignoraría o rechazaría este informe, hace la pregunta:
“¿Quién habrá creído nuestro informe? ¿Y a quién se ha revelado el brazo de Yhwh?” (H).
En otras palabras, ¿a quién se le revela el plan de redención a través del Mesías? ¿Quién lo cree? Ciertamente con palabras como estas escritas en nuestra Sagrada Biblia es harto tiempo de que el pueblo judío reconsidere su posición sobre el Mesías y re-lean estas profecías y averigüen a quién se aplican.
19. A medida que continuamos leyendo Isaías 53, encontraremos que la fraseología de este capítulo en la Biblia Hebrea, comúnmente llamada el Antiguo Testamento, suena muy parecida al llamado “Nuevo Testamento.”
La profecía continúa: “Como planta tierna y como raíz en suelo seco, él ha crecido delante de Yhwh.” (Heb.)
¿Qué significa esto? Significa que el Amado del cielo fue para su propio pueblo “como raíz en suelo seco.” Para su propio pueblo él no tenía forma ni presencia para que lo miráramos. No tenía belleza para que nos deleitáramos en él. Esta fue nuestra actitud hacia él. Esta fue la actitud de nuestros antepasados hacia él. Esta es la actitud de muchos hacia él. Notemos el cumplimiento de esta profecía, que fue escrita más de 700 años antes de que se cumpliera. Encontramos en el registro histórico que cuando llegó el tiempo para que naciera el Mesías, Adonay eligió a una doncella para que fuera su madre; y envió un ángel a notificarle concerniente a Su propósito para ella. Esto fue lo que dijo:
* “No temas, Miriam; porque has hallado favor con Elohim. Y he aquí, concebirás en tu vientre y tendrás un hijo, y llamarás su nombre Yeshúa. Este [niño] será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y Yhwh Elohim le dará el trono de David su antepasado, y él reinará sobre la casa de Jacob por siglos, para siempre; y de su reino no habrá fin.”
* “Y Miriam dijo al ángel: ¿Cómo será esto, siendo que yo no conozco varón? El espíritu santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te hará sombra; por eso también el santo que nacerá será llamado Hijo de Elohim.” –Lucas 1:30-35 (Gr.).
Vemos que el testimonio del llamado “Nuevo testamento” concerniente al Mesías se basó en las Escrituras del llamado “Antiguo Testamento,” el Tanákh. Todos sus reclamos de mesiazgo se basaron en los Escritos Sagrados de los profetas.
20. Más de 700 años antes de que naciera el Mesías el profeta Mika, a quien hemos citado arriba en la Sección 10, profetizó que el Mesías nacería en la ciudad de Betlehem.
El cumplimiento de la profecía de Mika 5:1 está registrado como un evento histórico así:
* “ Y habiendo nacido Yeshúa en betlehem de Judá en los días del rey Herodes … y el rey Herodes, oyendo de esto, se turbó, y toda Jerusalem con él; y habiendo reunido a todos los principales sacerdotes y a los escribas del pueblo, inquirió de ellos dónde nacería el Mesías. Y ellos le dijeron: En Betlehem de Judá; porque así está escrito por los profetas: Y tú, Betlehem, en la tierra de Judáh, de ninguna manera eres menor entre los gobernantes de Judáh, porque de ti saldrá un gobernante, que pastoreará a mi pueblo Israel.” –Mateo 2:1, 3-6 (Gr.)
* “Y había pastores en la misma región, acampando en los campos, y vigilando de noche sobre su rebaño. Y he aquí, un ángel de Yhwh se paró junto a ellos, y la gloria de Yhwh brilló alrededor de ellos; y temieron con gran temor. Y el ángel les dijo: No teman, porque he aquí, les anuncio una buena nueva de gran gozo, que será para todo el pueblo; porque les ha nacido hoy un Salvador, que es el Mesías soberano, en la ciudad de David.” –Lucas 2:8-11 (Gr.).
21. Ahora tomemos nota de otra profecía que muestra quién es el Mesías y cuál es su relación con Elohim. Para este propósito leemos:
* “Los reyes de la tierra se aprestan, y los gobernantes toman consejo juntos, contra Yhwh, y contra su Ungido [en hebreo Mashíaj, “Mesías”] … Él que se sienta en los cielos se ríe; Yhwh se burlará de ellos … Yo declararé mi decreto: Yhwh me ha dicho: Tú eres mi Hijo; hoy te he engendrado.” –Salmo 2:2, 4, 7 (H)
El Talmud dice: “Nuestros Rabinos enseñaron: El Santo, bendito sea, le dirá al Mesías, el hijo de David (que se revele pronto en nuestros días): Pídeme cualquier cosa, y te la daré, como está dicho: Yo contaré el decreto, etc. Hoy yo te he engendrado, pídeme y yo te daré a las naciones como herencia.” –Sukáh 52ª (pág. 247 de la Edición Soncino del 1938).
Por lo tanto se nos dice también: La aplicación del término “hijo de Elohim” al Mesías descansa principalmente en el Salmo 2:7 y los otros pasajes mesiánicos, citados arriba.” –The Jewish Enciclopedia, vol. 11, pág. 461, art. “Son of God.”
Así encontramos a Yhwh, Adonay, el Padre, llamando al Mesías “Mi Hijo.” Así que al Mesías se refiere divinamente como el Hijo de Elohim (de Dios). Ahora notemos cómo fue confirmado esto mil años después de escribirse el Salmo 2. En el registro histórico se afirma que cuando el Mesías subió del agua después de ser sumergido por Juan:
* “He aquí una voz de cielo que dijo: Este es mi Hijo amado, en quien me complazco.” –Mateo 3:17.
Muchos de nuestro pueblo judío reconocieron el cumplimiento de las profecías mesiánicas que Elohim le había hecho a Israel a través de Sus profetas, y el mensaje se difundió:
* “Nosotros les declaramos a ustedes la buena nueva concerniente a la promesa hecha a los padres, que Elohim ha cumplido esto a nosotros sus hijos, levantando a Yeshúa tal como se había escrito en el Salmo segundo: Tú eres mi Hijo, hoy yo te he engendrado.” –Hechos 13:32, 33 (Gr.)
“Yahoshúa (Yeshúa)” significa “Salvación de Yah.”
22. El nombre “Yeshúa” (o Yahoshúa) le fue dado al Mesías porque Elohim se había propuesto libertar a su pueblo de la penalidad y el poder del pecado por medio de él.
Cuando el ángel de Adonay habló concerniente a Miriam y al nacimiento del Mesías, dijo: “El que está en ella es engendrado del espíritu santo. Y ella dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Yeshúa, porque él salvará a su pueblo de sus pecados.” –Mateo 1:23 (Gr.).
El año de su aparecimiento predicho
23. En la lección 20 hemos estudiado la profecía que revela el año del aparecimiento del Mesías dentro del pueblo elegido de Elohim. La profecía fue dada más de 500 años antes de que ocurriera su aparecimiento. Está registrada en estas palabras concernientes a las 70 semanas proféticas adjudicadas a Jerusalem y a la nación judía:
* “ Sabe pues y entiende: Desde la salida de un mandato para restaurar y reedificar a Jerusalem hasta el Príncipe Mesías [habrá] siete semanas y 62 semanas.” –Daniel 9:25 (Heb.).
Como se explicó en el estudio previo, “La profecía de los 490 años,” en la Lección 20 mostramos que según Esdras capítulo siete el mandato, o decreto, para que el pueblo judío completara la restauración y reedificación de Jerusalem salió en el otoño del año 457 a.e.c. Vea también Esdras 6:14.
24. Volviendo ahora al texto, notamos que desde la salida de este decreto habría siete semanas (de años) y 62 semanas (de años), que nos da un total de 69 semanas. Siendo que hay siete años en una semana de años, siete veces 69 nos da 483 años. También, según Ezequiel 4:6 y Números 14;34, en la profecía bíblica un día simbólico representa un año. Así, estos 483 días proféticos representan 483 años literales. Sumando los 483 años al otoño del año 457 a.e.c. llegamos al otoño del año 27 de la Era Común (corrientemente conocida como 27 D.C.). En el otoño del año 27 e.c. encontramos que Yeshúa, el Mesías, vino al río Jordán. Note este registro del cumplimiento de esta profecía de tiempo:
* “Entonces Yeshúa viene de Galilea a Juan en el Jordán para ser sumergido por él. Pero él [Juan] le impedía, diciendo: Yo tengo necesidad de ser sumergido por ti, ¿y tú vienes a mí? Y respondiendo, Yeshúa le dijo: Permite[lo] ahora; porque así nos conviene cumplir toda justicia. Entonces él le permite. Y habiendo sido sumergido, Yeshúa subió inmediatamente del agua; y, he aquí, se abrieron los cielos, y él vio el espíritu de Elohim descender como una paloma, [y] y venir sobre él. Y he aquí, una voz del cielo, decía: Este es mi hijo amado, en quien me he complacido mucho.” –Mateo 3:13-17 (Gr.)
No mucho después de eso Juan “ve a Yeshúa venir a él, y dice: He aquí el Cordero de Elohim, el que lleva el pecado del mundo.” –Juan 1:29 (Gr.)
25. Así se cumplió la profecía de tiempo de los 483 años que indicaba cuando aparecería el Mesías para comenzar su ministerio público de tres años y medio, después de cuyo tiempo se ofrecería a sí mismo como sacrificio por los pecados del pueblo. El Talmud parece confirmar el hecho de que el Mesías debía venir 4,000 años después de la creación. Note esta afirmación:
“El Tanna rebe Eliyahu enseña: El mundo ha de existir por 6,000 años. En los primeros 2,000 años hubo desolación; por 2,000 años floreció la Toráh; y los siguientes 2,000 es la era mesiánica, pero por nuestras muchas iniquidades todos estos años se han perdido.” Sanhedrín 97ª y 97b (vol. 2, pág. 657 de la Edición Soncino del 1935). La nota editorial número 10 en la misma página comenta: “e.d. el Mesías vendrá dentro de ese periodo.” Y la nota al calce número 11 añade: “él debió haber venido al comienzo de los últimos 2,00 años; el retraso se debe a nuestros pecados.”
Según la Santa Palabra de Elohim, la Biblia, el Mesías vino hace alrededor de 2,000 años; y según el Talmud, él debió haber venido en ese tiempo.
Su entrada a Jerusalem
26. Ahora, note algunas otras profecías y su cumplimiento según se registran a continuación:
Profecía: “Regocíjate grandemente, o hija de Sión, y grita, oh hija de Jerusalem; he aquí tu Rey vendrá a ti, justo, y teniendo salvación; humilde y montado en un asno, y en un asnillo, la cría de un asna.” Zacarías 9:9 (Heb.).
Cumplimiento: “Y los discípulos, yendo y haciendo como Yeshúa les había dirigido, trajeron el asna y su cría, y pusieron sobre ellos sus vestidos, y él se sentó sobre ellos. Y la gran multitud ponía sus mantos en el camino, y otros cortaban ramas de los árboles y las tiraban en el camino. Y las multitudes que iban delante de él y las que lo seguían gritaban diciendo: Hosanna al Hijo de David; bendito el que viene en el nombre de Yhwh; hosanna en las alturas.” –Mateo 21:6-9 (Gr.).
En el Talmud se dice concerniente al Templo: “Pero Zacarías, profetizando en los días del segundo [Templo], proclamó: Regocíjate grandemente, oh hija de Sión; grita, oh hija de Jerusalem; he aquí, tu rey viene a ti, justo, y teniendo salvación; humilde, y montado en un asna, y en un asnillo, hijo de asna [Zac. 9:9]” –Sanhedrín 99ª (vol. 2, pág. 669, de la Edición Soncino del 1935).
“Similarmente será con el Redentor posterior,” dice un tratado Mishnaico, “como se ha dicho, Humilde y montado en un asna” (Zac. 9:9). –Midrásh Rabáh, sobre Eclesiastés, capítulo 1, secc. 9, parte 1 (pág. 33 de la Edición Soncino del 1939)
Vendido por Treinta Piezas de Plata
27. Este evento fue predicho en el siglo sexto Antes de la Era Común:
Profecía: “Les dije: si les parece bien, denme mi precio; y si no, olvídenlo. Así que pesaron por mi precio 30 piezas de plata.” Zacarías 11:12 (Heb.)
Cumplimiento: “Entonces uno de los doce, llamado Judas Iscariote, fue a los principales sacerdotes, y les dijo: ¿Qué me darán para que se los entregue? Y convinieron con él por treinta piezas de plata.” –Mateo 26:14, 15.
Traicionado por un amigo
28. Este evento fue predicho cerca del año 1,000 a.e.c.:
Profecía: “Porque no [fue] un enemigo [el que] me reprochó, o yo lo habría podido soportar; tampoco un adversario se engrandeció contra mí, o yo me habría escondido de él. Pero [fuiste] tú, un hombre como mi igual, mi compañero y mi amigo familiar, cuando tomábamos dulce consejo juntos [y] caminábamos con la multitud en la casa de Elohim.” Salmo 55:12-14 (Heb.) Vea también Salmo 41:10; Zacarías 13:6.
Cumplimiento: “Y acercándose enseguida a Yeshúa, [Judas Iscariote] le dijo: Shalom, Rabí, y lo besó afectuosamente. Y Yeshúa le dijo: Amigo, ¿a qué has venido? Entonces, acercándose, le echaron mano a Yeshúa y lo apresaron.” Mateo 26:49, 50 (Gr.)
Dinero arrojado al Alfarero en la Casa de Yhwh
29. Este evento fue predicho en el siglo sexto a.e.c.:
Profecía: “Y Yhwh me dijo: Arrójalo al alfarero; un buen precio por el que fui valorado por ellos. Y tomé las treinta piezas de plata y las arrojé al alfarero en la casa de Yhwh.” Zacarías 11:13 (H).
Cumplimiento: “Y [Judas] arrojó las piezas de plata en el Templo, y se fue, y se colgó. Y los principales sacerdotes tomaron las piezas de plata … Y tomaron consejo, y compraron con ellas el campo del alfarero.” Mateo 25:5-7. Vea también los versos 9, 10.
Los discípulos lo abandonan
30. Esto fue predicho en el siglo seis A.E.C.:
Profecía: “Hiere al pastor, y se dispersarán las ovejas.” Zacariah 13:7 (J)
Cumplimiento: “Todo los discípulos lo abandonaron [a Yeshúa], y huyeron.” Mateo 26:56. Vea también Marcos 14:27.
Despreciado por su pueblo
31. Este trágico suceso fue profetizado en el siglo ocho A.E.C.:
Profecía: “[El Mesías] fue despreciado y rechazado de los hombres; varón de sufrimientos, y acostumbrado al dolor; y nosotros ocultamos de él nuestro rostro; fue despreciado, y no lo estimamos.” (Isaiah 53:3) (F)
Cumplimiento: “A lo suyo vino [Yeshúa], y los suyos no lo recibieron.” Juan 1:11
Acusado por falsos testigos
32. Este evento fue predicho como en el 1000 A.E.C.:
Profecía: “Falsos testigos se levantaron contra mí; (me) preguntaban sobre lo que yo no sabía.” Salmo 35:11 (Heb.)
Cumplimiento: “Y los principales sacerdotes y todo el Sanhedrín buscaban falsos testigos contra Yeshúa para poder darle muerte, y no hallaron muchos falsos testigos que se presentaran. Y más tarde dos, acercándose, dijeron: ‘Este hombre dijo: Yo puedo destruir el Templo de Elohim y edificarlo en tres días.” (Mateo 26:59, 60 (Gr.)
Golpeado y escupido
33. Esta ocurrencia fue predicha en el siglo ocho A.E.C.:
Profecía: “Di mi espalda a los que me golpeaban, y mis mejillas a los que me halaban la barba; no escondí mi rostro de la vergüenza y los esputos.” Isaiah 50:6 (J)
Cumplimiento: “Entonces le escupieron la cara, y lo abofetearon; y otros lo golpeaban con la palma de la mano.” Mateo 26:67
Mudo ante sus acusadores
34. Esta actitud se reveló como en el 712 A.E.C.:
Profecía: “Fue oprimido y afligido, no abrió su boca; fue llevado como el cordero al matadero, y mudo como la oveja ante sus trasquiladores, no abrió su boca.” Isaiah 53:7
Cumplimiento: Y cuando fue acusado de los principales sacerdotes y ancianos, no respondió nada. Entonces Pilato le dijo: ‘¿No oyes cuántas cosas testifican contra ti? Y él nunca le respondió una palabra; por lo cual el gobernador se maravilló grandemente.” Mateo 27:12-14.
Herido y magullado
35. Este mal fue prefigurado en el siglo ocho A.E.C.:
Profecía: “Herido fue por nuestras transgresiones; magullado por nuestras iniquidades; el castigo de nuestra paz (fue) sobre él, y por sus laceraciones fuimos nosotros curados.” Isaiah 53:5 (Heb)
Cumplimiento: Habiendo azotado a Yeshúa, [Pilato] lo entregó para que fuera crucificado. Entonces los soldados … habiendo tejido una corona de espinos, la pusieron sobre su cabeza,” etc. Mateo 27:26, 29 (Gr.)
Su fuerza le falló
36. Esto fue profetizado como en el 1000 A.E.C.:
Profecía: “Mis rodillas están débiles por el ayuno; y mi carne carece de gordura.” (Salmo 109:24 (H).
Cumplimiento: “Y llevando su cruz siguió adelante.” Juan 19:17. “Lo tomaron [a Yeshúa] y tomando a Simón, cierto cireneo que venía del campo, le pusieron encima el madero para que lo cargara tras Yeshúa.” Lucas 23:26 (Gr.)
Manos y pies traspasados
37. Una de estas dos afirmaciones fue escrita como en el 1000 A.E.C. y la otra como en el 500 A.E.C.:
Profecía: “La reunión de los impíos me rodeó; traspasaron mis manos y mis pies.” Salmo 22:17 (H).
“Y mirarán a aquel a quien traspasaron.” Zacariah 12:10 (Heb.). “Y uno le dirá: ‘¿Qué son esas heridas entre tus manos?’ Entonces él responderá: ‘Con las que fui herido en la casa de mis amigos.” Zacariah 13:6 (J).
Cumplimiento: “Por tanto [Pilato] lo entregó [a Yeshúa] a ellos para que fuera crucificado; y él, cargando su madero por sí mismo, salió hacia el lugar que se llama de la Calavera, el que se llama Gólgota en hebreo, donde lo crucificaron… Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliera la escritura que dice: Mirarán a aquel a quien traspasaron.” Juan 19:16-18, 36, 37 (Gr.)
Oraría por sus perseguidores
38. Esta afirmación fue hecha más de 700 años A.E.C.:
Profecía: “Hizo intercesión por los transgresores.” Isaiah 53:12 (J)
Cumplimiento: “Y Yeshúa dijo: Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen.” Lucas 23:34 (Gr.).
La gente menearía la cabeza
39. Esto se predijo como en el 1000 A.E.C.:
Profecía: “Vine a ser también una burla para ellos; cuando me miraban meneaban la cabeza.” Salmo 109:25.
Cumplimiento: “Y los que pasaban se burlaban [de Yeshúa] meneando la cabeza.” Mateo 27:39.
La gente lo ridiculizaría
40. Esta profecía se escribió como en el 1000 A.E.C.:
Profecía: “Él confió en que YHWH lo libraría, que lo libre, siendo que se deleita en él.” Salmo 22:8 (H).
Ccumplimiento: “De igual modo también los principales sacerdotes burlándose de él [de Yeshúa], con los escribas y ancianos, decían: … Confió en Elohim, que lo libre ahora, si lo quiere.” Mateo 27:41, 43.
La gente se le quedaría mirando
41. Esta predicción fue hecha como en el 1000 A.E.C.:
Profecía: “Me veían y se me quedaban mirando.” Salmo 22:18 (H).
Cumplimiento: “Y la gente estaba de pie mirando [a Yeshúa].” Lucas 23:25.
El Mesías moriría por nosotros
42. Esta profecía se hizo en el siglo ocho A.E.C.:
Profecía: “Como cordero fue llevado al matadero… Verá el trabajo de su alma;… llevará sus iniquidades.” Isaiah 53:7, 11 (Heb.)
Cumplimiento: “Él [Yeshúa] ha aparecido para quitar el pecado por medio del sacrificio de sí mismo… Así también el Mesías, habiéndose ofrecido una vez para llevar los pecados de muchos, aparecerá la segunda vez, sin pecado, a los que lo esperan para salvación.” Hebreos 9:26, 28 (Gr.)
43. Esta afirmación fue hecha como en el 1000 A.E.C.:
Profecía: “Porque no abandonarás mi alma en el sepulcro; ni permitirás que tu Santo vea corrupción.” Salmo 16:10 (F).
Cumplimiento: “David,… viendo de antemano, habló concerniente a la resurrección del Mesías, que no sería dejado en el sepulcro, ni su carne vería corrupción. A este Yeshúa el Mesías, Elohim lo ha levantado, de lo cual todos nosotros somos testigos.” Hechos 2:29-32 (Gr.). “Y respondiendo, el ángel le dijo a la mujer: No temas; pues sé que buscas a Yeshúa, el que fue crucificado. No está aquí, porque ha sido levantado, como dijo. Ven y ve el lugar donde yacía. Y yéndose rápidamente de la tumba, con temor y gran gozo, corrieron a informar a Sus discípulos. Y he aquí, Yeshúa les salió al encuentro, diciendo: ¡Saludos! Y acercándose, ellas le asieron de los pies y le rindieron homenaje.” Mateo 28:5-9 (Gr.).
44. En esta lección hemos estudiado algunas de las más maravillosas profecías concernientes al Mesías, y sus cumplimientos. Debemos tener en mente el hecho de que hay sobre 300 puntos de profecía acerca de él. Así que sólo hemos comenzado a tocar el vasto número de profecías que hay en la Biblia para probar que el Mesías ha venido, que no es otro que el nombrado por Elohim mismo, Yeshúa el Mesías.
45. El mismo Yeshúa ha tenido tan maravillosa influencia en el mundo que ha dividido los siglos en dos eras. Todo antes de él se fecha A.E.C. entre el pueblo judío, y A.C entre los gentiles. Todo después de él se fecha E.C. entre los judíos, y D.C. entre los gentiles. Así que, tan poderosa figura fue el Mesías, el Siervo del Elohim viviente, que todo se fecha antes de él y después de él. Toda la historia gira alrededor de su nombre.
46. Aquel que murió por nuestros pecados para que mediante él podamos tener vida eterna, es la figura más grande hoy día en toda la historia humana. Los más grandes de los hombres son sólo pigmeos en comparación con Yeshúa el Mesías. Todas las profecías señalan hacia al futuro retorno de nuestro Mesías judío, que no vendrá otra vez a morir por nuestros pecados, sino que esta vez vendrá a implantar en este mundo su reino donde nunca más conoceremos la muerte y donde el pecado no será más.
(Preparado en inglés por: The Israelite Heritage Institute. Versión española de: Publicaciones Menorah.)