1. El título de esta presentación es una pregunta milenaria, que ha sido formulada por muchos de nuestro pueblo judío.
Nuestro propósito es hallar lo que ha dicho el Todopoderoso acerca de esto en las Escrituras Sagradas.
2. El primer texto bíblico que notaremos es este:
· “¿Quién ha ascendido al cielo y ha descendido? ¿Quién ha recogido los vientos en sus puños? ¿Quién a atado las aguas en sus vestiduras? ¿Quién ha establecido todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y cuál es el nombre de su hijo, si lo sabes?” Proverbios 30:4 (J).
Aquí se han formulado varias preguntas con referencia a la creación de nuestro mundo, y la última concierne al Creador. ¿Cuál es su nombre, y cuál es el nombre de su hijo, si lo sabes?”
¿Se refiere esto al Todopoderoso verdadero? ¿Significa esto que él tiene un Hijo?
3. El siguiente texto bíblico para nuestro estudio es:
· “Sabe y entiende esto: Desde la salida de un mandamiento para restaurar y reedificar a Jerusalem hasta el Príncipe Mesías (habrá) siete semanas y sesenta y dos semanas.” Daniel 9:25 (Heb).
Algunas traducciones de este texto dicen “el Mesías Príncipe.” La palabra para “ungido” es Mashíaj en hebreo, que se traduce como “ungido” o como “Mesías.” Aquí el Todopoderoso llama al Príncipe el Mesías.
4. Leamos ahora Daniel 12:1, 2 (H):
· “Y en ese tiempo se levantará Mikhael, el gran príncipe que está de parte de los hijos de tu pueblo; y habrá un tiempo de angustia como nunca lo hubo desde que hubo nación hasta ese mismo tiempo; y en ese tiempo será librado tu pueblo, todo el que se encuentre escrito en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se levantarán.”
Note que “en ese tiempo se levantará Mikhael, el gran príncipe.”
En el Talmud Babilonio se dice que “el Príncipe del Universo le dijo [al Todopoderoso]: ‘Soberano del Universo. Ella [la tierra] cumplió tu deseo [de canciones de alabanza] a favor de este hombre justo [el rey Hezekiah].” –Sanhedrín 94ª (vol. 2, p. 63, en la edición Soncino del 1935). Una nota editorial al calce comenta sobre la expresión “el Príncipe del Universo” diciendo: “Éste es un ángel especial puesto sobre todo el mundo, distinto de los ángeles guardianes de las naciones separadas. Se ha identificado con Metatrón;” etc. –Id.
La Enciclopedia Judía dice que el “Tárgum Yer. Hasta Exo. 24:1 tiene Mikhael en lugar de Metatrón… Los antiguo comentadores con sobrada razón identificaron al príncipe del mundo con Metatrón (Hul. 60ª; Zeb. 16b; Sanh. 94ª)… Mientras que como se notó anteriormente, Tar. Yer. Hasta Exo. 24:1 sustituye el nombre de Mikhael en lugar de Metatrón, que se encuentra en otras fuentes.” –Vol. 8, p. 519, artículo “Metatron.”
La misma obra señala que “los profetas desarrollaron la esperanza de un anhelado futuro mesiánico mediante el reinado de un hijo de la casa de David;” y al hacerlo así cita el hecho de que “en Dan. 12:2 la resurrección se extiende tanto a los impíos como a los justos: los últimos ‘se levantarán a vida eterna,’ los primeros ‘a vergüenza y horror perpetuos.’ (A. V. ‘contemt’) –Vo. 5, p. 209, art. “Eschatology.”
El Dr. Judah B. Slotki al comentar sobre Daniel 12 correctamente acota: “Las autoridades judías generalmente toman este capítulo como que se refiere al futuro remoto que introducirá el advenimiento de le era mesiánica.” –Daniel, Ezra, Nehemiah, pp.100, 101 (Imprenta Soncino, Londres: 1966).
5. Si el Todopoderoso llama al Mesías “el Príncipe,” y a Mikhael se le llama “el Gran Príncipe,” entonces Mikhael sería otro nombre para el Mesías. Veamos la palabra hebrea Mikhael, que se ha españolizado como “Miguel.” Este es un compuesto de tres términos hebreos: (a) mi, que significa ¿quién?, (b) ka, que significa “como,” y (c) ‘El, que significa el Todopoderoso. Así que el nombre del Mesías “Mikhael,” proclama una pregunta cuya respuesta es “nadie”: ¿Quién [es] como el Todopoderoso? ¡Nadie!
Además, para mostrar que es al Mesías a quien el Todopoderoso se refiere, lo llama “Mikhael, el gran príncipe.” Observe ahora la última parte del versículo:
· “Y en ese tiempo será librado tu pueblo.”
Reconocemos que cuando venga el Mesías habrá de librar al pueblo del Altísimo. Por eso es que en los Libros de Oración judíos, en el Talmud y en el Midrásh Rabáh leemos que el hijo de David, el Mesías, el Redentor, el Libertador, rescatará al pueblo del Eterno. El hecho de a Mikhael se le llame el Príncipe y también el que habrá de librar al pueblo, muestra que este texto se refiere a la venida del Mesías. Además, ¿no es un hecho que el que habrá de levantar a los justos muertos de sus tumbas es el Mesías? Este pensamiento se recalca en el verso 2 (H):
· “Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se levantarán.”
6. Otro punto a considerase es que Yhwh es el Rey. Note el Salmo 47:8 (H):
a. “Porque Elohim es el Rey de toda la tierra.”
Este texto muestra que Yhwh Elohim es el Rey. Sí, él es el Rey no sólo de esta tierra sino de todo el universo. Siendo que él es el Rey, ¡cuán lógico es que el Mesías sea el Príncipe! ¿No es la relación del Príncipe con el Rey la de un hijo con el padre? Siendo que Yhwh es el Rey y el Mesías es el Príncipe, entonces el Mesías es el Hijo del Rey.
7. Leeremos ahora Proverbios 30:4-6 (J) de nuevo:
· “¿Quién ha ascendido al cielo y ha descendido? ¿Quién ha recogido los vientos en sus puños? ¿Quién a atado las aguas en sus vestiduras? ¿Quién ha establecido todos los términos de la tierra? ¿Cuál es su nombre, y cuál es el nombre de su hijo, si lo sabes?” Proverbios 30:4 (J).
Observe que el Creador ha formulado tres importantes preguntas: (a) ¿Quién creó el mundo? (b) ¿Cuál es su nombre? (c) Y ¿cuál es el nombre de Su hijo?
En cuanto al nombre del Creador, en la Biblia Hebrea el nombre específico del Eterno es YHWH (Yhwh). Sin embargo este nombre ha sido erróneamente vertido por algunos traductores españoles como “Jehová.” En el siglo ocho los eruditos Masoretas añadieron los signos vocálicos al texto de la Biblia Hebrea.. Siendo que el pueblo judío consideraba entonces que el nombre divino YHWH (Yhwh), era muy sagrado para pronunciarlo, los masoretas le dieron a YHWH (Yhwh) los puntos vocálicos que le pertenecen a ‘DNY Adonáy (Soberano). Como resultado de esto, cuando nuestro pueblo hebreo, al leer en voz alta las Escrituras, llegaban al nombre YHWH (Yhwh), no lo pronunciaban como tal sino que en su lugar decían ‘DNY (Adonáy).
Los maestros del Midrásh aplican Proverbios 30:4-6 al Todopoderoso y a su hijo –Israel– en Éxodo 42:2.
“Se dice del Adonai: ¿Cuál es su nombre? ‘Todopoderoso’ es su nombre. ‘Yhwh de los Ejércitos’ es su nombre. ¿Y cuál es el nombre de su hijo, si lo sabes? ‘Israel es mi hijo, mi primogénito’ Exo. 4:22)” —Midrásh Rabbáh, sobre Números, cap. 12, sección 11 (vol. 1, p. 479, de la edición Soncino de 1939).
En esa cita la palabra “hijo” se le aplica a Israel como se hace en Éxodo 4:22. Pero requiere una consideración adicional.
“El santo, Bendito sea, le dijo a Moisés: Así como he hecho a Jacob mi primogénito, porque dice: Israel es mi hijo, mi primogénito (id, 4, 22), así yo haré al Rey Mesías un primogénito, como dice: Yo también lo nombraré primogénito (Sal. 89:28).” —Midrásh Rabáh, sobre Éxodo, cap. 19, sec. 7 (ps.237-238 , de la edición Soncino del 1961).
La referencia en el Salmo 2:7 (H): “Tú eres mi hijo,” se refiere a un individuo, no a un pueblo.
El registro talmúdico afirma: “Nuestros Rabinos enseñaron que el Santo, bendito sea, le dirá al Mesías, el hijo de David (¡que se revele pronto en nuestros días!): ‘Pídeme lo que quieras, y yo te lo daré, como se dice: “Hablaré del decreto, etc. Yo te he engendrado hoy’,” etc. —Sukáh 52ª (p. 247 de la edición Soncino del 1938).
8. Concerniente al nombre del Hijo, leemos:
· “He aquí Yhwh ha proclamado hasta el fin de la tierra: Díganle a la hija de Sión: ‘He aquí tu salvación viene; he aquí su galardón está con Él, y su recompensa delante de Él.’ Y los llamarán El pueblo santo, Los redimidos de Yhwh.” Isaiah 62:11, 12 (J).
En ese pasaje de la Escritura el sustantivo hebreo traducido al español como “salvación” es yeshá, singular en número y masculino en género. Se usa 36 veces en las Escrituras hebreas y se traduce al español como “salvación” 32 veces, siendo las cuatro excepciones “seguridad” (en Job 5:4, 11; Salmo 12:6) y “salvando” (en Salmo 20:7). Sin embargo esta proclamación dice: “He aquí tu salvación viene, Su galardón está con Él, y su recompensa delante de Él.” Verso 11. Las palabras “Su” en masculino (dos veces) y “Él” ciertamente implican, sin lugar a dudas, que un Salvador divino es quien trae esa “salvación” con Él cuando venga a dar a los hombres su galardón y recompensa. Esa “salvación” (yesháh), según muchas profecías bíblicas ha de ser traída por el Mesías, cuyo nombre es Yahshúa (Yeshúa) –“Salvación de Yhwh”– como ya hemos señalado.
Así que el Todopoderoso no sólo nos ha revelado que el Mesías es Su Hijo, sino también el nombre hebreo del Mesías.
9. Veamos ahora esta afirmación:
· “¿Por qué están las naciones en conmoción? ¿Y por qué los pueblos murmuran en vano? Los reyes de la tierra se levantan, y los gobernantes se juntan en consejo, contra Yhwh y contra su ungido: Rompamos sus coyundas y echemos de nosotros sus cuerdas. El que se sienta en los cielos se ríe, Yhwh se burla de ellos. Luego les hablará en Su ira, y los aterrorizará en su gran enojo: En verdad soy yo quien ha establecido mi rey en Sión, mi santo monte. Yo diré el decreto: El Soberano me dijo: ‘Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré naciones por tu herencia, y los cabos de la tierra por tu posesión. Tú las quebrarás con vara de hierro: las harás pedazos como a vasija de alfarero.’” Salmo 2:1-9 (J).
Donde dice “el Señor” en algunas versiones (“el Soberano” aquí), representa el tetragrama en hebreo. Además, la palabra mashíaj traducida como “ungido” en el texto español del Salmo 2:2 puede también con igual consistencia traducirse como “Mesías.”
10. Hay algunas palabras particulares en el hebreo que nos capacitarán a entender el pasaje con mayor facilidad.
· “¿Por qué están los goyím en conmoción? ¿Y por qué los pueblos murmuran en vano? Los reyes de la tierra se levantan, y los gobernantes se juntan en consejo, contra Yhwh y contra su ungido: Rompamos sus coyundas y echemos de nosotros sus cuerdas. El que se sienta en los cielos se ríe, Yhwh se burla de ellos. Luego les hablará en Su ira, y los aterrorizará en su gran enojo: En verdad soy yo quien ha establecido mi rey en Sión, mi santo monte. Yo diré el decreto: El Soberano [Adonáy] me dijo: ‘Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré naciones por tu herencia, y los cabos de la tierra por tu posesión. Tú las quebrarás con vara de hierro: las harás pedazos como a vasija de alfarero.’” Salmo 2:1-9 (J).
Luego habla el Mesías: “Yo diré el decreto: Yhwh [Yhwh] me ha dicho: Tú eres Mi hijo.”
Nótese aquí cuán diáfanamente la Escritura hace claro que en este texto Yhwh es el Padre, porque lo hallamos diciéndole al Mesías: “Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy.”
11. Estamos seguros de que esto se refiere al Mesías. Estamos seguros porque la última parte del verso dos dice que “los reyes de la tierra se levantan, y los gobernantes se juntan en consejo, contra Yhwh y contra Su Mashíaj (Mesías, “Ungido”). Véase la sección 8. Por lo tanto, este capítulo entero trata de Yhwh, el Padre, y del “Ungido,” el Mesías, que es su Hijo. El Salmo 2 predijo la determinada oposición con la que se enfrentaría el Mesías, el Hijo de Elohim, y sin embargo predice su triunfo sobre sus enemigos.
12. Leamos ahora los versos 7 al 9 (J):
· “Tú eres mi hijo, yo te he engendrado hoy. Pídeme, y te daré las naciones [los goyím] por tu herencia, y los cabos de la tierra por tu posesión. Tú las quebrarás con vara de hierro: las harás pedazos como a vasija de alfarero.”
Ahora preguntamos otra vez: ¿Quién es este “hijo” del que se habla aquí? Algunos comentadores han sugerido que el “hijo” en el Salmo 2 se refiere a David; otros dicen que se refiere a Salomón, el hijo de David. Pero este pasaje dice: “Dichosos son todos aquellos que ponen su confianza en Él.” Verso 12 (H). El Todopoderoso nunca nos ha dicho que pongamos nuestra confianza en ningún ser humano, sea David, o Salomón, o cualquier otra persona. De hecho, él no prohíbe poner nuestra confianza en hombres mortales. Él dice: “Maldito es el hombre que confía en el hombre, y hace de la carne su brazo.” (Jeremiah 17:5) (J).
Además, en el Talmud leemos esto sobre el significado de la expresión “contra Yhwh y contra su ungido” (verso 2):
“‘Contra Elohim y Su Mesías’ como está dicho: ‘¿Por qué están las naciones en conmoción, y por qué los pueblos murmuran en vano, etc.” —Abodáh Zaráh 3b (p. 9 de la edición Soncino del 1935).
El pasaje de la Escritura citado del Salmo 2 es en realidad una maravillosa vista anticipada del Mesías y su obra. Es muy evidente, entonces, que este salmo se refiere a una persona divina, al Rey (verso 6) y también al Mesías (verso 2), el Hijo de Elohim (verso 7), quien eventualmente heredará la tierra y los últimos confines de la tierra como su posesión (verso 8), quien merece nuestra confianza (verso 12).
13 David, el dulce cantor de Israel, le aplicó al Mesías el título adón (señor), cuando por inspiración divina escribió en el Salmo 110:
· “Yhwh dijo a mi señor [adoní]: Siéntate a mi diestra, hasta que haga a tu enemigos estrado de tus pies. La vara de tu poder Yhwh enviará de Sión: ‘Gobierna en medio de tus enemigos.’ Tu pueblo se te ofrece voluntariamente en el día de tu batalla; en adornos de santidad, desde el vientre de la aurora, tuyo es el rocío de tu juventud. Yhwh ha jurado, y no se arrepentirá: ‘Tú eres sacerdote a la manera de Mekizedek.’ El Soberano [Adonai] a mi diestra aplasta reyes en el día de Su ira. Él juzgará as las naciones.” Salmo 110:1-6 (J).
14 El texto hebreo muestra que aquí se refiere a personas distintas: uno es Yhwh y otro es “adoní” (mi señor). ¿Y a quién le está hablando Yhwh? Le está hablando a nadie menos que al Mesías.
Además, nótese cómo en el Midrásh Rabáh se aplica este pasaje al Mesías:
“ Esa misma vara está también destinada a estar en la mano del Rey Mesías (que sea pronto en nuestros días); como está dicho: La vara de tu poder Yhwh la enviará desde Sión; gobierna en medio de sus enemigos. Sal. cx:2).” —Midrásh Rabáh, sobre Números, capítulo 18, sec. 23 (vol. 2, p. 744, de la edición Soncino del 1939).
En el verso 4 Yhwh le dice al Mesías:
· “Tú eres sacerdote para siempre a la manera de Melkizedek.”
15. Una lectura detenida de este pasaje muestra que la autoridad suprema de la Divinidad descansa solamente en Yhwh y que él le confiere la autoridad al Mesías. La idea de que hay dos Todopoderosos no es bíblica (y mucho menos tres). El Mesías siempre estuvo sujeto a Yhwh, quien es su superior.
16 Consideremos ahora Proverbios 8:20-36. Note que el término “sabiduría” está personificado. La sabiduría se representa como alguien que se relaciona con el Creador. Ciertamente entonces, se refiere al Mesías.
17. ¿Qué leemos en este texto? El verso 22 dice en hebreo:
· “Yhwh me creó* en el principio de su camino, antes de sus obras de antaño.”
Antes de que Yhwh creara este mundo, el Mesías ya existía.
18. Tome nota de los versos 23 a 25:
· “Fui establecida desde la eternidad, desde el principio, desde que hubo la tierra. Cuando no había abismos, fui producida; cuando no había fuentes repletas de agua. Antes de que fueran establecidos los montes, antes de las colinas fui producida yo.”
La preexistencia del Mesías es reconocida por los antiguos maestros judíos en los escritos talmúdicos. Comentado el Salmo 72:17 se dice esto:
“El nombre del Mesías, como está escrito, Su nombre durará para siempre, ¡y ha existido antes del sol! –Te diré: solamente su cavidad [del sol] fue creada antes de ser creado el mundo, pero su fuego [fue creado] en la víspera del Sábado.” –Pesajím 54ª (ps. 265, 266, de la edición Soncino de 1936).
19. Estas palabras en Proverbios 8:27 (H) son muy significativas:
· “Cuando él preparaba los cielos, allí estaba yo.”
20. Ahora note los versos 29 y 30 (H) también:
· “Cuando les estableció a los mares su límite para que las aguas no pasaran más allá de su orilla; cuando señaló los fundamentos de la tierra; entonces yo estaba a su lado, como uno que se crió con él; y yo era diariamente su deleite, regocijándome siempre delante de él.”
21. Tome nota de Proverbios 8, verso 32 (H):
· “Ahora pues, escúchenme, hijos, porque dichosos son los que guardan mis caminos.”
22. Observe también estas palabras del mismo capítulo en el verso 33 (H):
· “Oigan instrucción y sean sabios, y no la rechaces.”
23. Note también los versos 34 y 35 (H):
· “Dichoso el hombre que me escucha, vigilando diariamente a mi puerta. Porque el que me encuentra, encuentra la vida, y obtendrá el favor de Yhwh.”
Todo el que encuentra al Mesías encuentra vida eterna, y dichos son aquellos que entran en esta maravillosa promesa.
24. Este era el mensaje de los profetas de mucho tiempo atrás. Con Yhwh “está la fuente de la vida” Salmo 36:10 (H). “En el camino de justicia hay vida” Proverbios 12:28 (H). La Persona designada como la sabiduría declaró: “El que me encuentra, encuentra la vida.” Proverbios 8:35 (H). Sí, “y vida eterna.” Salmo 133:3 (H).
25. Puede surgir la pregunta: ¿Por qué es que sólo unos pocos hallan la verdad? La respuesta a esta pregunta es que la mayoría no toma tiempo para estudiar la Palabra del Eterno para conocer lo que es la verdad, ni con una determinación de aceptarla cuando la encuentren.
26. Ya hemos leído en Proverbios que el Mesías estaba con el Creador durante la creación. Ahora leamos:
· “Y dijo Elohim: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza. … Y Elohim creó al hombre a Su propia imagen, a imagen de Elohim lo creó; varón y hembra los creó.” Génesis 1:26, 27 (H).
¿A quién le hablaba Elohim cuando dijo: “Hagamos”? Según las Sagradas Escrituras, como se explica en otro lugar de esta presentación, él le hablaba al Príncipe del universo, al Mesías.
27. Esto no significa que Elohim sea una entidad plural que compone una trinidad. Esto es un concepto ajeno a la Biblia y al judaísmo. Aquí el que habla es Elohim, una persona. Y Elohim le habla a otra persona. Algunos piensan que le hablaba a los ángeles, otros piensan que le hablaba al Mesías. Pero como quiera, esa otra persona no es parte del Elohim sino una persona aparte.
¿A quién se dirigía Elohim en este diálogo? Rashi, el notable comentador judío sugiere que Elohim se dirigía a los ángeles. Pero en ninguna parte de la Escritura se dice que le hombre fue creado a imagen de los ángeles. Fue creado a imagen de Elohim y de aquel que estaba junto a Elohim en la creación. ¿Y quién pudo ser ese sino el Mesías? No se necesita más que un Dios para crear y gobernar el universo. Pero Ese todopoderoso eligió tener a su lado a ese ser, primera creación suya, el Gran Príncipe, que habría de ser eventualmente el Mesías.
28. No hay que olvidar el Shemá. “Oye, Israel, Yhwh nuestro Poderoso es un solo Yhwh.” La idea de que la palabra Elohim es plural y que por lo tanto denota una trinidad es totalmente errónea. El Shemá nos enseña que nuestro Poderoso es Uno Solo: el Padre.
29. Pero al lado del Padre estuvo el Gran Príncipe del cielo en la creación del universo, quien más tarde vino a ser Su Enviado, Su Ungido, Su Mesías. Y de esto dan testimonio las Escrituras Hebreas y muchos sabios judíos de la antigüedad
(Preparado en inglés por: The Israelite Heritage Institute, Traducción y adaptación de: Editorial Menorah.)