1. El tema del Mesías ha sido un tema muy querido por mucho tiempo en la historia de Israel. En el Talmud se enseña: “Todos los profetas profetizaron solamente para la era Mesiánica.” Shabbath 63a (vol. 1, p.295, en la edición Soncino del 1938).
Una obra de referencia ampliamente utilizada afirma que “la idea de un Mesías personal corre a través de todo el Antiguo Testamento. Es el producto natural de la esperanza profética futura.”The Jewish Encyclopedia, vol. 8, p. 506, col. 1, art. “Messiah.” Por la expresión “Antiguo Testamento” se quiere decir las Escrituras Sagradas escritas por Moisés y los demás profetas hebreos.
Otra obra semejante declara: “La idea de un Mesías personal ha venido a estar tan profundamente arraigada en la consciencia del pueblo que se da por sentado en la literatura rabínica.” -The Universal Jewish Encyclopedia, vol. 7, p. 501, col. 1, art. “Messiah.”
2. En el Talmud, en el Midrásh Rabbáh, y en la mayoría de los Libros de Oración encontramos que la esperanza mesiánica del antiguo Israel ha sido una esperanza muy querida por nuestro pueblo judío durante muchos siglos hasta el tiempo presente. Hay muchos, es verdad, que se han apartado tanto del Todopoderoso y de las Escrituras Sagradas que tienen poco conocimiento sobre el tema. Por lo tanto es apropiado que estudiemos este tema en este tiempo.
3. A través del mundo, millones de judíos aprecian y a menudo recitan los “Trece Principios de la Fe,” que fueron establecidos por Maimónides (Moshé Ben Maimón), el gran líder judío del siglo doce de la Era Común. El artículo número 12 de estos principios dice:
“Creo con plena fe en la venida del Mesías, y, aunque tarde, esperaré diariamente su venida.” -Daily Prayers, edición revisada, p. 165 (Traducción al inglés por el Dr. A. Th. Phillips y publicado por la Hebrew Publishing Company, Nueva York: n.d.).
El gran énfasis que se pone en esta creencia en la venida del Mesías como uno de los Trece Artículos de la Fe se revela en esta declaración: “Según Maimónides, el que rechace cualquiera de estos artículos es un incrédulo, y se coloca sí mismo fuera de la comunidad judía.” —The Jewish Encyclopedia, vol. 2, p. 151, col. 2, art. “Articles of Faith.”
4. Una preciosa promesa para Israel que se dio hace muchos siglos en Isaiah 59:20 (J) dice:
* “Vendrá un redentor a Zión, y a los que se vuelvan de la transgresión en Jacob, dice Yhwh.”
5. Leemos en el Talmud que “Rabí Yonatán dijo: Grande es el arrepentimiento, porque produce redención, como se dijo: Y vendrá un redentor a Zión, y a los que se vuelvan de la transgresión [Isaiah 59:20], esto es, ¿por qué vendrá un redentor a Zión? Por causa de aquellos que se vuelven de la transgresión en Jacob.” –Yoma 86b (p. 428 de la edición Soncino del 1938).
6. Amós, quien profetizó poco antes de Isaiah, hizo esta predicción divinamente inspirada sobre el futuro de Israel:
* “En ese día levantaré el tabernáculo de David que está caído, y cerraré las brechas que tiene, y lo edificaré como en los días de antaño.” Amós 9:11 (J).
7. La siguiente declaración del Talmud muestra que Amós 9:11 era considerado por nuestros maestros antiguos como una profecía mesiánica. Esta fue la respuesta que le dio Rabí Nahmán a la pregunta de Rabí Isaac:
* “El respondió: Aun así, como está escrito: En ese día levantaré el tabernáculo de David hanoféleth [que está caído].” Él respondió: ‘Así dijo Rabí Yohanán: En la generación cuando venga el Hijo de David [e.d., el Mesías], los eruditos serán pocos en número, y en cuanto al resto, sus ojos pasarán por tristeza y angustia.’” -Sanhedrín 96b, 97a, (vol. 2, p. 654, de la edición Soncino del 1935).
8. La declaración de Rabí Yohanán en el sentido de que habría pocos eruditos verdaderos en el tiempo de la venida del Mesías es muy impresionante. De igual manera pudiera decirse que hoy día son pocos en número los eruditos que creen y enseñan entre nosotros las profecías y promesas bíblicas del Mesías –como hijo del rey David y como heredero de su trono. Sin embargo, esa doctrina abunda en la mayoría de nuestros Libros de Oración como un legado doctrinal de nuestros padres de épocas pasadas. Este es un buen ejemplo del Sidur:
“¡Oh Dios y Dios de nuestros padres! Que nuestro recordatorio se eleve y llegue y sea acepto delante de ti, con el recordatorio de nuestros padres, del Mesías el hijo de David tu siervo, de Jerusalem tu santa ciudad, y de todo tu pueblo la casa de Israel, trayendo liberación y bienestar, gracia, bondad amorosa y misericordia, vida y paz en este Día de Expiación.” –Prayer Book for the Day of Atonement, pgs. 29,30, 127,179 (Traducción al inglés, revisada y aumentada por Hebrew Publishing Company, Ciudad de Nueva York: 1931) Véase también Daily Prayers, revisado, pgs. 201, 227,255,293-a,343,425, 567,599-601,651, 675 (Traducción al inglés por el Dr. A. Th. Phillips y publicado por la Hebrew Publishing Company, Ciudad de Nueva York: n.d.); y Day of Atonement, sección 1, ps. 23,24; sección 2, ps. 46,80 (Traducción al inglés por el Dr. H. Adler y publicada por la Hebrew Book Company, Ciudad de Nueva York).
Sí, el Mesías se menciona proféticamente como hijo [o descendiente] de David.
9. Ahora, la pregunta que surge naturalmente es: ¿Cuándo vendría el Mesías a librar al pueblo fiel del Poderoso? Las Escrituras Sagradas, en Daniel 12:1-4 (H), dicen:
* “En ese tiempo se levantará Mikael, el gran Príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y habrá un tiempo de angustia, como no lo hubo nunca desde que hubo nación hasta ese tiempo; y en ese tiempo será librado tu pueblo, todo el que se halle inscrito en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra despertarán, unos para vida eterna, y unos para vergüenza y confusión perpetua. Y los que sean sabios brillarán como el resplandor del firmamento; y los que lleven a muchos a la justicia, como las estrellas por siempre jamás. Pero tú, oh Daniel, cierra las palabras, y sella el libro, hasta el tiempo del fin; muchos correrán de aquí para allá, y se aumentará el conocimiento.”
10. En su comentario sobre Daniel 12, el Dr. J. J. Slotki apunta: “Este capítulo es generalmente tomado por las autoridades judías como que se refiere al futuro remoto que precederá al advenimiento de la era mesiánica.” –Daniel, Ezra, Nehemiah, pgs. 100,101 (Soncino Press, Londres: 1966).
Comentando sobre la expresión “hasta el tiempo del fin,” el Dr. Slotki dice que significa “hasta la era mesiánica.” –Idem., p. 102.
El “tiempo del fin,” se refiere al período que precede inmediata mente al aparecimiento del Mesías. Como señal para que sepamos cuándo habrá llegado el tiempo del fin, se le dijo al profeta que “muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento se aumentará.”
11. Cuando nació Abraham Lincoln, la gente no tenía otro medio de viajar, de labrar la tierra, de comunicación, o de transportación que los de Abraham, el padre del pueblo hebreo. ¡Pero qué tremendos cambios se han realizado desde que nació Lincoln! Hoy día no sólo hemos visto cómo ha aumentado el conocimiento a un extremo sorprendente, sino que muchos están corriendo –sí, volando– de aquí para allá a velocidades jamás imaginadas en tiempos de Lincoln. En los días de Lincoln el viaje de estados Unidos a Tierra Santa requería como tres meses en barco. Hoy día uno puede viajar a Israel en un avión de la línea aérea El Al en cuestión de 10 horas. Y ya los hombres hacen viajes de ida y vuela a la luna –casi 250,000 millas de distancia– a velocidades de centenares de millas por hora. Y mientras ellos han estado en la luna, nosotros los que quedamos en la tierra podemos observarlos a ellos en sus actividades sobre la superficie de la luna, oír su conversación con el centro espacial en la tierra.
12. Note además que la profecía de Daniel decía que “Habrá un tiempo de angustia, como nunca lo hubo desde hubo nación hasta ese tiempo.”
¿No estamos entrando ya en ese tiempo, en el que podemos esperar mayores angustias aun? Los hombres se están volviendo más temerosos y desesperados que nunca mientras contemplan las terribles posibilidades del futuro. Cada vez más personas se están volviendo más locas, más criminales, y más malas. Las guerras y las revoluciones están constantemente en las noticias. Problemas de todas clases son rampantes como era en los días de Noé cuando “la tierra se corrompió delante de Elohím, y la tierra estaba llena de violencia.” Génesis 6:11 (J).
Las poderosas bombas y otras armas terriblemente destructivas de nuestra era ciertamente contribuyen a hacer del “tiempo del fin” en que vivimos “un tiempo de angustia, como nunca se ha visto desde que hubo nación” sobre nuestro planeta. Todo esto hace más significativa la esperanza mesiánica, porque nos asegura que “en ese tiempo será librado tu pueblo [el pueblo de Daniel, los fieles y verdaderos entre el pueblo de Elohim].” Sí, una liberación hasta para los muchos justos muertos que “duermen en el polvo de la tierra,” porque ellos serán resucitados a vida eterna.
13. Nótese esta significativa profecía que se encuentra en Oseas 3:4,5 (H):
* “Los hijos de Israel estarán por muchos días sin rey, y sin príncipe, y sin sacrificio, y sin una imagen, y sin efod, y sin terafim. Después los hijos de Israel volverán, y buscarán a Yhwh, y a David su rey; y temerán a Yhwh y su bondad en los últimos días.”
14. Comentando esa profecía en Oseas 3:4,5, El Dr. Cohén identifica al David mencionado en el verso 5: “El prototipo de regiedad perfecta (cf. Eze. 34:23). El Targum lo identifica con ‘el Mesías Rey’.” –Los Doce Profetas, p. 13 (Soncino Press, Londres: 1969).
El Targum sobre Oseas 3:4,5 dice: “Los hijos de Israel morarán muchos días sin un rey de la Casa de David, y sin uno que ejerza domi nio sobre Israel, o que ofrezca sa crificios agradables en Jerusalem, y sin efod o anunciación. Después los hijos de Israel volverán y buscarán el servicio de Yhwh su Dios, y serán obedientes a su Mesías, el hijo de David su rey; y él les enseñará la adoración de Yhwh, y aumentará el bien que viene a ellos al fin de los días.”
15. En el Midrásh Rabbáh, sobre Génesis, capítulo 48, sección 6 (vol. 1, p. 408) se dice: “Así, en el futuro mesiánico Israel temerá, esto es: “Y vendrán en temor a Yhwh y su bondad (Hos. 3:5).”
16. El Dr. Joseph Klausner comenta: “No solamente el nombre ‘Hijo de David’ viene a ser un título estándar del Rey Mesías, sino también el mismo nombre David.” Y cita Oseas 3:5 y ciertas declaraciones talmúdicas para apoyar ese uso. Véase su obra El Ideal Mesiánico en Israel, p. 21 (Macmillan Co., Nueva York: 1955).
En las páginas 46-48 del mismo libro él muestra con aguda lógica que las palabras “David su rey” en esa profecía no pueden significar literalmente que el Rey David de tiempos antiguos vendrá a la vida para gobernar de nuevo sobre Israel, sino que Oseas se refiere a un Mesías individual, personal, que, como “fuerte redentor,” reinará sobre su pueblo.
17. El Dr. A. Cohén, en su obra Everyman’s Talmud, p. 347 (E. P. Dutton and Co. Nueva York: 1949) muestra hábilmente que el David a que se hace referencia en Oseas 3:4,5 es el Rey Mesías como hijo de David y heredero de su trono.
18. Esa profecía de Oseas 3:4,5 divinamente inspirada, se ha cumplido con asombrosa exactitud. Ciertamente es verdad que “por muchos días” –durante los pasados 19 siglos desde la destrucción de Jerusalem y el Templo por los ejércitos romanos en el 70 de la E.C.– los hijos de Israel han estado sin rey, príncipe, sacrificio, imagen, efod y terafim. Aunque privados de tantos de los preciosos privilegios y libertades que disfrutaron nuestros antepasados en su propia tierra tanto tiempo atrás, nunca hemos perdido la fe, porque sabemos que el Poderoso de Israel todavía vive y ama a los que son rectos con él.
19. Nótese que la misma predicción declara que “después los hijos de Israel volverán, y buscarán a Yhwh y su bondad en los últimos días.” Sí, va a haber un gran retorno de nuestros hijos e hijas al Poderoso de nuestros Padres “en los últimos días.” Y siendo que David ha estado muerto por casi 30 siglos, el “David su rey” a quien buscarán no puede ser otro que nuestro Mesías el hijo de David. Esa ha sido nuestra acariciada esperanza hasta el tiempo presente según se ha expresado arriba en el artículo 12 de los Trece Principios de la Fe.
20. En los Libros de Oración está el Yigdal, que se recita como resumen de los Trece Principios de la Fe. Dice: “En el tiempo del fin Él [Elohim] enviará a nuestro Mesías para salvar a todos los que esperan su ayuda final.” –Daily Prayer Book, p. 14 (Traducción al inglés por Phillip Birnbaum y publicado por la Hebrew Publishing Co. Nueva York: 1949). Véase también el Prayer Book for the Day of Atonement, p. 62a, 82 (Traducción al inglés por el Dr. A. Th. Phillips y publicado por Hebrew Publishing Co. Nueva York: 1931); Daily Prayers, edición revisada, pgs. 17, 321 (Traducción al inglés por el Dr. A. Th. Phillips y publicado por la Hebrew Publishing Co., Nueva York: n.d.); Day of Atonement, sección 1, p. 76; sección 2, p. 2 (traducción al inglés por el Dr. H. Adler y publicado por Star Hebrew Book Co., Nueva York: n.d.).
21. En Deuteronomio 4:27,30-32 (J), El Eterno le dio a Israel mediante Moisés una sorprendente advertencia acerca de las consecuencias de su fracaso en obedecer la instrucción que dio en las Escrituras Sagradas:
* “Yhwh los esparcirá entre los pueblos, y ustedes quedarán pocos en número entre las naciones, a las cuales Yhwh los arrojará… En tu angustia, cuando todas estas cosas hayan venido sobre ti, en el fin de los días, volverás a Yhwh, y escucharás su voz; porque Yhwh tu Poderoso es un Poderoso misericordioso;…Pues pregunta ahora desde un extremo de la tierra hasta el otro, si ha ocurrido una cosa tan grande como ésta, o si has oído algo igual.”
Así Yhwh dijo que esparciría a Israel entre las naciones por causa de su desobediencia. Y añadió que “en el fin de los días” –literalmente en el texto hebreo: “en los últimos días”– los judíos serían pocos en número (un grupo de minoría) en las tierras de su dispersión.
22. Uno de los peores tiempos de angustia para nuestro pueblo judío lo experimentaron cuando Adolfo Hitler se las ingenió para asesinar a seis millones durante su dictadura (1933-1945). Nunca antes tantos judíos habían sido matados en un genocidio deliberadamente planificado. Su número en el mundo fue reducido así de 18 millones a 12 millones.
23. ¿De qué es esto una señal? Es una señal de la segura venida del Mesías. Estamos viviendo en el tiempo del fin de esta Era de imperfección. La propia condición del mundo es una señal de que ha llegado el tiempo de que el Poderoso intervenga y envíe al Mesías para librarnos del poder del malo. Esto es algo en lo que hay que pensar, ¿no es cierto? Si éramos incrédulos antes de leer esto, ¿no podemos admitir ahora la autenticidad de la Palabra del Eterno, la Biblia? Cuando cosas como éstas se predicen en la Palabra de Elohim, tenemos evidencia de que la venida del Mesías es segura. Cualquier cosa que vayamos a hacer para estar preparados para la venida del Mesías, debemos hacerla pronto.
24. Los santos hombres que leían la Biblia sabían que vendría un tiempo de angustia sobre el mundo “como nunca lo ha habido desde que hubo nación.” Ellos presentían que estos sufrimientos serían tan terribles que oraban para que el Mesías no apareciera en sus días. Esto se cumplió en parte entre judíos que fueron tan desafortunados como para vivir bajo el gobierno de Hitler. Seis millones fueron a una muerte prematura simplemente porque eran judíos.
25 ¿Creemos nosotros los judíos de hoy día en la venida del Mesías? Muchos no creen. Esa es la idea también de algunos de nuestros líderes. Hubo un tiempo en que se estudiaban las Sagradas Escrituras, y nuestro pueblo judío creía en la venida del Mesías. El Talmud, los Targumim, los Midrashim, y los Libros de Oración revelan este hecho. Pero como él ha tardado, esto es, según el cálculo del hombre, ellos han perdido la esperanza mesiánica.
26. ¿Cómo vendrá el Mesías y cuál es el propósito de su venida? Vayamos a la Biblia:
* “Porque he aquí que el Eterno vendrá con fuego, y con sus carros como torbellino, a rendir su ira con furor, y su reprensión con llamas de fuego. Con fuego y con su espada combatirá Yhwh con toda carne; y los derribados de Yhwh serán muchos.” Isaiah 65:15, 16 (H).
27 Esto significa, entonces, que cuando venga el Mesías, los impíos serán destruidos. Él viene entonces “a lidiar con toda carne,” y los impíos vivos perecerán. Eso es lo que les espera a los perversos. ¿Pero qué en cuanto a las personas santas y piadosas? ¡Ah! Ellos serán redimidos y no verán la muerte. Note esta promesa concerniente al pueblo del Eterno:
* “Y en ese tiempo se levantará Mikaél [el Mesías], el gran príncipe que está por los hijos de tu pueblo; y habrá un tiempo de angustia, tal como no lo ha habido desde que hubo nación hasta ese tiempo; y en ese tiempo será librado tu pueblo, todos los que están escritos en el libro. Y muchos de los que duermen en el polvo de la tierra se despertarán, unos para vida eterna, y otros para vergüenza y confusión perpetuas.” Daniel 12:1, 2, (H).
28. Así que la Biblia enseña que los santos y justos que estén vivos en ese tiempo serán librados; y los justos muertos serán resucitados. En otra profecía leemos esto sobre la resurrección:
* “Así dice Yhwh Elohim: He aquí yo abriré sus sepulcros, y los haré salir de sus sepulcros, y los traeré a la tierra de Israel. Y ustedes sabrán que yo soy Yhwh, cuando haya abierto sus sepulcros, oh pueblo mío, y los haya sacado de sus sepulcros.” Ezekiel 37:12, 13 (H).
Esto muestra que nosotros podemos saber que él es el Soberano cuando saque a sus hijos de los sepulcros.
29. Acerca de los justos que han muerto antes de la venida del Mesías, hay un comentario midráshico que lee como sigue:
“¿Con qué propósito vendrá el Mesías real, y qué hará? Él vendrá a reunir a los exiliados de Israel.” –Midrásh Rabáh sobre Génesis, capítulo 98, sección 9 (edición Soncino, vol. 2, p. 957).
Así que otra razón para la venida del Mesías es congregar a todos los hijos de Israel. Que el Eterno nos ayude a estar espiritualmente preparados para ser contados en el número del Israel de Yhwh cuando venga el Mesías.
30. Un rabino de los tiempos talmúdicos dijo que el Todopoderoso tiene en sus manos ciertas llaves, una de las cuales es “la llave del reavivamiento de los muertos, porque está escrito: Y ustedes sabrán que yo soy Yhwh cuando haya abierto sus sepulcros [Ezek. 37:13].” –Taanít 2b (p. 3 de la edición Soncino del 1938).
31. La creencia en la resurrección de los muertos es un creencia altamente apreciada en la fe judía. El artículo número 13 de los Trece Principios de la Fe dice:
«Creo con plena fe que habrá una resurrección de los muertos en el tiempo en que le agrade al Creador, bendito sea Su nombre, y exaltado sea Su recuerdo por siempre jamás.” –Daily Prayers, p. 165 (Traducido al inglés por el Dr. A. Th. Phillips, y publicado por la Hebrew Publishing Co., New York).
El Libro de Oración abunda en alabanzas al Creador por la seguridad que da en las Sagradas Escrituras de que traerá los muertos a la vida. Una de tales afirmaciones dice: «Inscríbenos en el Libro de la Vida, por tu amor, oh Poderoso vivo»; y: «Tú levantas a los muertos, Tú eres poderoso para salvar.» –Idem, p. 217. «No hay nadie sino tú, oh Salvador nuestro, por la resurrección de los muertos.» –Idem p. 321.
32. Es muy evidente que cuando los Targumím, el Talmud, y los Midrashím fueron escritos, había maestros judíos que creían y enseñaban la doctrina bíblica de la venida del Mesías y de la resurrección de lo muertos. Cuán agradecidos debemos estar al Creador por la preciosa revelación que nos ha dado mediante nuestros profetas hebreos.
33. Leemos además sobre los planes del Eterno para los creyentes fieles en su Palabra escrita:
* “Porque he aquí que yo creo cielos nuevos y una tierra nueva; y las cosas pasadas no será recordadas, ni vendrán a la mente. Pero ustedes alégrense y regocíjense siempre en lo que yo estoy creado; porque he aquí que yo creo un regocijo a Jerusalem, y un gozo a su pueblo. Y me regocijaré en Jerusalem, y me gozaré en mi pueblo; y no se oirá más en ella voz de llanto, ni voz de clamor…El lobo y el cordero pacerán juntos, y el león comerá paja como el buey; y el polvo será el alimento de la serpiente. No harán mal ni destruirán en todo mi santo monte, dice Yhwh.” Isaiah 65:17-19, 25 (J).
* “Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que yo hago permanecerán delante de mí, dice Yhwh, así permanecerá la simiente de ustedes y su nombre. Y sucederá que de una luna nueva a otra y de un sábado a otro, vendrá toda carne a dorar delante de mí, dice Yhwh.” Isaiah 66:22, 23 (J).
* “Desde antiguo los hombres no han oído, ni han percibido por el oído, ni ojo ha visto un Poderoso aparte de ti, que trabaja para aquel que espera en él.” Isaiah 64:3 (J).
34. Esto es parte del maravilloso plan que el Eterno ha revelado acerca del mundo venidero. Este será el eterno hogar de aquellos que se entregan plenamente al Todopoderoso, que hayan experimentado lo que sabía David cuando oró: “Crea en mí un corazón nuevo, oh Elohim.” Salmo 51:12 (J). Esto significa aquellos que por la gracia divina obedecen los Mandamientos del Eterno, que observan el Sábado, que buscan estar preparados física y espiritualmente para la venida del Mesías. Leamos y meditemos en esta petición que se halla en uno de los más conocidos Libros de Oración:
«Sea tu voluntad, Adonáy nuestro Elohim y Elohim de nuestros padres, que guardemos tus leyes en este mundo, y así seamos dignos de vivir para ver y participar de la felicidad y la bendición en los días mesiánicos y en la vida del mundo venidero. –Daily Prayer Book, ps. 133, 540 (traducido al inglés por el Dr. Phillip Birnbaum y publicado por la Hebrew Publishing Co., New York: 1947).
35. Amigos, todos podemos decir: «Amén» a esa declaración. Que el Eterno ayude a cada uno de nosotros a guardar Su santa Ley, a seguir Su santa Biblia, y a vivir de tal manera que podamos estar preparados cuando venga el Mesías.
Cerramos con esta declaración del Talmud:
«Rabí Hiyyá ben Abba dijo en nombre de Rabi Yojanán: Todos los profetas profetizaron [todas las cosas buenas] solamente con relación a la era Mesiánica; pero en cuanto al mundo venidero, ‘ojo no ha visto, oh Yhwh, aparte de ti, lo que Él ha preparado para el que espera en Él‘.» –Sanhedrín 99a (vol. 2, p. 670).
(Preparado en inglés por: The Israelite Heritage Institute. Versión española de: Editorial Menorah.)