Contribuido por Wilfredo Torres
Unos de los temas mas controvertidos entre el judaísmo y el cristianismo es hasta qué punto la Ley o Torah ha sido sustituida o abolida por una teología de gracia. En la literatura hebrea nunca se enseño que el Mesías cambiaría la Torah y menos que aboliría la Ley. El Mesías para algunos establecería el reino de paz mundial que los judíos han estado esperando por miles de años. Los sectarios de Qumran esperaban al Mesías guerrero y los celotas al Mesías militar para aplastar los soldados romanos, para otros sería el Mesías sufrido y sacrificado, para algunos el Mesías sacerdote supremo; en el primer siglo había diferentes interpretaciones de cómo se revelaría el Mesías.
La gracia (misericordia) en el pensamiento hebreo es una de las cualidades de la Divinidad. La creación fue un acto de gracia, el ser humano siempre ha estado protegido por la gracia del Eterno. Hay un verso que demuestra la grandeza del Eterno, «Dios es misericordioso y clemente, existe un pacto respecto a estos tres atributos de la misericordia divina que cuando los israelitas la invocan nunca serán denegadas sus plegarias.» Este atributo de Dios es eterno; los justos, el arrepentido y el santo, siempre estarán ante la gracia de Dios.
La Torah es la revelación de las instrucciones de Dios o su voluntad divina con los hombres. Es la santa alianza entre el pueblo de Yisrael y el Eterno. Los Ortodoxos afirman que Torah comprende la Ley oral y la Ley escrita, los comentarios rabínicos, halaká, agadá y midrash. Todos los grandes investigadores señalan que Yeshua fue un maestro fiel a la Torah, a su cultura y a su religión. El Dr. David Flusser comenta, » Yeshua fue un judío fiel a la Torah que nunca se vio obligado a acomodar su judaísmo al modo de vida europeo.» Respecto la Torah, Yeshua dijo, «No penséis que he venido a abolir la Ley (Torah) y los profetas. No he venido abolir, sino a dar cumplimiento. Sí, os lo aseguro: el cielo y la tierra pasaran, antes que una letra (yod) de la Torah, sin que todo se haya cumplido. Por lo tanto, el que quebrante uno de estos mandamientos (mitzvot) menores y así lo enseñe a los hombres será el menor en le reino de los cielos; en cambio, el que los observe y los enseñe, ese será grande en el reino de los cielos.» (Mt 5:17‑20). Por esta expresión podemos concluir que la Torah y los Profetas conservan para Yeshua su validez como expresión de la voluntad de Dios.
Los investigadores bíblicos comparten una opinión común, que algunos de los hechos relatados en los evangelios no ocurrieron y que más tarde fueron interpoladas por la tradición cristiana para diferenciarse cada vez mas de los judíos de la sinagoga. El Dr. David Flusser comenta, «ya vemos como los evangelios, por un nuevo enfoque y mediante retoques posteriores, deforman la postura de Yeshua frente a la Ley, hasta el punto de resultar, a veces irreconocible. No obstante, los evangelios sinópticos, leídos a la óptica de su tiempo, conservan todavía de Yeshua la imagen de un judío fiel a la Ley.» Estamos redactando la opinión de uno de los mejores estudiosos de los evangelios sinópticos y uno de los académicos más brillantes en esta década y para mi entender la máxima autoridad en historia del primer siglo.
Usando la opinión de Flusser, discutiremos algunas de las disputas entre fariseos y Yeshua, para tratar de respaldar que Yeshua no violó la Ley. El caso típico es cuando los discípulos son acusados de arrancar espigas en sábado, el relato más fiel al texto hebreo es el de Lucas 6:1‑5. Según la tradición farisaica sólo estaba permitido recoger espigas caídas y desgranarlas con los dedos, según la opinión del Rabí Yehuda de galilea, esto se podía hacer también con las manos. El Mesías como galileo también conservaba la tradición de su región. El traductor griego desconociendo este hecho cultural, deseando revivir la escena, añade el detalle de recoger las espigas con las manos al texto para probar que Yeshua transgredía la Ley.
El próximo incidente es la acusación de no lavarse las manos. Este mandato no formaba parte del la Ley escrita, ni tampoco de la Ley Oral, la costumbre era lavarse las manos antes de las comidas a discreción de cada uno y obligatorio después de las comidas ( tosefta berakot 5,13). Esta costumbre es una prescripción rabínica que data del primer siglo antes de Yeshua, cualquier conocedor del judaísmo conoce que seria ridículo acusar a una persona de violar la Ley por el hecho de no lavarse las manos antes de comer. Por esta razón Yeshua apela que era tradición de hombres a diferencia de ser un precepto divino en la Ley (Marco 7:8). Una vez más el traductor retoca el relato con la buena intención de presentar un Yeshua histórico violando la Ley.
Otro incidente muy mencionado en los sinópticos son las sanidades los sábados. Primero hay que aclarar que estaba permitido toda clase de sanidad con tal que existiera la mínima sospecha de peligro de muerte. Pero cualquier sanidad estaba permitida solamente invocando la palabra sin usar medios mecánicos (manos), esta era la tradición en el primer siglo. Yeshua siempre observó esta regla sin violar el mandamiento, sólo en el evangelio de Juan (9:6), el escriba añade que la sanidad ocurre en sábado, a diferencia del relatado en Marcos (8:22‑26) solamente para sacar de contexto a Yeshua y resaltar una vez más la diferencia entre los cristianos y la sinagoga. Antes esta situación Yeshua preguntó si está permitido hacer bien en este día (Luc 6:6‑11). Es imposible que un fariseo se opusiera a una sanidad en sábado, pues la tradición judaica centralizado en el ser humano y sus necesidades humanas nunca negaría tal acto, solamente una persona desconocedora de la cultura y tradición hebrea distorsionaría este hecho.
En el primer siglo la gente creía que toda enfermedad provenía de pecados cometidos como castigo, el perdonar pecados podía significar la curación, en Mateo 9:1‑8, Yeshua prueba que Dios ha dado al hombre el poder de perdonar pecados (sanar) por sus propias fuerzas, el pecado no tiene una relación entre el que perdona (sanador) y el sanado. El concepto hebreo es que el perdonar pecados es aplicar la sanidad del individuo o levantar el castigo. El sanar implicaba levantar el castigo por pecar. Otro justo (Hanina ben Dosa) fue famoso por grandes milagros, y nunca fue acusado de violar la Ley. ¿Por que los redactores de los evangelios sinópticos tratan constantemente de presentar a Yeshua como violador de la Ley?
En los evangelios sinópticos contantemente presentan a los «escribas y fariseos» como acusadores de Yeshua, cuando se conoce históricamente que eran gente del populacho y portavoces anónimos los que lo acusaban. Nunca hubo una relación estrecha entre fariseos y saduceos. El Dr. Flusser dice que con los retoques del texto original sería muy difícil probar esta constante hostilidad. Primero Yeshua era, en su forma de interpretar las escrituras, un fariseo más liberal. Segundo, los fariseos no tenían el poder político. Tercero, Yeshua era considerado un justo y profeta en su tiempo. Y cuarto, era un maestro de los marginados. El redactor de Juan incluye en el arresto de Yeshua a los fariseos (18:3), es muy posible que esto fuera añadido al relato original, los sinópticos no lo relatan de esta manera, es posible que el redactor estuviera prejuiciado contra los fariseos. Este dato es contrario a hechos posteriores, por ejemplo cuando los apóstoles fueron perseguidos por el sumo sacerdote saduceo, fue el fariseo Rabí Gamaliel quien se encargó de salvarlos (Hec 5:17), Pablo apeló a los fariseos para salvar su vida (Hec 22:30) y el historiador Josefo comenta que los primeros cristianos apelaron a los fariseos por la persecución de los saduceos.
Hasta aquí se ha demostrado la posición de Yeshua ante la Ley, éste criticó solamente lo ritual y nunca la Torah; si lo hubiera hecho sería un hereje en su tiempo. Por el contrario, él exhortó a que continuaran la doctrina farisea, «En la cátedra de Moisés se han sentado los escribas y fariseos. Haced pues, y observad todo lo que os digan (halakhá), pero no imitéis su conducta, porque ellos dicen pero no hacen.» (Mat 23:2). El eje central de su doctrina fue el amor en las enseñanzas morales, obras de justicia y no una crítica a la Ley. Yeshua amplió en tres direcciones la manera de entrar las exigencias del amor: Primero uniendo el inseparable amor de Dios y el del hombre; segundo reduciendo la totalidad de las exigencias divinas al doble mandamiento del amor al prójimo; y tercero extendió el termino prójimo a todo hombre, lo cual universaliza las exigencias del amor.
Con este trasfondo podemos preguntar ¿Habrá una nueva Torah, o el Mesías anuló la Torah? El escritor W.D. Davies dice,»El judaísmo farisaico, que es el reflejo de las fuentes de literarias, no pensaba en una abolición o sustitución de la Torah en la edad Mesiánica.» Solo ocurrió cuando los gentiles helenistas convirtieron las enseñanzas de Yeshua y la teología Paulina en una religión greco‑romana separándose de las raíces hebreas. Un judío estaba obligado a cumplir con la Ley por pacto eterno a la Torah; por el contrario un gentil con cumplir la Ley Noájica (leyes morales) no está obligado a la Ley Mosaica y al ritual, esta es la posición de Pablo. Yeshua nunca hizo prosélitos de los gentiles, mientras que Pablo hizo prosélitos de los gentiles a los mandamientos morales y al estilo de vida moral solamente. Pablo dice que Yeshua, «fue sometido (cumplió) a la Ley (Torah)» (Gal 4:4), «se puso al servicio de la circuncisión (judaísmo) para demostrar la fidelidad de Dios, ratificando las promesas hechas a los Patriarcas (pacto).» (Rom. 15:8).
Vamos de inmediato a discutir la posición de Pablo. En su teología ve a todo el genero humano en perdición y culpable antes la Ley de Dios (Rom 1:18), en su experiencia personal con Cristo se le revelo el sentido de la Ley. El profesor Guther Bornkamm comenta, «la afirmación de que la Torah no salva es la expresión más radical que ningún gentil o judío se atrevió pronunciar en su tiempo.» Negar el poder de salvación de la Torah se considera un mensaje diametralmente opuesto a lo que Yeshua enfatizo en su vida y a lo que se les había enseñado a los hebreos por cientos de siglos. ¿Es posible que el mensaje de Pablo haya sido interpolado? ¿Desconocía el redactor del griego el pensamiento de Pablo en lo que él quería decir? ¿Por qué esta contradicción entre el mensaje de Pablo y el de Yeshua?
Este análisis no podría terminar sin un intento por descubrir el objeto de la Torah. La versión griega de la Biblia Hebrea llamada Septuaginta tradujo la palabra nomos en resumen de la palabra Ley (Torah). Poco a poco la comunidad cristiana adoptó este concepto errado de la traducción, pues esta palabra nunca podrá resumir todo lo que es Torah. Hay diferentes conceptos en el mundo hebreo: Están las Leyes Noájicas, Leyes Morales, Ley Oral, Ley ritual, Ley de purificación, Ley Mosaica, Mandamientos, Preceptos, Ordenes, Reglas, etc. Es imposible simplificar todos estos diferentes conceptos en una palabra Ley (nomos). En el mundo griego la palabra nomos (Ley) significa la ley cósmica que domina el orden, regulaciones, reglas del gobierno. También era el logos (la razón) que gobierna las acciones morales del hombre. En la filosofía Estoica el hombre alcanzada libertad y vivía de acuerdo a la naturaleza en el nomos (ley). El autor Nahum Glatzer comenta que «el término nomos en su más amplia aceptación, apenas alcanzó el significado que el término Torah implica para el judío. La traducción de la palabra nomos es filológicamente correcto, pero aplicar el término a la Torah es estrechar su significado.» Pablo en sus epístolas también utiliza diferentes conceptos en una sola palabra nomos como: Ley del pecado, Ley del Mesías, Ley de Dios, Ley moral, Ley Mosaica, Ley ritual, Ley del espíritu, Mandamientos, así que dependiendo el contexto podremos conocer como él esta aplicando el significado del término en la traducción griega. En las epístolas el autor se dirige a diferentes públicos como a gentiles, gentiles convertidos, judíos fieles, judíos que no practican la fe y a filósofos, y en combinación con los diferentes conceptos que utiliza hacen de su obra una muy técnica y fácil de ser mal interpretada.
El lenguaje hebreo es muy descriptivo y poético, mientras que el griego es abstracto, lógico y filosófico. Como vimos no hay traducción literal para conceptos hebreos como diestra (poder), Torah, fe, mandamientos, atributos de Dios, etc. De la misma manera, no hay palabras hebreas para conceptos griegos como trinidad, inspiración, logos, alma, etc. El autor Amiel Amós dice: «Pablo, siendo judío, trató de explicar conceptos hebreos a gentiles en un mundo lleno de mitología, múltiples creencias y paganismo.» Esta es nuestra apreciación: La diferencia en cultura, idioma, estilo de vida hacen imposible alinear los conceptos hebreos al mundo griego. Por esta razón debemos tener mucho cuidado en la interpretación del Nuevo Testamento por los hebraísmos y los conceptos culturales. El desconocimiento de los cristianos sobre la cultura hebrea, lenguaje, costumbres y estilo de vida ha ayudado al prejuicio y las erradas interpretaciones teológicas y este tema de la Ley es uno de ellos. Cuando estudiamos los primeros doscientos años del cristianismo observamos que los primeros exegetas (Orígenes, Clemente, Tertuliano, Agustín etc.) no conocían el hebreo y sus bases teológicas eran conceptos griegos, dando comienzan a los dogmas del cristianismo. La misma situación ocurrió en la Reforma con Lutero, Calvino, Wiclef, Tyndale etc., no conocían bien el lenguaje hebreo ni la cultura. Por ejemplo Pablo acostumbraba a usar la palabra circuncisión en sus epístolas para referirse a los judíos y no al rito como tal.
En el pensamiento hebreo la Torah es el fundamento de la creación, es la sabiduría divina, determina el bienestar de sus criaturas y su voluntad divina. «Dios con sabiduría (Torah) fundó la tierra; afirmó los cielos con inteligencia.» Prov 3:19. La Torah es parte de la alianza con el Eterno, «Sellaré con ellos un pacto eterno, que no dejaré de hacerles bien.» Jer 32:40, «Concentraré mi pacto contigo y con tu descendiente después de ti, por las generaciones, por alianza eterna, de que seré tu Dios, y Dios de tus descendientes después de ti.» Gen 17:7. Pablo se expresa en torno al pacto: «Así, en cuanto al evangelio, son enemigos por causa de vosotros (gentiles); pero en cuanto a la elección (pacto) son muy amados por causa de los Padres (pacto, alianza). Porque irrevocables son los dones (bendiciones del pacto) y el llamamiento de Dios (Alianza)» Rom 11:28-29.
Para el hebreo Torah comprende toda la enseñanza oral y escrita de la revelación a Moisés, incluye costumbres, midrash, estilo de vida, ley civil, código de conducta, practica de la ética, dichos, agadás, halaká etc. Torah expresa la voluntad de Dios, el bien del ser humano, la libertad de vivir, promesas, vida, paz, salud, la relación de criaturas con la Divinidad. Otra palabraMisphat significa la ética, justicia y estilo de vida santa. Jukót el ordenamiento, práctica, formas de hacer las cosas, costumbres y ritos. Mitsváh es buenas obras, actos de justicia, actos de caridad, servicio a Dios y honrar a Dios. También misphat se utiliza para expresar la relación del pacto con Yisrael, los mandamientos ético y morales del pacto.
En el texto hebreo Dios diferencia entre mandamientos, decretos y ley, » Porque Abraham oyó mi voz, y guardó mis preceptos, mis mandamientos, mis normas, y mis leyes.» Gen 26:5, «Guardad pues todos mis preceptos y todas mis normas, ponedlos por obra..» Lev 20:22, «Estos son los decretos, órdenes y leyes que Yhwh estableció entre él y los israelitas en el monte Sinaí por medio de Moisés.» Lev 26:46. Es imposible resumir los diferentes conceptos religiosos hebreos en una palabra (nomos). Aquí radica el problema para tratar de entender la posición de Pablo sobre la Torah en sus epístolas.¿Que quiso decir Pablo?
Discutimos unos de los primeros errores de traducción, «No estamos bajo la ley, sino bajo la gracia.» Rom 6:14. La interpretación cristiana enseña que se refiere a la Torah, en todo el capítulo el autor esta describiendo lo que es pecado y aquí se refiere a la ley del pecado que no tiene potestad en la gracia. Fue la separación entre la comunidad primitiva y la influencia helenista la que distorsionó los conceptos hebreos y nacieron los dogmas del cristianismo. Para el cristianismo Torah es solamente un sistema legal, pero esto no es así. «Anulando el acta de los decretos (dogma) que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y clavándola en la cruz.» Col 2:14, la traducción del griego de decretos es la palabra dogma (practicas paganas) y no Ley como se interpreta en la cristiandad. «Porque el fin s (telos) de la Ley es el Mesías, para justificación a todo el que cree.» Rom 10:4, la palabra griega telos no significa final, significa completar un propósito, una meta para completar algo. La nueva versión dice, «Porque la finalidad de la Ley es que cada uno esté en el Mesías, para justificación a todo el que cree.» Otro dice «para que redimiese a los que estaban bajo la ley (nomos),» Gal 4:5, el versículo se refiere a la ley del pecado y no a la Torah. «a los que están sujetos a la ley (Torah) (aunque yo no esté sujeto a la ley (ley del Mesías) como sujeto a la Ley (Torah), a los que están sin ley (Ley del Mesías nomos), como si yo estuviese sin ley (anomos) (no estando yo sin ley de Dios (nomos), sino bajo la Ley del Mesías nomos), para ganar a los que están sin ley (ley del Mesías anomos).» 1Cor 9:20-21. Aquí Pablo utiliza tres diferentes conceptos para explicar la relación entre Ley de Dios (Torah) y Ley del Mesías, él está sujeto a la Torah, pero por amor al gentil acepta la Ley del Mesías para ser ejemplo en la salvación de ellos, Pablo no enseña que se esté sustituyendo la Ley del Mesías por la Torah.
En la historia hebrea el judaísmo nunca ha pretendido convertir gentiles (prosélitos), esto lo vemos en los evangelios. Yeshua nunca convirtió a gentiles y realizó sólo dos sanidades en gentiles. El gentil no estaba obligado y era decisión propia convertirse al judaísmo. Un sabio le dijo a un gentil que quería ser judío (prosélito): «Tienes que estar dispuesto a tres cosas, aceptar ser despreciado por todos, ser errante y estar dispuesto a morir en cualquier momento. » Los gentiles, con guardar las Leyes Noájicas que prohibían la idolatría, relaciones ilícitas, derramar sangre inocente, comer sangre, maldecir al Creador, hurto y vivir una vida ética de justicia y moral, son merecedores de la otra vida. Los gentiles están bajo la Ley Moral (mitzvah), Ley de Justicia (mishpat) y no la ritual (jukot). Pablo criticó a los judíos que hacían de los gentiles prosélitos y a los cristianos judaizantes, que habían entendido mal la misión del Mesías.
Pablo se identifica como judío y no como cristiano, «los que son mis parientes según la carne; que son los israelitas, de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto (eterno), la promulgación de la Ley, el culto y las promesas; de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne vino el Mesías…» Rom 9:4-6. Él se identifica con los Patriarcas (los padres), el Pacto, el Culto y la Ley, todo el fundamento del judaísmo. Pablo continuo siendo fiel al judaísmo, «alegando Pablo en su defensa: Ni contra la Ley (Torah) de los judíos, ni contra el templo, ni contra Cesar he pecado en nada.» Hechos 25:8. Aquí menciona el fundamento en la vida religiosa del hebreo en el primer siglo: la Torah y el templo. Pablo continuó su vida de hebreo visitando la sinagoga, observando fiestas levíticas, haciendo actos de justicia (tsedaká), guardando el Shabat, etc. Pablo ordenó a Timoteo circuncidarse, Hechos 16:3. El mismo Pablo escribe, «Porque no los oidores de la Ley (nomos) son justos, sino los cumplidores de la Ley (nomos) serán justificados (dikaios).» Rom 2:13, «Y si el incircunciso (gentil) guarda los requisitos de la Ley (Torah). ¿No serán tenidos por circuncidados (judíos)? » Rom 2:26., «Así, concluimos que el hombre es justificado por fe (emunáh, hacer la voluntad de Dios), sin las obras de la Ley (ritual).» Rom 3:28. El gentil no está obligado al rito de la ley Mosaica. En Romanos 3:31 se reafirma en la inmutabilidad de la Torah, «Luego, ¿anulamos la Ley (Torah) por la fe? De ninguna manera. Al contrario, confirmamos la Ley (Torah).» Rom 3:31. Hablando a los judaizantes, «La circuncisión (hacer prosélitos) nada es, y la incircuncisión (gentil) nada es. Lo que vale es guardar los Mandamientos (entolé) de Dios.» 1 Cor. 7:18‑19.
El hebreo está obligado a guardar toda la Torah, el gentil y los justos a guardar la Ley Moral, «Porque hay un solo Dios, que justifica por la fe (emunah) a los circuncidados (judíos) como a los incircuncidados (gentiles).» Rom 3:30. Los gentiles están injertados al olivo natural (Yisrael), «y contra naturaleza fuiste injertado en el buen olivo. ¿Cuánto más estos (judíos que no guardan la Ley), que son ramas naturales, serán injertados en su propio olivo (Yisrael).? » Rom 11:24. Hay un solo pueblo los hijos por la fe en Abraham (gentiles, hijos adoptivos) y los hijos de Moisés (judíos, hijos naturales).
Por último, deseo presentar lo que es la Torah para Pablo: justa , buena, sagrada, santa, Rom 7:12, 1Tim 1:8, válida, Rom 3:31, es dada por Dios ,Rom 3:2, es espiritual, Rom 7:14, útil para enseñar, 1Tim 4:13, inspirada por Dios, 2Tim 3:16, ordenó cumplirla, Efesio 6:1-3. Indiscutiblemente, primero hemos desjudaizado a Yeshua en sus vivencias históricas y luego distorsionado el mensaje de Pablo por el sectarismo y la tradición histórica.
El rey David fue inspirado y le dedicó a la Torah el salmo 119, el más extenso, con 176 versos. Este salmo es uno de mis preferidos por la profundidad de los pensamientos del autor y su estilo sublime de redactar sus sentimientos. Por favor, léalo en su Biblia.
Gracias por tratar de entender nuestra posición en torno a la Torah, parte fundamental en la fe de Yisrael, de los Padres, Profetas, Sabios y Justos. Ahora podemos entender un poco mejor la posición de Yeshua y de Pablo, entendiendo lo que para la Fe Hebrea representa la Torah, la columna de la vida religiosa y parte integral en su cultura. Recordemos que el fundamento del texto cristiano es el texto hebreo (Torah). Shalom.
Bibliografía:
1. Yeshua en sus palabras y en su tiempo, David Flusser, ed. Cristiandad
2. Pablo de Tarso, Gunther Burnkamn, ed. Sigueme
3. Jewish Roots, David Juster, ed. Pacific Palisades
4. Israel Today, Law and Grace, Amil Amos, June 1993
Derechos reservados por el autor
Ministerio Bar Enosh
Wilfredo Torres
904-519-6297