INTRODUCCIÓN.
A. No se puede poner la televisión sin verla. Muy pocas son las películas que no la tienen. Se ve en casi todos los quioscos de revistas, en las papelerías y aun a veces aparece en los periódicos. Es casi imposible evitarla en la playa o en otros lugares donde la gente va a nadar. Aun cuando vas por la calle en un día caloroso, ahí está. ¿A qué cosa me refiero? ¡A la desnudez! El mundo nos dice que no tiene nada de malo enseñar nuestro cuerpo en público. Pero, ¿qué opina el Creador de esta filosofía?
B. Tengo la responsabilidad ante el Creador de enseñar los principios hallados en las Escrituras Sagradas en cuanto a este tema y tanto yo como todos los creyentes en la Biblia somos responsables de obedecer al Creador de acuerdo con estos principios.
C. Algunos apuntes para este estudio se han tomado de una excelente obra por Jaime Restrepo M. que lleva el título «…Que No Se Descubra La Vergüenza De Tu Desnudez». La obra de Jaime es la más completa y concienzuda que he visto sobre este tema.
I. UN CAMBIO DRÁSTICO EN LOS ÚLTIMOS 100 AÑOS
A. La televisión –
1. Hace varios años, uno de los hermanos de Sevilla habló de cómo era la televisión en España en los años sesenta. Ha habido un cambio radical. Dijo el hermano que en aquel tiempo cuando dos personas se iban a besar, censuraban la escena.
2. Hoy en día, hasta los anuncios de televisión emplean la desnudez para vender sus productos. Por ejemplo, una vez hubo un anuncio de gel de ducha fabricado por Revlon llamado «Honey» en el cual salía una mujer totalmente desnuda bailando a la música. Es sólo un anuncio entre muchos que emplean la desnudez para vender jabones, perfumes, ropa, comida, coches, etc., etc.
3. Las películas de EE.UU. y de otras partes del mundo llegan a los televisores españoles sin ningún tipo de censura. Créanme. No exagero en absoluto.
a. Muchas películas, tanto españolas como extranjeras, están repletas de sexo, de violencia y de toda clase de palabrotas y blasfemias desvergon-zadas. Las veces que se toma el nombre del Creador en vano son innumerables.
b. Hasta en las noticias salen a menudo escenas de personas desnudas en la playa, reportajes muy explícitos de pornografía en Internet y todo tipo de atrocidades violentísimas cometidas contra seres humanos en varias partes del mundo. (No es sorprendente que muchos se encuentren mal, deprimidos, enfadados o simplemente en «marcha negativa» tras llenar a diario sus mentes de estas imágenes repugnantes. Esta práctica viola Filipenses 4:8.)
c. Por si todo esto fuera poco, hay películas pornográficas en algunos canales locales y toda clase de anuncios obscenos para las llamadas «líneas eróticas». Pero lo peor de todo es que esta basura está a la disposición de todo el mundo. ¡Sí! Esto no es ninguna exageración. Sólo hace falta tener un televisor y una antena. (Me pregunto cuántos niños están viendo estas indecencias sin el consentimiento de sus padres.)
d. Personalmente, estos factores han llevado a algunos a desconectar la antena de su televisor y utilizarlo casi exclusivamente para videos infantiles educativos. Cuentan ellos que esta decisión ha sido una de las bendiciones más grandes de su vida.
4. Todos tenemos que admitir que ha habido un cambio radical. Lo que antes era rigurosamente censurado ahora se ve hasta en los anuncios de televisión y a cualquier hora del día. ¿Por qué este cambio? ¿Por qué esta falta total de modestia? ¿Quizá porque la gente de hoy en día quiera acercarse más al Creador? ¿Quizá porque la gente esté más interesada en conocer la voluntad del Creador para sus vidas? Dejaré que usted conteste estas preguntas.
B. La playa y otros lugares públicos –
1. Hace 75 años, en EE.UU. la gente que iba a la playa se bañaba totalmente vestida. Es suficiente mirar fotografías de aquella época para saber que no exagero. Además, fotografías de españoles, franceses, ingleses, etc. del mismo tiempo demuestran que el bañarse totalmente vestido no era sencillamente una costumbre estadounidense. Cualquier hombre o mujer que se hubiera atrevido a llevar un bañador moderno en la playa habría causado un escándalo público y sido multado por un acto de exhibición.
* En España, hasta los años ochenta, el ponerse en la playa sin la pieza superior del bikini (top-less) equivalía a escándalo público e incluso había multas. Estos casos salían en los medios de comunicación como noticias. Desde el año 2000 se considera como algo «normal y aceptable», sobre todo en el noreste de España. [Y en otros países].
2. Desde luego, el vestido que la gente lleva en otros lugares públicos también ha cambiado a través de los años, sobre todo la ropa de verano. Si pudiéramos resumir estas innovaciones modernas con una sola frase, podríamos decir que la gente de la actualidad suele ponerse menos ropa que en el pasado la cual muchas veces es tan ajustada y/o fina como la misma piel. El mensaje que muchas mujeres envían a todos los que las vean en los lugares públicos es: «Quiero que todos veáis cómo es mi cuerpo. Espero que os guste.»
* OJO: este problema afecta tanto a las mujeres como a los varones.
C. ¿Por qué estos cambios? ¿Por qué hoy en día es «admisible» toda clase de desnudez en la televisión? ¿Por qué son «aceptables» los bañadores de la actualidad cuando hace sólo 75 años habrían sido calificados de «indecentes»? La respuesta es que hoy en día el hombre es más tolerante de la desnudez. Ha perdido toda sensibilidad, Ef. 4:17-19. La conciencia de muchos se ha «quemado» tanto que ya no les da vergüenza ver a alguien desnudo. A los tales tampoco les importa desnudarse delante de otros en la playa ni en otros sitios públicos.
1. Cuando uno se quema con la plancha por primera vez, duele. Pero si se quema en el mismo sitio cincuenta veces, ya no se siente nada. Los nervios de la piel, después de haberse quemado tantas veces en el mismo lugar, pierden su habilidad de transmitir el dolor al cerebro.
2. Asimismo, si un creyente se entrega voluntariamente al bombardeo continuo de desnudez en los medios de comunicación y en las playas (sin rechazarla tajantemente) ya no le remorderá la conciencia. Poco a poco su corazón se irá endureciendo de tal manera que podrá ver la desnudez y participar en ella como si fuera algo «normal y aceptable». Su conciencia ya no le advertirá de lo pecaminoso de este hábito disparatado.
a. Recuérdese que es posible tener «cauterizada la conciencia» (1 Ti. 4:2).
b. El peligro de perder toda sensibilidad era real en el tiempo de Jeremías también: «¿Se han avergonzado de haber hecho abominación? Ciertamente no se han avergonzado, ni aun saben tener vergüenza; por tanto, caerán entre los que caigan; cuando los castigue caerán, dice Yahwéh» (Jer. 6:15).
D. Hoy en día, el gran público nos dice que el vestirse con modestia es un concepto demasiado «anticuado» para estos tiempos modernos. Los medios de comunicación nos enseñan a seguir la corriente de los diseñadores modernos para no estar fuera de lugar. Nos hablan como si el «estar de moda» fuera una de las cosas más importantes de la vida y (lamentablemente) muchos se lo creen.
II. VUELVE LA CULTURA DE LOS GRIEGOS Y ROMANOS
A. En las culturas medio-orientales del mundo antiguo, la idea de descubrir uno su cuerpo a cualquiera que quisiera verlo era algo totalmente impensable. La modestia era algo de suma importancia, tanto para los israelitas (judíos) como para los ismaelitas (árabes).
* Un ejemplo de esta mentalidad se ve en el libro de Ester. La reina Vasti rehusó comparecer a la orden del rey persa Asuero «para mostrar a los pueblos y a los príncipes su belleza» (Est. 1:11,12) porque era completamente contraria al concepto de la modestia de aquel tiempo. Aunque Vasti podría haberse perdido su alta posición en la sociedad o aun la vida misma, no quiso hacer gala de su belleza en público. Jactarse de su hermosura en público sería algo vergonzoso para esta reina. (Seguramente, no habría querido formar parte de ningún concurso moderno de belleza. Tampoco habría sido «modelo».) «Argumentar que ninguna exhibición en un estado desnudo fue la intención solamente refuerza el punto, porque si el desfile de Vasti vestida era considerado un afrentoso quebrantamiento de modestia, ¡cuánto mas la tal desnudez ostentosa!» (Jaime Restrepo M., «…Que No Se Descubra La Vergüenza De Tu Desnudez»).
B. Años más tarde, los griegos comenzaron a promover la idea de que el cuerpo humano desnudo era algo para ser descubierto y glorificado en público. (Por eso, los museos del mundo están llenos de estatuas de desnudos griegos.) El imperio romano decidió imitar esta filosofía humana.
1. Los judíos se opusieron mucho. ¿Por qué? Porque el descubrir la desnudez de alguien iba en contra de la ley de Moisés, Lev. 18:6-19; 20:18-20. Los israelitas sabían que el descubrir el cuerpo era estrictamente para fines sexuales.
2. Algunos historiadores nos dicen que el imperio romano se corrompió a causa del libertinaje sexual. Había una falta total de modestia. Por último, fue conquistado y destruido a causa de su inmoralidad. ¿Vamos a repetir la misma historia?
III. LA DESNUDEZ Y MODESTIA DEFINIDAS SEGÚN EL CREADOR
A. El Creador define estas cosas, el hombre no. Muchos justifican su forma de vestirse diciendo que es el «nuevo estilo», pero esto no es garantía de que sea modesto. La modestia verdadera no es algo que cambia cada vez que sale una nueva moda.
1. Cuando la llamada «minifalda» salió por primera vez en EE.UU. (en los años 70) algunas creyentes se adaptaron rápidamente a la nueva moda. Lo que antes se consideraba como algo inmodesto de repente llegó a ser «aceptable» porque era el «nuevo estilo» y «todo el mundo lo llevaba».
2. Sé que a veces sueno a un «disco rallado» pero el creyente no es libre para usar su cuerpo como él quiere sino como el Creador quiere, ¡y esto incluye la necesidad de taparlo bien en público!
3. El creyente no debe preguntarse: ¿qué me voy a poner para estar de moda? sino ¿qué es lo que mi Padre celestial quiere que me ponga?
B. Adam y Eva – Gn. 2 y 3
1. Antes del primer pecado en el jardín de Edén, Adam y Eva vivían en un estado de desnudez y «no se avergonzaban» (Gn. 2:25). Sin embargo, cuando el hombre comió del «árbol de la ciencia del bien y del mal» (Gn. 2:17), El Creador impuso una naturaleza sexual sobre la desnudez.
2. Al comer de este árbol, dice Gn. 3:7 que «fueron abiertos los ojos de ambos» y que, conforme a este conocimiento nuevo que el Creador les había dado, entendieron que se tenían que tapar. Considérese este comentario importante: «…lo que el Creador reveló específicamente a Adam y Eva era que, bajo este nuevo arreglo de la desnudez con un significado sexual, sería desde entonces pecaminoso para ellos estar descubiertos como lo habían estado. Para confirmar esto, debiera ser notado que el fruto que comieron era del que el Creador había llamado ‘el árbol de la ciencia del bien y del mal’ (Gn. 2:17). También, las Escrituras dicen que cuando comieron del fruto, sus ojos fueron abiertos y conocieron el bien y el mal (Gn. 3:5,22) o, en un versículo paralelo (7), que estaban desnudos. De esta manera, desde entonces en adelante, la desnudez sería una cuestión de bien y mal, y sería mala, juzgando por los esfuerzos reflexivos de Adam y Eva por vestirse y ocultarse a sí mismos una vez que adquirieron este conocimiento … Cualquier cosa que Adam y Eva hicieron o dijeron, con respecto a su desnudez después que comieron del fruto, debe ser considerado como reflejando la voluntad del Creador, porque no hay forma de explicar su conocimiento y conducta sino concluir que Él directamente infiltró en sus mentes con tal conocimiento. De esta manera, cuando ellos cosieron hojas de higuera para hacerse taparrabos, lo hicieron así porque el Creador les había revelado algo de la nueva naturaleza sexual que Él había impuesto sobre la desnudez » (J. Restrepo).
3. Adam y Eva se hicieron «delantales» (Gn. 3:7). Esta palabra castellana viene del vocablo hebreo HAGORAH, la cual quiere decir «un cinto, delantal, o faja que cubría la sección de en medio del cuerpo». Por tanto, sus cuerpos por encima y debajo de la sección de en medio no estaban tapados por esta prenda improvisada. No sería una exageración decir que el bañador moderno que usan los varones hoy en día en la playa o en las piscinas públicas tapa, más o menos, lo que tapaba el HAGORAH de los hebreos. Quedan descubiertos su pecho, vientre y muslos, tal como en el caso de Adam y Eva.
4. Hay 4 cosas que indican que, aunque llevaban delantales, Adam y Eva no estaban vestidos como el Creador quería:
a. «se escondieron de la presencia de Yahwéh…» (Gn. 3:8). «No había razón de por qué Adam hubiera de esconderse entre los árboles, excepto que no quería que el Creador lo viera en su condición desnuda. De otra manera, (desde esta perspectiva) podría haber prevenido al Creador de saber que había sido desobediente por medio de simplemente aparecer ante Él desnudo como era usual, como si nada hubiera pasado. Su ocultamiento (aún con su delantal de hojas de higuera), entonces, solamente puede ser explicado por una implantación del conocimiento en su mente por parte del Creador que, aun con su delantal de hojas de higuera, [todavía] estaba desnudo. Además, si el Creador no hubiera implantado también en su mente el concepto de que su desnudez era impropia, no habría sido movido a esconderse. Por tanto, la forma en que Adam reaccionó a su desnudez es efectivamente una revelación de la mente del Creador sobre el asunto» (J. Restrepo, énfasis mío -JF).
b. Adam dijo que se había escondido porque «estaba desnudo» (Gn. 3:10). El «delantal» no era suficiente para cubrir su desnudez. De esto aprendemos que la desnudez según el Creador no siempre significa la desnudez absoluta. En otras palabras, es posible ponerse algo de ropa y aún estar «desnudo» a los ojos de el Creador. (El varón que se pone un bañador en la playa o en otro sitio público diría que está vestido para la ocasión, pero Creador dice que está desnudo.)
c. El Creador no dijo nada para negar que estaban desnudos sino que le preguntó al hombre: «¿Quién te enseñó que estabas desnudo?» (Gn. 3:11).
d. El Creador les hizo «túnicas» (hebreo, KETÓNETH) y «los vistió» (Gn. 3:21). Según la mayoría de los léxicos, esta palabra hebrea se refiere a una prenda que cubría todo el cuerpo desde el cuello (Job 30:18) hasta las rodillas y a veces hasta los tobillos. Esta prenda se llevaba con o sin mangas largas. Según la evidencia arqueológica, los hebreos tenían mucho cuidado en taparse bien el cuerpo por lo menos hasta las rodillas. Para ellos, descubrir el pecho y los muslos, indiferente a que fuera varón o hembra, equivaldría a descubrir su desnudez. «…el Creador proveyó los atuendos que cubrieron sus cuerpos desde su cuello hasta sus rodillas. Descubrir o exponer alguna parte del cuerpo entre estos dos puntos, entonces, sería descubrir o exponer la desnudez de uno» (J. Restrepo, énfasis mío -JF).
C. Noé y sus hijos – Gn. 9:20-23 (Los siguientes puntos se han tomado de la obra de Jaime Restrepo.)
1. «La bebida fuerte a menudo contribuye al desenfreno y picardía. En [este pasaje vemos que] Noé se embriagó con vino [y] estaba descubierto en medio de su tienda. Cam ‘vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus hermanos que estaban afuera’. Cam ‘vio’ no sólo en el sentido de una mirada accidental, sino en el sentido de contemplar. ‘Lo dijo’ a sus hermanos, con lo que parece haber aprobado. Cam no sintió vergüenza porque su padre estaba sin ropa. En contraste, Sem y Jafet ‘tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre’.»
2. «La decencia demanda que uno se vista correctamente y se abstenga de contemplar a los demás que no tienen vergüenza y se descubren. El individuo que se deleita en mirar fijamente a los otros que están desnudos o casi desnudos es tan inmodesto en el corazón como lo son los demás exteriormente.»
3. «Las personas que desfilan desnudas o semidesnudas se deshonran a sí mismas. Hoy día, miles de personas han perdido su sentido de vergüenza hacia la desnudez… Las mujeres jóvenes llevan minifaldas [o minipantalones] para deleitar a los hombres jóvenes quienes contemplan sus muslos expuestos. El bikini minúsculo es popular en las playas y piscinas, y estos lugares atraen de igual manera a jóvenes y adultos (o ¿son las chicas en el bikini lo que atrae?). Los pantaloncitos calientes [hot pants] o shorts y otros atavíos pequeños son llevados puestos en las calles. Los campos nudistas están floreciendo cada día más.»
4. «Y para empeorar el asunto, algunas personas son bastante irreverentes al mostrar su falta de vergüenza por medio de aparecer en las solemnes reuniones religiosas vestidos muy inmodestamente. Se visten para el servicio en la congregación como si fuera un espectáculo de modelaje o una competencia de belleza.» [En más de una ocasión he visto a creyentes llegar al lugar de reuniones con su «ropa playera» (camiseta, pantalón corto, zapatillas, etc.). Esto también es una falta de respeto hacia el Creador. -JF]
D. Los sacerdotes del A.T. – Éx. 20:26; 28:42,43. (Los siguientes puntos se han tomado de la obra de Jaime Restrepo.)
1. «El Creador estuvo especialmente interesado con cubrir correctamente la desnudez de los sacerdotes, en vista de que ellos eran los representantes de Sus modelos de conducta santa para el pueblo. Por tanto, prohibió un altar elevado, no fuera que en el proceso de ascender por las gradas expusieran su desnudez (Comp. Éx. 20:26). Más tarde reformó esto por medio de decir qué vestidos debían ser hechos para los sacerdotes (Éx. 28:42,43). La frase ‘cubrir su desnudez’ es literalmente ‘cubrir la desnudez de su carne’ como está en la Biblia Latinoamérica. Aunque parece que algunos piensan que esto se refiere particularmente a las ‘partes privadas’ … hay buenas razones para creer que la frase tiene una aplicación más amplia. (1) ‘Desnudez’, como es observada (Gn. 3:1 y sigs.), se aplica a más que la simple exposición de los genitales. (2) En vista de que estos calzoncillos eran para cubrir la ‘desnudez de la carne’, entonces pareciera que la porción del cuerpo que ellos debían cubrir era la ‘desnuda’. Si hubiera sido la intención del Creador tener simplemente cubiertos los genitales, entonces ese propósito ciertamente podría haber servido por el delantal que Adam y Eva hicieron. No obstante, estos calzoncillos ciertamente cubrían más. (Aún concediendo que la ‘desnudez de la carne’ tiene la referencia más específica, mucho del mismo punto se obtiene por medio de observar lo que el Creador había cubierto…).»
2. «¿Exactamente entonces qué cubrían estos calzoncillos? El pasaje (v. 42) dice que debían ser ‘desde los lomos hasta los muslos’. Los ‘lomos’ hacen referencia a los órganos reproductivos (1 R. 8:19; Heb. 7:10) y/o las regiones cerca al cuerpo. Por tanto, ‘lomos’ (Gn. 37:34) podría ser usado intercambiablemente con ‘caderas’ o ‘nalgas’ (Is. 20:2; 2 S. 10:4; 1 Cr. 19:4), ‘cintura‘ (ls. 11:5), ‘vientre’ (Job 40:16), o la parte alta del muslo (Gn. 32:32).»
a. «El Pulpit Commentary anota que estos calzoncillos eran ‘tal como los vemos llevados por los egipcios generalmente, extendiéndose desde la cintura hasta un poco arriba de la rodilla’ (Éxodo, Vol. 2, Pág. 293).»
b. «‘También les harás calzoncillos de lino, … que les lleguen desde la cadera hasta las rodillas’ – Éx. 28:42 – Versión La Biblia al Día.»
c. «Nuevamente, si el atavío debía cubrir la ‘desnudez de la carne’ y se extendía desde las caderas hasta las rodillas, debe ser concluido que el cuerpo descubierto desde las caderas hasta las rodillas está ‘desnudo’.»
E. El Mesías y Pedro en la playa – Jn. 21:4-8.
1. Mientras Pedro y los demás apóstoles pescaban en el Mar de Galilea, Pedro se dio cuenta de que el hombre que hablaba con ellos desde la playa era el Mesías (Jn. 21:7). Esto fue la tercera aparición del Maestro a los apóstoles después de Su resurrección. Dice el texto que «…Pedro, al oír que era el Maestro, se ciñó su túnica de pescador (porque estaba desnudo), y se echó al mar». ¿Hemos de creer que Pedro estaba desnudo en el sentido absoluto mientras pescaba? Por supuesto que no.
2. La palabra «ropa» (Jn. 21:7, Reina-Valera, revisión de 1960) se ha traducido del vocablo griego EPENDUTES, el cual se refiere a la prenda exterior que se llevaba en aquel tiempo.
a. EPENDUTES: «prenda exterior, abrigo» (Arndt & Gingrich, A Greek-English Lexicon Of The New Testament, p. 284).
b. «Se decía de alguien que estaba ‘desnudo’ … cuando estaba sin vestidos, o cuando se había quitado su vestimenta externa, p.e., su EPENDUTES … y sólo llevaba un ligero vestido interior, como en el caso de Pedro en Jn. 21:7» (W.E. Vine, Diccionario Expositivo De Palabras Del Nuevo Testamento, vol. 4, p. 194).
3. Pedro no se atrevió a acercarse al Maestro con sólo su prenda interior o «JITON» (griego). Esta palabra griega «denota la vestidura interna o interior» sobre el cual se ponía el EPENDUTES o prenda exterior. (Ibid.) En la Reina-Valera (revisión de 1960), JITON se encuentra en los siguientes pasajes con sus traducciones correspondientes: Mt. 5:40, «túnica»; Mt. 10:10, «túnicas»; Mr. 6:9, «túnicas»; Mr. 14:63, «vestidura»; Lc. 3:11, «túnicas»; Lc. 6:29, «túnica»; Lc. 9:3, «túnicas»; Jn. 19:23, «túnica»; Hch. 9:39, «túnicas»; Jud. 1:23, «ropa». Aunque por su impaciencia se vio obligado a nadar a la orilla, ¡no se quitó la ropa que llevaba (la vestidura interior) sino que se puso más (la prenda exterior o abrigo)! Considérense estos comentarios importantes del hno. Restrepo:
a. Pedro «…no se atrevió a acercarse a su Maestro … sin estar correctamente vestido. El no sabía nada de las modernas sutilezas que argumentarían aprobación para el desnudarse prácticamente de todo bajo tales circunstancias. Cuando Pedro fue a nadar y presentarse [ante el Maestro], se puso más vestidos, ¡no menos! Esto constituye un completo contraste para aquellos que neciamente pensarían que el nadar o una playa les concede el perfecto derecho para desvestirse de casi todo. Pedro estaba «desnudo» y no se atrevió a dirigirse al Mesías sin colocarse más ropa… …es [probable] que si muchos hoy día se hubieran encontrado en las mismas circunstancias de Pedro se habrían despojado a sí mismos de lo que aún él consideraba como atavío insuficiente para ir al Mesías en un limitado atuendo. Es digno preguntar si uno podría sentirse confortable acercándose al Mesías en los típicos y modernos trajes de baño.»
b. «Por ejemplo, el traje de baño, la minifalda, el [pantalón corto], y ropa semejante que no cubre el cuerpo es condenable; deja el cuerpo desnudo según la definición Bíblica de la palabra. Véanse 1 S. 19:24; Is. 20:2; Mi. 1:8; Jn. 21:7. La palabra ‘desnuda’ se emplea varias veces con referencia al cuerpo despojado de la ropa exterior…»
c. «Ahora bien, si la persona que llevaba solamente el «JITON» [ropa interior] estaba «desnuda», y si el «JITON» cubría el cuerpo mejor que el [pantalón corto] o el traje de baño, entonces es una inferencia necesaria que se condena esta clase de ropa [moderna]. El «JITON» cubría el cuerpo hasta las rodillas y en algunos casos hasta los tobillos; el «JITON» de los pobres era sin mangas, pero el de los ricos las tenían. Pero aunque este artículo de ropa cubría el cuerpo de la manera descrita aquí, aún así la Biblia dice que la persona que vestía solamente el «JITON» estaba desnuda. Por tanto, sin lugar a dudas, la Biblia condena por implicación el uso del [pantalón corto], el traje de baño, la minifalda y otras prendas que no cubran el cuerpo en una manera adecuada y apropiada.»
F. «… ropa decorosa, con pudor y modestia» – 1 Ti. 2:9,10 (Reina-Valera, revisión de 1960).
1. Cada una de estas palabras (en negrita) «son los principios por los cuales debemos vestirnos. (También, mientras estoy aquí, creo y enseño que los mismos principios se aplican a los hombres. El Creador no reguló el vestido de [las mujeres] y luego permitió que los hombres anduvieran casi desnudos. Compañeros, ¡estas pautas se aplican también a nosotros!)» (J. Restrepo).
2. ¿Qué significan las palabras «decorosa», «pudor», y «modestia» ?
a. DECOROSA: «KOSMIOS … ordenado, bien dispuesto, decente, modesto (relacionado con KOSMOS, en su sentido primario como disposición armoniosa, adorno…) … ‘El ordenamiento no se refiere sólo a su vestido y comportamiento, sino a la vida interna, ciertamente pronunciándose y expresándose de una manera manifiesta en el comportamiento externo…’ » (W.E. Vine, Diccionario Expositivo De Palabras Del Nuevo Testamento, vol. 1, p. 388). «¿Qué nos dice la Biblia acerca de la ropa de la mujer? Que debe ser decorosa. ¿Qué significa la palabra ‘decorosa’? Significa básicamente ‘ordenadamente’. La palabra ‘KOSMOS’ indica el buen orden del universo. ¿Qué nos dice esta palabra para ayudarnos a determinar qué clase de ropa un hermano debe llevar? Nos dice que debe vestirse ordenadamente. Larousse dice que el ‘decoro’ es ‘honor, respeto que se debe a una persona. Recato, circunspección … pureza, honestidad’. Toda mujer creyente debe meditar en estas definiciones y estar segura que se atavíe de ropa decorosa. Ella misma debe estudiar este texto y otros semejantes. La enseñanza es para ella. Tiene que ver con el corazón y no solamente con la ropa. El decoro tiene que ver con el carácter tanto del hermano como de la hermana» (J. Restrepo).
b. PUDOR: «AIDOS … un sentido de vergüenza, modestia … es aquella modestia que está arraigada en el carácter … AIDOS [tiene] consideración de los demás … ‘AIDOS siempre detendría a una persona buena de cometer un acto indigno…’…» (Vine, vol. 3, p. 273, énfasis mío -JF) Recuérdese que muchos han perdido «toda sensibilidad» (Ef. 4:17-19). La conciencia de muchos se ha «quemado» tanto que ya no les da vergüenza ver a alguien desnudo. A los tales tampoco les importa desnudarse delante de otros en la playa ni en otros sitios públicos.
c. MODESTIA: «SOFROSUNE … denota recto juicio de la mente … ‘es aquel control interno habitual del yo, con su refrenamiento constante de todas las pasiones y deseos…» (Vine, vol. 1, p. 332).
d. En resumen, el creyente fiel debe vestirse con orden («ropa decorosa»), con un sentido de vergüenza («pudor») y ejerciendo dominio propio o recto juicio («modestia»). Estas palabras tiene mucho que ver con el carácter.
3. «…no con peinado ostentoso, ni oro, ni perlas, ni vestidos costosos, sino con buenas obras, como corresponde a mujeres que profesan piedad». (Los siguientes puntos son del hermano Restrepo.)
a. «Este lenguaje se refiere a los excesos de las mujeres mundanas, desprovistas de la modestia y el pudor. La mujer que no posee en su carácter las cualidades de modestia y pudor busca otra clase de adorno. Hay mucha vanidad en su corazón. Hace exhibición de su vestido costoso, su peinado ostentoso y toda clase de joyería costosa para satisfacer sus deseos carnales, y para [incitar a otras mujeres a tener envidia]. Gasta mucho dinero en el adorno lujoso. Pasa muchas horas en el salón de belleza, en las tiendas buscando ropa costosa y delante del tocador. Su corazón está en el adorno exterior. Quiere exhibir su cuerpo como también su capacidad financiera. No tiene pudor… No le interesa lo que ‘conviene’ (un significado básico de la palabra ‘KOSMIOS’)»
b. «El lujo, la extravagancia. Pablo describe artículos de lujo; habla de la extravagancia. Obsérvese que él menciona el peinado ostentoso, y en seguida dice ‘ni oro, ni perlas’. Casi todos los que han estudiado las costumbres de aquellos días nos dicen que una práctica común de las mujeres mundanas era la de llevar adornos extravagantes de oro, plata, etc., en sus peinados. Las mujeres que hacían tales cosas no tenían vergüenza. Hacían exhibiciones de esta clase para atraer la atención carnal y para llenar de envidia a otras mujeres del mismo carácter. La mente de tales mujeres se fija en sí mismas. Son egoístas y vanas.»
c. «El Espíritu Santo no condena el vestirse para ser atractivo, presentable. La palabra ‘KOSMIOS’ y sus derivados indican que la mujer sí debe adornar su cuerpo. La palabra ‘ataviar’ significa ‘adornar’ (Larousse). Lo prohibido es lo ostentoso y costoso. Debe vestirse de acuerdo con lo que ‘conviene’, lo que es apropiado, para las mujeres que profesan piedad. ¿Cuál mujer creyente no reconoce lo que se considera modesto y decoroso en la sociedad en que vive? ¿Y cuál mujer no entiende lo que son los excesos y los extremos? La mujer que deliberadamente viste ropa fea, monótona y desagradable no obedece a 1 Ti. 2:9 ni a 1 Ped. 3:3,4. Con tal actitud puede estar fingiendo la humildad y la pobreza de espíritu. Recuérdese lo que Pablo dice en Col. 2:23 – ‘Tales cosas tienen a la verdad cierta reputación de sabiduría en culto voluntario, en humildad y en duro trato del cuerpo; pero no tienen valor alguno contra los apetitos de la carne’. Tales prácticas producen el orgullo.»
G. 1 Pedro 3:3,4 (Los apuntes a continuación, menos el nº 6, se han tomado del comentario «Notas Sobre 1 Pedro Y 2 Pedro», por Bill H. Reeves, pp. 24 y 25.)
1. «‘Vuestro atavío … lujosos’. El texto griego no dice ‘vestidos lujosos’, dice, ‘vestidos’. La mayoría de las versiones dicen ‘adorno’, en lugar de atavío. Omitiendo las palabras en letra cursiva en el texto, que indican palabras intercaladas (supuestamente para completar el sentido), muy apegada al texto griego La Versión Moderna dice, ‘Cuyo adorno no sea el exterior, de trenzar el cabello, ni de traer joyas de oro, o de vestir ropas’. Obviamente las prohibiciones de Pedro en este versículo no han de entenderse en lo absoluto, de otra manera sería malo ¡vestir ropas! (Recuérdese: Pedro no dice ‘vestidos lujosos’, sino ‘vestir ropas’).»
2. «[El versículo 3], juntamente con el siguiente, nos presentan un ejemplo de un hebraísmo, o sea de un modo de hablar característico de los judíos. Dice Pedro: ‘no sea eso, sino esto’. Ese modismo hoy día se expresaría, usando la palabra ‘solamente’; es decir, ‘no sea eso solamente, sino esto (en particular)’. Considérese Juan 6:27, ‘Trabajen, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece’. Claro es que la Biblia nos manda a trabajar por el pan de cada día (Gn. 3:19; 2 Ts. 3:10). La idea es de que no debemos trabajar solamente por el pan material, excluyendo así el pan espiritual, porque éste importa más. Otro ejemplo de este modismo se encuentra en Lc. 14:12,13, ‘no llames a tus amigos … Mas cuando hagas banquete…’. No se prohíbe invitar a familiares, etc. a una comida, pero sí se nos prohíbe hacer eso solamente, excluyendo el invitar a veces a gente de veras necesitada de comida. Este modismo de ‘no, sino’ también aparece en 1 Ti. 2:9,10. Allí se contrastan el exhibirse exteriormente y el adornarse (KOSMEIN) con pudor y modestia.»
3. «Pedro no está prohibiendo en sí el uso de cabello trenzado, el traer artículos de lujo, y mucho menos ¡el uso de ropa! Está diciendo que el ornato no debe consistir solamente en estas cosas, excluyendo lo que de veras adorna con belleza incorruptible» (énfasis mío -JF).
4. «La belleza física (ornato, de la palabra griega KOSMOS = orden) es del Creador. Hay mucha belleza en la creación física; por ejemplo, los muchos colores. Una cosa no tiene que ser de color negro para que agrade al Creador. Véase Ezequiel capítulo 16. Hablando figurativamente, dice el profeta que ¡el Creador puso toda esa hermosura de joyas, etc. en ella, en Jerusalem! (v. 14). Pero el mal consistió, no en llevar artículos de belleza, sino en que confiara en su hermosura (v. 15). El Creador mandó el uso del oro en varias cosas del Santuario, y el templo de Salomón tenía muchas piedras preciosas. En Joel 3:5 dice el Creador que ‘ustedes han llevado mi plata y mi oro, y mis cosas preciosas y hermosas…’ y en Oseas 2:8 dice, ‘yo le daba el trigo, el vino y el aceite, y que le multipliqué la plata y el oro …’ El Creador hizo el oro y lo usó. No es malo en sí. Lo usamos en relojes, anteojos, anillos de matrimonio, rellenos de dientes, etc. Si se afirma que Pedro dice que no usemos el oro, entonces que se afirme también que dice que ¡no usemos vestidos! La idea, de que mientras menos ornato haya, más se agrada el Creador de ello, es del hombre y no del Creador. Los reclusos religiosos, vestidos de negro, no evidencian por ello más santidad que la persona bien arreglada que es de carácter bello.»
5. «Aprendamos a condenar lo que el Creador condena, y no hacer prohibiciones de cosas que el Creador no ha prohibido. Es cierto que el mal uso de artículos de ornato material ha corrompido a muchos, pero también lo ha hecho el amor al dinero. ¿Por eso es malo el dinero? ¿Es pecado ser ricos? (1 Ti. 6:17-19).»
6. En resumen, la mujer creyente fiel que desea agradar al Creador dará mucho más importancia al desarrollo «de un espíritu afable y apacible» que al vestido, juntamente con sus adornos de oro, perlas, etc., tal como todo hombre creyente fiel debe dar más importancia a la comida espiritual que a la física.
a. La palabra «afable» se ha traducido del vocablo griego PRAUS, el cual se encuentra sólo tres veces en el Nuevo Testamento. En los otros dos pasajes (Mt. 5:5 y 21:5) PRAUS se ha traducido por las palabras «mansos» y «manso» respectivamente. Otra forma de la palabra PRAUS es PRAOS, la cual también ha sido traducida «manso» en Mt. 11:29. La mujer que realmente agrada al Creador es la que es mansa. (OJO: ¡esto también se aplica a los varones!) La mansedumbre es «aquella disposición de espíritu con la que aceptamos [los] tratos [del Creador] con nosotros como buenos, y por ello sin discutirlos ni resistirlos» (Vine, vol. 2, p. 369). Lo que realmente agrada al Creador es la mujer (o varón) que está dispuesta a obedecerle en todo, sean las que sean las consecuencias. «La persona mansa soporta con paciencia la provocación» (Reeves, p. 26).
b. La palabra «apacible» se ha traducido del vocablo griego HESUJIOS, el cual se halla también en 1 Ti. 2:2 donde se ha traducido «reposadamente». La mujer que agrada al Creador no incita a los demás a pecar; no es agresiva ni colérica sino sosegada.
IV. EXCUSAS COMUNES CONSIDERADAS
(Todos estos puntos, menos el primero, son del hno. Gardner Hall, CRECED, vol. 11, nº 5)
A. «Lo que ves en la calle a veces es peor que lo que se ve en la playa. Por lo tanto, está bien ir a la playa a bañarse.» Hay dos problemas con esta forma de pensar:
1. Es imprescindible estar «en la calle» porque, aunque no somos de este mundo, tenemos que vivir en este mundo. Pero, ¡no es imprescindible estar en la playa!
2. La inmodestia «en la calle» no da al creyente el derecho de quitarse la ropa en la playa. El hecho de que el mundo se viste mal, no significa que usted tenga que hacer lo mismo.
B. «No llevaría este traje en la calle, pero en la playa (o cancha deportiva) no hay problema.»
* ¿Acaso los hombres no son tentados al estar en la playa o la cancha deportiva? ¿Allí son inmunes a la tentación? Si hay peligro que cierta ropa tiente al hombre en la calle, también le va a tentar dondequiera.
C. «No es malo ponerme un traje de baño al irme a la playa con hermanos en la fe porque ellos no van a tener pensamientos indebidos.»
* Francamente, los creyentes tienen [la misma naturaleza física] y las mismas hormonas que los hombres mundanos. La única diferencia es que el creyente se esfuerza en controlarse, pero no es inmune a la tentación por ser creyente. Si uno lleva esta excusa a su fin lógico, ¡las hermanas podrían ir [totalmente] desnudas a la playa con hermanos! Pero eso es absurdo. ¡Las hermanas deben poner ropa modesta frente a todos!
D. «Si algún hombre tiene pensamientos indebidos, es problema de él. El pecado es de él porque debe controlar sus pensamientos. Hay hombres tan sucios que piensan cosas feas aun si una mujer lleva un vestido hasta los tobillos.»
* Es verdad que el hombre debe controlar sus pensamientos y que algunos mundanos piensan cosas feas aun cuando hay ropa modesta. No obstante, el amor y «la regla de oro» (Mt. 7:12) exigen que las mujeres creyentes ayuden a los varones por llevar ropa modesta con pudor. Las hermanas amorosas así hacen. Otra vez, llevar esta excusa a su fin lógico justificaría la desnudez [absoluta].
E. «El Creador no mira lo que está delante de sus ojos, sino que mira el corazón (1 S. 16:7). El sabe que soy una buena persona, no importa la ropa que lleve».
* Aunque es verdad que el Creador mira el corazón, la ropa que llevamos revela lo que está en nuestro corazón (1 Ped. 3:3,4). Si llevamos ropa reveladora y [extravagante, es señal] de un corazón contaminado por el mundo.
V. CONSEJOS Y ADVERTENCIAS AMOROSAS
A. Hermana, por favor, no sea ingenua. Usted debe saber que la naturaleza sexual del varón suele diferir de la de la mujer. La mujer suele ser estimulada por las palabras cariñosas (románticas) y las caricias. El varón, por contraste, es muy propenso a ser estimulado por la simple vista de una mujer no vestida modestamente.
1. Tenga cuidado con el escote. En varias ocasiones he estado hablando con hermanas que, aunque llevaban vestidos que llegaban hasta por debajo de las rodillas, tenían los escotes demasiado abiertos o sueltos. Al inclinarse hacia el banco o el suelo para recoger algo, quedaron descubiertos los pechos.
2. Tenga cuidado con los vestidos que apenas llegan a la rodilla. Cuando usted se sienta, el vestido se le sube y se hacen visibles los muslos. Por esta razón, a mi parecer, cuánto más por debajo de las rodillas llega el vestido, mejor para todos.
3. Tenga cuidado con el pantalón demasiado ajustado al cuerpo y las blusas transparentes. No es correcto que otros vean la forma casi exacta de su cuerpo.
4. Hermana, la única persona que debe ver las partes íntimas de su cuerpo es su marido o, cuando sea necesario, el médico.
5. Usted debe reconocer que las mujeres del mundo conocen perfectamente la naturaleza sexual del varón. Por esta razón, se visten de una manera provocativa para incitarlos. No son mansas ni sosegadas.
a. «Hace años cuando Mary Quant (diseñadora de modas) y otros habían triunfado en la introducción de la minifalda en el uso de las calles principales, a la Sra. Quant se le preguntó: ‘¿Cuál es el propósito de la minifalda?’ Simplemente contesto: ‘Sexo’ » (J. Restrepo).
* Esta diseñadora también dijo: «Las ropas ‘mini’ son un símbolo de aquellas chicas que desean seducir a un hombre» (The Executable Outlines Series, Copyright © Mark A. Copeland, 2000).
b. «Cuando fue secuestrada la nave Santa María en 1967, a las mujeres que estaban a bordo les preocupaban las intenciones de los rebeldes; así que dejaron de llevar «ropa provocativa»; esto es, dejaron de aparecer en pantalones cortos … y dejaron de nadar en la piscina de la nave» (Ibid.).
c. Hermana, si usted es creyente, usted no es del mundo. No sea usted como las mujeres indecentes que provocan al varón con su forma de vestirse. ¡Sea diferente de las demás!
B. Hermano, basta del pretexto de que «hace mucho calor» para descubrir su desnudez en público. En varias ocasiones he visto cómo hermanos, en días calorosos, llevan sus camisas más abiertas de lo normal, de esta manera enseñando su pecho a todos.
1. El hermano Enrique Gallardo de Sevilla pasó casi un año en el Sáhara (África) donde, según él, la temperatura a veces sobrepasaba los 60 grados (140° F). Los soldados españoles solían quitarse prácticamente toda la ropa (menos los calzoncillos) y aun así no pudieron aguantar el calor. En cambio, los nómadas de aquellas regiones se habían adaptado perfectamente al clima, aunque llevan turbantes y largas túnicas que llegaban hasta los tobillos. Para aguantar mejor el calor la clave consiste en no quejarse del calor, lo cual es un hábito muy común de muchos. Al Creador no le gusta que los hombres se quejen (Pr. 19:3; Fil. 2:14).
2. Por favor, dígame ¿quién se inventó la filosofía humana de que es malo que la mujer descubra el pecho en público pero que no hay problema si el varón lo hace? ¡Lo que se aplica a la mujer también se aplica al varón!
3. Tenga usted cuidado con el pantalón corto y el pantalón demasiado ajustado. Hace poco cierta hermana me dijo que «las mujeres del mundo también miran a los hombres».
CONCLUSIÓN.
A. Cada creyente debe preguntarse: Según la palabra del Creador, ¿es «modesta» la clase de ropa que me pongo? ¿Es decente el bikini a la luz de estos principios bíblicos? ¿el bañador? ¿la minifalda? ¿el pantalón ajustado? ¿el pantalón corto? ¿el vestido transparente? etc.
B. Si el creyente puede estar de moda, y a la vez vestirse con modestia no hay ningún problema, pero no debemos olvidarnos de los principios bíblicos de la modestia para estar de moda. ¡CUIDADO!
C. OJO: Si un hombre llega a pensar mal al ver a una mujer vestida con modestia, entonces toda la culpa la tiene el hombre. Pero si un hombre llega a pensar mal al ver una mujer vestida de una forma no modesta, entonces los dos tienen la culpa. Si una mujer llega a pensar mal al ver a un hombre vestido con modestia, entonces toda la culpa la tiene la mujer. Si una mujer llega a pensar mal al ver a un hombre vestido de una forma no modesta, entonces los dos son culpables.
D. ¿Soy EJEMPLO o TROPIEZO? – Que sea yo ejemplo o tropiezo dependerá de mi actitud hacía mi prójimo. ¿Amo realmente a mi prójimo y me esfuerzo por no poner un tropiezo en su camino (Mt. 22:39; 18:7-9)? El creyente fiel no quiere hacer tropezar a ningún ser humano y por eso, tiene cuidado con todo lo que dice y hace.
Por Jerry Falk