¿Por qué será que todo lo que uno hace en sábado es malo ante el Todopoderoso? Me explico: Si uno recoge algo, o friega algún traste, [dicen que] uno está trabajando. Si uno no hace nada y se recuesta a descansar, [dicen que] uno no está haciendo nada por la obra. Pregunto cuál es el reposo que el Todopoderoso requiere, porque hasta ahora nadie puede explicarme con claridad qué es el verdadero reposo. —F. E., Santa Cruz, Islas Vírgenes.
Las palabras entre corchetes fueron añadidas a la pregunta por este servidor, porque percibo en la pregunta que lo que se objeta en realidad no es lo que requiere el Todopoderoso sino lo que los hombres dicen que Él requiere.
En el judaísmo tradicional (y también en algunas iglesias cristianas observadoras del sábado) se han elaborado unas listas de cosas que no se pueden hacer en sábado y cosas que se pueden hacer. Me parece que nos compete saber hacer una distinción entre las prohibiciones bíblicas y las prohibiciones humanas.
En algunos asuntos ambas están en armonía y con estos no hay problema. Por ejemplo: tanto los rabinos como los ministros sabatistas prohíben en sábado: trabajar en un empleo regular, comprar y vender, construir edificios, realizar los quehaceres cotidianos de la casa, etc. En esto tienen razón porque éstas son actividades que contradicen obviamente el principio del descanso sabático. En ciertos puntos es evidente que algunos exageran porque los rabanitas, por ejemplo, prohíben cargar un libro o un lápiz de la casa a la sinagoga, e incluso escribir.
Es claro que ponerse a descargar un camión en sábado viola el principio del reposo sabático, pero decir que cargar un libro es una violación del sábado, resulta exagerado y contra todo sentido. Además, la razón nos dice que no puede ser lo mismo ponerse a fregar una trastera que fregar un plato después de comer. No es obviamente lo mismo ponerse a mapear (o trapear) toda la casa en sábado que secar un poco de salsa que se derramó en el piso. En estas cuestiones el Creador nos dotó de un raciocinio inteligente para discernir la diferencia.
Por otro lado, algunos observadores del sábado salen en la tarde del sábado a visitar personas y distribuir literatura, a menudo a expensas de viajes largos y largas horas de esfuerzo agotador. Cuando terminan sus actividades misioneras al final del sábado están tan cansados como si hubieran estado ligando cemento. Cada cual tiene sus argumentos para defender lo suyo, pero no me parece que esas actividades sean consistentes con la observancia del reposo sabático.
¿Qué es lo que prohíbe la Toráh en sábado? Vamos a resumir:
1. En Éxodo 20:8-11 está el principio general: “No hagas en él obra alguna.” La palabra hebrea empleada aquí para “obra” es melakháh. Dicen los rabinos que esta palabra se refiere al tipo de tareas que se realizaban en el Templo de Jerusalem. Obviamente se refiere a cualquier trabajo servil, labor cansadora, u obra por compromiso, con paga o sin paga.
2. La Toráh añade luego un detalle sobre encender fuego, preparar alimentos y cocinar en sábado. Los judíos más observantes de la ortodoxia toman esto al pie de la letra y no encienden fuego ni cocinan en sábado; aunque pueden calentar una comida preparada de antemano en una pequeña llama que se haya dejado encendida desde el día anterior. Por otro lado, los judíos conservadores entienden que se puede utilizar una estufa eléctrica para calentar alimentos previamente cocinados, aduciendo que la electricidad no es fuego. Mientras que otros incluso cuecen comidas sencillas preparadas de antemano. Algunos son inconsistentes: por un lado prohíben acostarse a descansar en sábado mientras por otro lado encienden fuego y cocinan en sábado. ¿Cuál de las dos actividades está razonablemente más en armonía con el principio del descanso sabático?
3. Por otro lado, la Toráh no prohíbe explícitamente comprar y vender en sábado. Los rabinos distinguen entre tres tipos de prohibiciones: “detoráh “(de la Ley), “derabanán (de los rabinos), y “denebiím (de los profetas).” La prhibición de comprar y vender se considera una prohibición “denebiím,” ésta es una prohibición profética. En Nehemiah 13:15-21 el gobernador Nehemiah reprende al pueblo israelita por varias cosas, entre ellas por trabajar en los lagares durante el sábado y por traer mercancías para compra y venta en Jerusalem durante el sábado. Esa reprensión se da en el contexto de una gran reforma realizada por Esdras y Nehemiah tras el regreso del exilio en Babilonia. La reforma consistió en volver a la observancia de la Toráh. Por ende, se desprende que la prohibición de comprar y vender en sábado está incluida en el espíritu de la Toráh aunque no esté en la letra.
4. Los verdaderos adoradores (Juan 4:22-23) hacen bien en escuchar a los rabinos y seguir sus directrices cuando éstas emanan de una base bíblica razonable. Sin embargo, en cuanto a prohibiciones que se basan únicamente en la tradición, en razonamientos humanos, o en criterios estrechos, hacemos bien en usar nuestro juicio valorativo y actuar según nuestro entendimiento actual de las Escrituras. (Dije “actual” porque siempre hay algo que aprender en el futuro.)
5. El Mashíaj judío, Yahshua de Nazaret, Nos dejó un legado de interpretación de la Toráh que es digno de atesorar por todos los verdaderos adoradores. Estúdiese en detalle el relato del escritor judío Matityáhu (Mateo) para ver cómo el Rabino Yahshua enseñó que hacer el bien y sanar enfermos en sábado está en armonía con el principio del reposo sabático. Sin embargo él no se pasaba buscando enfermos en sábado para sanarlos. Los sanaba porque ellos venían a él y le pedían sanidad. Él no los rechazaba pero tampoco los buscaba. Esto nos debe enseñar una lección importante. Es apropiado, por ejemplo, ayudar a un prójimo a sacar su carro de un atolladero en sábado, pero eso es diferente de ir en busca de personas atolladas en sábado para ayudarlas a desatollar sus carros. ¿Ven? El principio es sencillo.
Pienso que hay muchos creyentes que necesitan estudiar los escritos rabínicos para aprender a respetar más y a observar mejor el sábado. Pero por otra parte hay muchos discípulos rabínicos que necesitan estudiar las enseñanzas del Rabino Yahshua para aprender a observar el sábado con el verdadero espíritu de la Toráh.
–José Alvarez