¿¿Dónde está el cadáver de Yeshúa??
EL CASO DE LA TUMBA VACIA
Por John Fischer
Los testigos de los sucesos que se relatan en el Nuevo Testamento conocían muy bien las circunstancias de la muerte de Yeshúa. Su cuerpo, de acuerdo con la costumbre judía de sepultura, fue envuelto en una sábana de lino. Como 100 libras de especias aromáticas mezcladas para formar una sustancia gomosa se le aplicaron a la envoltura que contendría su cuerpo.
Después de poner el cuerpo en una tumba labrada en la roca sólida, una rueda de roca extremadamente pesada fue rodada contra la entrada de la tumba. Grandes piedras que pesaban alrededor de dos toneladas eran normalmente rodadas (por medio de palancas) contra la entrada de la tumba.
Una guardia romana de combatientes estrictamente disciplinados fueron emplazados allí para guardar la tumba. El temor al castigo «producía inmaculada atención al deber, especialmente en las vigilias de la noche.» (119)
Aquella guardia romana fijó en la tumba el sello romano, señal de la autoridad y el poder romanos. (120) El sello romano que se puso allí tenía el propósito de evitar que se vandalizara el sepulcro. Cualquiera que tratada de remover la piedra de la entrada de la tumba habría roto el sello e incurrido así en la ira de la ley romana.
La tumba vacía
Pero después de tres días la tumba estaba vacía. Los seguidores de Yeshúa dijeron que él había resucitado de los muertos. Informaron que él se les había aparecido durante un período de 40 días, mostrándose a ellos por muchas «pruebas infalibles.» (121) El apóstol Pablo relata que Yeshúa se apareció a más de 500 de sus seguidores en una ocasión, la mayoría de los cuales estaban aún vivos y podían confirmar lo que escribió Pablo. (122)
La tumba vacía era «demasiado notoria como para ser negada.» Pablo Althus afirma que la resurrección «no se hubiera podido mantener el Jerusalem por un solo día, por una sola hora, si la vaciedad de la tumba no se hubiera establecido como un hecho para todos los concernidos» (123).
Las teorías presentadas para explicar la resurrección por causas naturales son muy débiles; en realidad ayudan a edificar la confianza en la verdad de la resurrección.
La tumba equivocada
Una teoría propuesta por Kirsopp Lake presume que las mujeres que informaron el cuerpo desaparecido fueron por error a la tumba equivocada. Si fue así, entonces los discípulos que fueron a cotejar el informe de las mujeres tienen que haber ido también a una tumba equivocada. Sin embargo, podemos estar seguros de que las autoridades judías, que pidieron que se pusiera una guardia romana en la tumba para evitar que se robaran el cuerpo, no se habrían podido equivocar en cuanto a la localización, no la guardia romana, ¡porque ellos estaban allí!
Si este fuera el caso, las autoridades judías no habrían perdido tiempo alguno en presentar el cuerpo sacado de la tumba apropiada, apagando así para siempre el rumor de una resurrección.
Otro intento de explicación reclama que las apariciones de Yeshúa después de la resurrección fueron ilusiones o alucinaciones. Sin la base de los principios psicológicos que gobiernan las apariencias de alucinaciones, esta teoría no coincide con la situación histórica. Otra vez: ¿Dónde estaba el verdadero cuerpo, y por qué no lo exhibieron?
La teoría del desmayo
Popularizada por Venturini hace varios siglos y citada a menudo hoy día, la teoría del desmayo dice que Yeshúa no murió realmente; simplemente se desmayó por el cansancio y la pérdida de sangre. Todos lo creyeron muerto, pero más tarde él fue despertado y los discípulos creyeron que había sido una resurrección.
El escéptico David Freidrich Strauss -un no creyente en la resurrección- le dio el golpe mortal a cualquier idea de que Yeshúa revivió de un desmayo:
«Es imposible que un ser que ha sido robado medio muerto del sepulcro, que se arrastraba débil y enfermo, necesitado de tratamiento médico, que requería vendajes, fortalecimiento e indulgencia, y que aún al fin cedía a sus sufrimientos, le hubiera podido dar a los discípulos la impresión de que era un Conquistador de la muerte y el sepulcro, el Príncipe de la Vida, impresión que yacía al fondo de su futuro ministerio. Una resucitación así solamente habría debilitado la impresión que él había hecho en ellos en vida y muerte, a lo más podía haberle dado una voz mortuoria, pero por ninguna posibilidad habría podido cambiar su tristeza en entusiasmo, y elevado su reverencia en adoración.» (124)
El Complot de la Pascua, de Hugh Schoenfield, da una versión moderna de la teoría del desmayo.
¿El cuerpo robado?
Ahora considere la teoría de que el cuerpo fue robado por los discípulos mientras la guardia dormía. (125) La descripción y la cobardía de los discípulos provee un argumento fuerte contra el hecho de que fueran tan valientes y atrevidos como para enfrentarse a un grupo de soldados en la tumba y robarse el cuerpo. No estaban en el humor de hacer nada como eso.
J.N.D. Anderson ha sido Decano de la facultad de derecho en la Universidad de Londres, Presidente del departamento de Ley Oriental en la Escuela de Estudios Orientales y Africanos, y Director del Instituto de Estudios Legales Avanzados en la Universidad de Londres. Comentando sobre la proposición de que los discípulos de Yeshúa se robaron el cuerpo, él dice:
«Esto suena totalmente contrario a todo lo que sabemos de ellos: su enseñanza ética, la calidad de sus vidas, su firmeza en el sufrimiento y la persecución. Tampoco comenzaría a explicar la dramática transformación de ellos, de escapistas pusilánimes y desanimados a testigos que ninguna oposición podía acallar.» (126)
La teoría de que las autoridades judías o romanas mudaron el cuerpo de Yeshúa no es una explicación más razonable para la tumba vacía que la que dice que fue robado por los discípulos. Si las autoridades tenían el cuerpo en su posesión o sabían dónde estaba, ¿por qué entonces no explicaron: “¡Esperen! Nosotros mudamos el cuerpo; Yeshúa no resucitó del sepulcro»?
Y si tal objeción fallaba, ¿por qué ellos no explicaron exactamente dónde pusieron su cuerpo? Si esto fallaba, ¿por qué ellos no recobraron el cuerpo, lo pusieron en un carro, y lo recorrieron por el centro de Jerusalem? Tal acción habría destruido el mensaje de la resurrección -¡no en la cuna sino el vientre!
El Dr. John Warwick Montgomery explica además: «Sobrepasa la credibilidad que los primeros…[seguidores de Yeshúa) hubieran podido fabricar semejante cuento y luego predicarlo entre aquéllos que fácilmente habrían podido refutarlo simplemente por medio de exhibir el cuerpo.» (127)
El profesor Thomas Arnlod, por 14 años el director de Rugby, autor de la famosa Historia de Roma, en tres volúmenes, y nombrado a la cátedra de Historia Moderna en Oxford, estaba bien relacionado con los valores de la evidencia al determinar hechos históricos. Este gran erudito dijo:
«He sido usado por muchos años para estudiar las historias de otros tiempos, y para examinar y pesar la evidencia de los que han escrito sobre ellos y no conozco de un solo hecho en la historia de la humanidad que haya sido probado por evidencias mejores y más plenas, de todas clases, para el entendimiento de un inquiridor justo, que la gran señal que nos ha dado Dios de que…(Yeshúa) murió y se levantó otra vez de la muerte.» (128)
Brooke Foss Westcott (1825-1901), un erudito inglés dijo: «Tomando toda la evidencia junta, no es demasiado decir que no hay ningún incidente histórico mejor y más variadamente apoyado que la resurrección. Nada sino la presunción previa de que tiene que haber sido falsa pudiera haber sugerido la idea de deficiencia en la prueba de ella.» (129)
El Dr. Paul L. Maier, profesor de historia antigua en la Universidad Occidental de Michigan, concluye que: «Si se pesa cuidadosa y justamente toda la evidencia, es ciertamente justificable, según los cánones de investigación histórica, concluir que la tumba en la que Jesús fue sepultado estaba en realidad vacía en la mañana de aquel domingo. Y ni una pizca de evidencia se ha descubierto aún en las fuentes literarias, en la epigrafía o en la arqueología, que despruebe esta afirmación.» (130)
Vidas cambiadas
Pero el testimonio más elocuente de todos tiene que ser el de las vidas de aquellos primeros discípulos. Tenemos que preguntarnos: ¿Qué los hizo ir por todas partes anunciando el mensaje del Mesías resucitado?
Su hubiera habido algún beneficio visible para ellos de sus esfuerzos -tales como prestigio, riqueza, estatus social aumentado o beneficios materiales- podríamos lógicamente tratar de explicar sus acciones, por su fiel y total fidelidad a su «Mesías resucitado.»
Como recompensa por sus esfuerzos, sin embargo, aquellos primeros discípulos fueron golpeados, apedreados hasta la muerte, echados a los leones, torturados, crucificados -todo método concebible se usó para evitar que aquellos hombres hablaran.
Sin embargo, ellos eran los más pacíficos de los hombres, que no forzaban sus creencias a nadie, sino que ciertamente pusieron sus vidas como la última prueba de su completa confianza en la verdad de su mensaje.
Un creyente en Yeshúa hoy día puede tener completa confianza, como la tuvieron aquellos primeros discípulos, de que su fe se basa, no simplemente en leyenda, sino el sólido hecho histórico del Mesías resucitado y la tumba vacía.
Más importante que nada, el creyente individual puede experimentar el poder del Mesías resucitado en su vida hoy. Primero que nada, puede saber que sus pecados han sido perdonados. (131) Segundo, puede tener la seguridad de la vida eterna y de su propia resurrección de la tumba (132) Tercero, Puede ser librado de una vida vacía y sin significado y ser transformado en una nueva criatura en Yeshúa. (133)
¿Cuál será su evaluación y decisión? ¿Qué piensa usted de la tumba vacía?