Cuestiones sobre el Nombre de YaHWéH
Cuestiones:
Una noción general del cristianismo es reconocer que hay “un” Elohim, al que llaman “Dios”, “Señor”, o “Jesús” (excepto los Testigos de Jehová), palabras que provienen del griego “Theos”, “Kurios” y “Iesous”, respectivamente. Sin embargo la mayoría, dice que el nombre no es importante, sino pensar que cuando se dice cualquier nombre, se refiera al mismo Ser Todopoderoso y Creador de todo. En otras palabras, no interesa con qué nombre lo llamas a tal Padre celestial, lo importante es creer que Él existe, y saber a quién te diriges, nada más.
Eso es el concepto del “ecumenismo” (sumado al amor), emparentado con el panteísmo. Esto es, Elohim todo en todo, único en todo, nombrado de cualquier manera; adorado o respetado de cualquier forma o según su religión; todo vale; hay libertad absoluta; cualquier camino es válido para llegar a Él.
Pero en realidad, eso es todo lo contrario de lo que exige nuestro Padre celestial desde la fundación del mundo, según las Escrituras Inspiradas.
Para empezar, cuando se dice que sólo hay Un Elohim, efectivamente hay UN ELOHIM, que significa PODEROSO, y no tiene ni dos, ni tres caras o manifestaciones. Lo que rompe la unidad es por causa de una influencia pagana de la cultura griega y romana que siempre estuvo lejos de YaHWéH.
En esto, en general los judíos fueron totalmente fieles a la declaración que deben repetir generalmente es sus vidas, tal como dice en Devarim/Deut.6.4:
«¡Shemá Yisrael! YaHWéH Elohénu, YaHWéH Ejad.»
«¡Oye Yisarel! YaHWéH nuestro Elohim, YaHWéH Uno (sólo) es.
Pero, ¿es el mismo Elohim de los judíos, y de los judíos mesíanicos o nazarenos (como los 1ros.discípulos del Mashíaj en el 1er.siglo), el mismo “Dios” de los cristianos, o de los islamitas, o de los budistas, u otra religión que haya?
En teoría, muchos cristianos dicen que sí. Pero luego aseguran los eruditos que su Dios ha dejado de lado el pueblo judío para tomar como nueva posesión el cristiano por haber asesinado al Mesías. Por ello, mucha gente sentencia que todos los judíos son «sinagogas de satán». Y aseguran que sólo aceptando a Jesús y la trinidad (o la igualdad Padre-Hijo), podrán tener la bendición del Dios que los abandonó. Pero lo cierto es que, los que dicen que “Dios” es para los dos pueblos igual, no conocen los fundamentos de su religión, en especial los católicos.
En pocas palabras, el cristianismo enseña que los judíos fueron desechados por “Dios” por haber matado a “Jesús”, su hijo. Esto significa según ellos que los judíos discípulos del Mesías, habían pasado de ser judíos a cristianos, es decir, seguidores de “Cristo”, o “Jesús”, o “Jesucristo”. Y no solo eso, sino que comenzaron a “bautizar” (palabra griega) en el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo; cuando en ninguna parte de la biblia los discípulos dan testimonio de ello, sino que sólo inmersaban, esto es, hacían tevilah en el nombre del Mashíaj, y lo versículos que utilizan para probar la doctrina están con seguridad agregados o tergiversados (tema que no se trata aquí en detalle).
Demás está decir que: alegar que “Dios” es lo mismo que “Jesús”, de parte de los cristianos, es creer en el dogma de la trinidad, doctrina que comenzó a gestarse en el siglo IV en la era Mesiánica, según votación en un concilio (Nicea 325) donde participaban un emperador romano, Constantino, organizador de todo, y supuestos iluminados por su “Dios”. Pero hoy en día también hay supuestos mesíanicos que quieren apartarse del cristianismo de cualquier manera, como respetando los nombres hebreos, pero continúan estando con ellos asegurando que YaHWéH es el mismo que su Hijo, y enseñando que la «Ejad» hebrea es una «unidad compuesta» por YaHWéH Mayor (el Padre), y YaHWéH Menor (el Hijo). Y defienden a muerte que no es lo mismo que la igualdad Padre-Hijo de la trinidad, porque «no son personas», sino «poderes distintos». Y luego, si no lo entiendes, te dicen lo mismo que los cristianos trinitarios: que es un misterio que debes aceptar sin razonar, porque no se puede comprender. Así de simple, te tienes que conformar con una orden, que ellos llaman «revelada» de lo alto.
Pero… ¿Es YaHWéH, el Elohim de los judíos ortodoxos, y de los judíos y no judíos del 1er.siglo reunidos bajo la misma fe y creencias en el Mashíaj judío (y que esperaban los judíos), el “Dios” de los cristianos que decidieron crear una religión nueva, con una doctrina pagana nueva de la trinidad, y otra fecha de Pascua distinta al Pésaj de los judíos en la que murió el Mashíaj, así como también decretar su nacimiento en una fecha incorrecta y que coincide con el vaneramiento de otros dioses, y finalmente desjudaizar toda creencia relacionada con lo judío en las Escrituras?
SI y NO.
SI, en primer lugar porque YaHWéH es el único Todopoderoso y no hay otro Creador y Padre Celestial que Él. Y en segundo lugar, en el sentido de querer la mayoría de los judíos ortodoxos por tradición y mala intepretación humana de la Toráh, ocultar el Nombre sagrado de YaHWéH con títulos como Adonay, Hashem, Elohim, y otros; tal como hacen exactamente los cristianos desde hace siglos llamándole “Dios”, “Señor”, y peor aún “Jesús”; incluso también los Testigos de Jehová, con un nombre totalmente deformado del original.
Porque, decir que el nombre de YaHWéH es lo mismo que “Dios” o “Jehová”, es una gran ignorancia entendible si nadie le explica que es como tal. Ignorancia que no es indiferente una vez que se toma conocimiento para salir de ella, ni siquiera creyendo en el verdadero Mashíaj cuyo nombre legítimo es Yahoshúa, que significa YaHWéH salva. Y cuando se permanece en dicha ignorancia, es muy probable que YaHWéH se aleje de aquellos, y no por invento de quien escribe, sino porque ya lo hizo con los judíos antes y advierte en las Escrituras que no hagamos lo mismo que ellos.
Fundamentos:
«Y Elohim le dijo además a Mosheh: “Así les hablarás a los yisraelitas:’ YHWH ( YaHWéH), el Elohim de sus padres, el Elohim de Avraham, y el Elohim de Yitsjaq, y el Elohim de Yaaqov, me ha enviado a ustedes.’ Este será mi nombre para siempre, éste es mi apelativo (memorial) por toda la eternidad.» Shemot/Ex.3:15 VIN de Yosef Aharoni.
Y vean la Biblia de Jerusalem, utilizada frecuentemente por los católicos. (nota: las pronunciaciones latinas correctas de las consonantes “Y” y “W” son: “i”; y “u” o “v”, respectivamente.
«Exo 3:15 Siguió Dios diciendo a Moisés: “Así dirás a los israelitas: ‘Yahveh, el Dios de vuestros padres, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac y el Dios de Jacob, me ha enviado a vosotros’. Este es mi nombre para siempre, por él seré invocado de generación en generación.”»
Por otra parte:
«No usarás a la ligera [o tendrás en vano, o como no importante] el nombre de YaHWéH tu Elohim, por YaHWéH no tendrá por inocente al que use su nombre en vano.» Exo 20:7
«No tomarás en falso el nombre de Yahveh, tu Dios; porque Yahveh no dejará sin castigo a quien toma su nombre en falso.» B.J.
En definitiva, tanto judíos ortodoxos influídos por enseñanzas tradicionales que contradicen la Toráh (instrucciones y enseñanzas de los 1ros. cinco libros de las Escrituras), como los cristianos y los testigos de Jehová influídos por antiguos eruditos con supuesta autoridad divina, fallan gravamente en cuanto a nombrar al Padre y Creador de todo, esto es, al que les exige profundo y sagrado respeto, tal como lo ha dejado claro YaHWéH en las Escrituras por medio de tantos profetas y lo advierte en uno de ellos:
«He oído lo que dijeron aquellos profetas que profetizan falsamente en mi nombre: «¡Tuve un sueño, tuve un sueño!» ¿Hasta cuándo estará en la mente de los profetas que profetizan falsedad -profetas de sus propias mentes engañosas- el plan de hacer que mi pueblo olvide mi nombre, por medio de sueños que se cuentan unos a otros, tal como sus padres olvidaron mi nombre por causa de Báal [«Señor«]? El profeta que tenga un sueño; y el que haya recibido mi palabra, que informe mi palabra con fidelidad. ¿Cómo se puede comparar la paja con el trigo? -declara YaHWéH. Miren, mi palabra es como fuego, y como el martillo que despedaza la roza.
Ciertamente, me voy a encargar de los profetas que hurtan mis palabras unos de otros -declara YaHWéH. Me voy a encargar de los profetas que menean la lengua y pretenden ser inspirados, -declara YaHWéH. Me voy a encargar de los que profetizan sueños mentirosos -declara YaHWéH, y los que cuentan para extraviar a mi pueblo con sus descaradas mentiras, cuando yo no los envié ni les mandé. Ningún bien le hacen a este pueblo -declara YaHWéH.» Yirmeyahu/Jeremías 23:25-32
¡Cuánta claridad hay en estas palabras! ¿Acaso no es contra aquellos judíos que quisieron ocultar su nombre? ¿Acaso también no es contra aquellos primeros cristianos que enseñaron a ocultarlo? La advertencia es por demás clara, y lo que YaHWéH no quiere está a la vista para siempre.
Incluso podemos ver en palabras de un erudito cristiano tan venerado por las autoridades de la Iglesia como Tomás de Aquino (1225-1274), que tenía en su mentalidad religiosa un sincretismo de creencias griegas (Platón y Aristóteles), respetaba falsos escritos (creía que escritos de un tal “Dionisio” llamado «pseudo Dionisio» del siglo V, eran de Dionisio que creyó a las prédicas de Shaúl en el Areópago de Atenas, Hechos 17:34), y le daba crédito a sus antepasados cristianos antes que a la Toráh; sin embargo podemos entrever una enseñananza más aceptable a la verdad dentro de sus contradicciones en su Suma Teológica el seguiente texto:
«1. El nombre El que es (Qui est), tanto por su origen –pues se toma del ser-, cuando porque connota tiempo presente, según hemos dicho, le conviene con más propiedad que el de Dios, aunque por razón de lo que significa, sea más propio el nombre de Dios, el cual se emplea para significar la naturaleza divina. Y más propio todavía, el nombre tetragrammaton (YHWH), impuesto para significar la substancia de Dios incomunicable, o, por decirlo así, singular.
2. El término bueno es el principal nombre de Dios en cuanto es causa, pero no en absoluto, pues en absoluto concebimos el ser antes que la causa.
3. No es preciso que todos los nombres divinos incluyan relación a las criaturas; es suficiente que se tomen de alguna de las prefecciones de Dios, de la primera de las cuales es el ser, del que toma el nombre, El que es.» Sum.Th., I, q.13, a.11.
Como verán, primero enuncia una gran verdad como nombre (El que es), que es lo que significa realmente el tetragrámaton hebreo (aunque significa más cosas), pero ese erudito dice que “por razón de lo que significa, sea más propio el nombre de Dios”, lo que en hebreo sería «Elohim», colaborando en ocultar sutilmente el Nombre en esa explicación. Y luego dice que el nombre hebreo fue “impuesto para significar la substancia de Dios incomunicable…”, dando a entender que no se puede saber ciertamente cómo es Elohim, sino sólo nombrarlo, pero incorrectamente porque es incomunicable.
Todo su filosofía ronda en confundir la mente humana para alejarla de la revelación de YaHWéH, quien fue claro en declarar (o imponer como dice el erudito) su Nombre a sus hijos. Y el Mashíaj Yahoshúa mismo, su Hijo, cuando predicó entre la gente dijo claramente:
«Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Yo les he dado a conocer tu nombre y se lo seguiré dando a conocer, para que el amor con que me has amado esté en ellos, y yo en ellos.» Yojanán/Juan 17:25
¿No es claro nuestro Mashíaj? ¿Acaso nos dio a conocer su nombre Dios?? ¿Es Dios un nombre, o un título, como Señor?? Y si se refiere realmente a su nombre verdadero, tal como dice Tomás, el que le conviene con más propiedad, pero más exactamente el que el Padre nos dio, entonces es el nombre YaHWéH. Y dijo también Yahoshúa: “y se lo seguiré dando a conocer…”, porque antes en el vers.24 dice: «Padre, quiero que donde yo esté, también estén conmigo aquellos que me has dado…». Y dado que desde el Tanaj (que es el conjunto de los Escritos Toráh, Neviim y Ketuvim, que llaman Ant.Test.), YaHWéH exige que respeten su Nombre verdadero, podemos concluir que tanto el Padre y su Hijo enseñan lo mismo y sin cambios para que YaHWéH cumpla con el pedido de su Hijo. ¿De otra manera será lo mismo?
Pero, NO es el mismo Elohim el de los judíos ortodoxos, el de los mesiánicos, el de los cristianos, el de los islamitas, etc…, justamente por la manera en que cada uno respeta a YaHWéH (si se refieren al mismo) y guarda sus mandamientos, además de tener a su Hijo en el corazón. Porque ni siquiera el Mashíaj Yahoshua (que no vino a cambiar la «Ley» [Toráh]) es el mismo que el «Cristo Jesús» (que enseña lo contrario y que es igual al Padre).
Porque, ¿qué dijo Yojanán/Juan, uno de los discípulos del Mashíaj?
«Todo el que cree que Yahoshúa es el Mashíaj ha nacido de Elohim, y todo aquel que ama al que engendró ama también al que ha nacido de él. En esto sabemos que amamos a los hijos de Elohim, cuando amamos a Elohim y guardamos sus mandamientos. Pues éste es el amor de Elohim: que guardemos sus mandamientos, y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que ha nacido de Elohim vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo: nuestra fe. ¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Yahoshúa es el Hijo de Elohim?» I Juan 5:1-5
La fe es nuestra victoria dice. Pero, ¿cualquier fe? ¿fe de cualquier manera que a cada uno le guste, como darle un nombre cualquiera a nuestro Padre celestial? No parecen enseñar eso las Escrituras, más bien, eso parece llevar a la revelión contra nuestro Padre y perder esa verdadera fe.
Y en otra parte dice:
«Amados, no crean en todo inspiración, sino prueben las inspiraciones, si son de Elohim. Porque muchos falsos profetas han salido al mundo. En esto conozcan el espíritu de Elohim: Toda inspiración que confiesa que Yahoshúa el Mashíaj ha venido en carne procede de Elohim, y toda inspiración que no confiesa a Yahoshúa no procede de Elohim. Este es el espíritu del antiMashíaj, del cual han oído que habría de venir, y que ahora ya está en el mundo. Hijitos, utedes son de Elohim, y los han vencidos a ellos, porque el que está en ustedes es mayor que el que está en el mundo. Ellos son del mundo; por eso, lo que hablan es del mundo, y el mundo los oye. Nosotros somos de Elohim, y el que conoce a Elohim nos oye; y el que no es de Elohim no nos oye. En esto conocemos el espíritu de la verdad y el espíritu del error.» I Juan 4:1-6
Fíjense cuántas cosas importantes dice ese párrafo. Probar las inspiraciones, algo fundamental, y no aceptar lo primero que nos enseñan para no caer en trampas por falsos profetas que Juan advierte que ya, en su época, habían salido al mundo; y no en estos últimos tiempos como muchos enseñaron. Confesar que el Mashíaj procede de Elohim [no que es Elohim], y en este punto muchos dicen que es lo mismo Yahoshúa y Jesús. Pero no son los mismos. Y para eso sirve lo que dice después, para diferenciar a la gente que enseña a uno y a otro, esto es, los que hablan de las cosas del mundo de los que no, porque estos últimos son de Elohim, y predican en espíritu verdadero teniendo fe en una vida futura y nueva, pero respetando en espíritu los mandamientos de Elohim, según el ejemplo de Yahoshúa el Mashíaj, que jamás cambió la Toráh («Ley»). Por eso es importantísimo el tema de los nombres, para no violar el mandamiento del respeto a los mismos. Por eso reevean bien sus creencias, para que no queden en el espíritu del error de falsos profetas, que aparecieron para cambiar todas las cosas ni bien murieron todos los discípulos, tal como estaba profetizado.
Finalmente dice Juan:
«No amen al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él; porque todo lo que hay en el mundo -los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la arrogancia de la vida- no proviene del Padre sino del mundo. Y el mundo está pasando, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Elohim permanece para siempre. Hijitos, ya es la última hora; y como oyeron que el antiMashíaj habría de venir, así también ahora han surgido muchos antiMashíaj. Por esto sabemos que es la última hora. Salieron de entre nosotros, pero no eran de los nuestros; porque si hubieran sido de los nuestros, habrían permanecido con nosotros. Pero salieron, para que fuera evidente que no todos eran de los nuestros.» I Juan 2:15-19
Ya ven, hacer la voluntad del Elohim YaHWéH y no seguir las enseñanzas de quienes salieron de entre los discípulos y cambiaron todo. Porque hay que hacer instropección en el camino de la fe y preguntarse si se está haciendo lo correcto, sobre todo cuando uno tropieza en la vida cotidiana, aunque también cuando todo está pacíficamente bien. Porque no será fácil el camino del amor al Mashíaj verdadero. Y si se está honrando un Mesías inventado, es muy probable que no se encuentre obstáculos, y eso no quiere decir que sea el verdadero con un nombre deformado del original. Una cosa es transliterar un nombre de un lenguaje a otro, pero otra cosa es deformarlo y creando otro nuevo.
«Pero todo el que invoque el nombre de YaHWéH escapará; porque habrá un remanente en el Monte Tsiyón y en Yerushalem, como prometió YaHWéH. Todo el que invoque a YaHWéH estará entre los sobrevivientes.» Yoel/Joel 3:5
Esta es una gran profecía para nuestro presente y futuro. «un remanente en el Monte Tsiyón y en Yerushalem» son todos aquellos que deciden respetar el verdadero Nombre de YaHWéH. Y no sólo eso, porque por carácter transitivo se debe respetar el verdadero nombre del Mashíaj, a saber: Yahoshúa, que significa «YaHWéH Salva«. Por eso tienen absoluto sentido las palabras de Kefas/Pedro en Hechos 4:12, «Y en ningún otro hay salvación, porque no se ha dado a los hombres debajo del cielo nombre en el cual podamos salvarnos.»
Y Shaúl/Pablo dice sobre el Mashíaj: «Por lo cual también Elohim lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre; para que en el nombre de Yahoshúa se doble toda rodilla de los que están en los cielos, en la tierra y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Yahoshúa el Mashíaj es Soberano, para gloria de YaHWéH el Padre.» Filip.2:9-11
Pero entiendan que «nombre que está sobre todo nombre», es exceptuado el del Padre, aunque el Nombre de YaHWéH está incluído en el del Mashíaj. Eso explica que no sólo alcanza respetar el Nombre de YaHWéH el Padre, sino también el del Hijo Yahoshúa para ser salvos.
Conclusión:
Hay muchos textos donde YaHWéH reclama el respeto absoluto de su Nombre, además de en el conocido mandamiento en Ex.20:7, como en Isaías 52:6, 42:8, 56:6-8; Salm.9:10, 91:14, 99:3, 145:21, 148:13; Malaq.3:16; Joel 3:5; Jeremías 33:2-3, 12:16; y muchos más. Ya vimos que el Mashíaj dió a conocer el Nombre de su Padre y dijo que lo seguirá dando a conocer, y ha heredado un nombre sobre todo nombre, que incluye el de su Padre.
Que haya por el mundo diferentes religiones con cada nombre para su elohim, no quiere decir que se refieran al mismo Elohim YaHWéH. Lo mismo pasa con el nombre del Mashíaj. Esto se debe a la estrecha relación que hay entre la manera de respetar los mandamientos originales y correctos bajo los nombres correctos, y respetar los mandamientos deformados, cambiados, tergiversados bajo los nombres incorrectos. Todo eso forma parte de señales como al costado del camino para darse cuenta uno si transita el camino correcto.
La gran importancia de los nombres correctos va más allá de todas las épocas. YaHWéH dió su nombre para siempre y como mandamiento que se lo respete, cosa que hizo perfectamente su Hijo Yahoshúa, dándolo a conocer. El Mashíaj no cambió nada en cuanto a este aspecto, al contrario, lo precisó y lo recordó. El Mashíaj enseñó el amor al prójimo, de eso nadie duda, pero dejó claro que nadie debe olvidarse del amor al Padre como el principal mandamiento. Y una de las principales formas de expresar amor a YaHWéH, es justamente, respetar su único Nombre.
Por otro lado, uno puede aceptar enseñanzas impuestas por personas que se atribuyen autoridad celestial y creer ciegamente en ellas, con el grave riesgo de transitar un camino erróneo, que detesta nuestro Padre celestial. Pero también se puede abrir los ojos del entendimiento y el espíritu para no caer o salir de esas trampas mentirosas, tal como en las que cayeron los judíos en su tiempo, y hoy nadie está exento de la posibilidad. Una de las maneras de caminar por la verdad es investigarlo todo, aprender sobre las enseñanzas de los enviados por el Mashíaj para difundir su palabra, pero preferentemente en el contexto cultural en que se produjo la aparición del Mashíaj, este es: el hebreo. Por eso es muy importante conocer los término y nombres hebreos, ya que no tienen la deformación del idioma griego o latino u otro. Investigar y estudiar la palabra de YaHWéH, porque es el alimento que necesitamos para vivir/caminar bien, tal como enseñó Yahoshúa: «Está escrito: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de YaHWéH.» Mat.4:4; Deut.8:3; Job 23:12.
YaHWéH los bendiga en el nombre de Yahoshúa el Mashíaj.
Bendito es el que viene en el Nombre de YaHWéH.
Gabriel de Santa Fe, Arg.