Trasfondo hebreo de las enseñanzas de Yeshúa
Aví Ben Mordekáy
(Bosquejo para un estudio más amplio)
Yeshúa conocía bien las Escrituras Hebreas y las costumbres hebreas y siempre vivió en armonía con la Ley de Yahwéh:
* Celebraba la Pascua – Mar. 14:12; Juan 13:1
* Asistía a la Fiesta de Cabañas – Juan 7:2,8,14
* Bendecía el pan y el vino – Mat. 26:26.27
* Aconsejó al leproso que curó que fuera al sacerdote – Mar. 1:44
Comparemos algunas de sus enseñanzas con pasajes similares en las Escrituras Hebreas y con los escritos rabínicos antiguos.
Mateo 19:24
El Talmud usa una expresión similar al referirse a los argumentos sutiles y finos de los eruditos de la academia Pumbedita:
“Tal vez ustedes son de Pumbedita,... donde ellos pasan un elefante por el ojo de una aguja.” (Baba Metzia 38b; Berakhót 55b.
Juan 3:16
Compare con Habakuk 2:4: “El justo vivirá por la fe.”
El Talmud (Makót 24ª) comenta sobre eso: “Fue Habakuk quien vino y los basó todos [los principios de justicia] en uno [principio], como dice, Pero el justo vivirá por la fe.”
Mateo 7:12
Compare con Lev. 19:17,18
El Talmud (Shabat 31ª) comenta: “Hilél ... le dijo: ‘Lo que es odioso para ti, no se lo hagas a tu prójimo: esa es toda la Toráh, mientras que el resto es el comentario de eso; ve y apréndelo.”
Mateo 5:17
Compare con Deut. 4:2:
El Talmud (Shabat 116b) comenta: “[Rabí Gamaliel]...Les dijo: ‘Miren al final del libro [de Moisés], donde está escrito, Yo no he venido a destruir la Ley de Moisés ni a añadir a la Ley de Moisés.”
Mateo 23:4
El Talmud se refiere a muchos de los fariseos como que estaban afligidos de “La plaga de los fariseos,” (Sota 22ª).
Mateo 23:3
Copare con Salmo 50:16,17
El Talmud (Yebamót 63b) comenta: “Ellos le dijeron a Ben Azái: ‘Algunos predican bien y algunos actúan bien; otros actúan bien pero no predican bien; ¡tú, sin embargo, predicas bien pero no actúas bien!”
Mateo 7:3
Compare con Proverbios 18:17
El Talmud (Baba Batrá 15b) comenta: “Si el juez le dijo a un hombre: ‘Saca la paja de entre tus dientes,’ él respondería: ‘Saca la viga de entre tus ojos’.”
También: “Rabí Tarfón dijo: ‘Me pregunto si hay alguien en esta generación que acepte corrección, porque si uno le dice: Quita la paja de entre tus ojos, él responde: ¡Quita la viga de entre tus ojos!” –Arakín 16b.
Mateo 5:18
Compare con Proverbios 30:6:
El Talmud (Sanhedrín 107ª) comenta: “Ni una sola yod puede eliminarse.”
Marcos 2:27
Compare con Exodo 23:12
El Talmud comenta: “El Sábado se te da a ti, pero tú no estás entregado al Sábado.” – Tratado Shabata, en Mekilta, vol. 3, pág. 198.
Mateo 7:2
Compare con Isaiah 32:8
El Talmud (Sotá 11ª) comenta: “Dijo Rabá: La Mishnáh debe entenderse así: Es lo mismo en conexión con el bien que hay la misma medida; sin embargo la medida en el caso del bien es mayor que la medida en el caso de castigo.”
Mateo 5:29
Compare con Eclesiastés 11:10
El Talmud (Nidá 13b) comenta: “‘Es preferible que se le abra el vientre y no que vaya al hoyo de destrucción’.”
Mateo 5:37
Compare con Eclesiastés 5:2,3
El Talmud (Shebuót 36ª) comenta: “ ‘No’ es un juramento; ‘Sí’ es un juramento ... Dijo Rabá: Pero sólo sí él dijo: ‘¡No! ¡No!’ dos veces; o si dijo: ‘¡Sí! ¡Sí!’ dos veces.”
Estos pasajes paralelos muestran la aprobación que dio Yeshúa a las enseñanzas rabínicas, así como a las Escrituras hebreas. El sólo les dio nuevas aplicaciones y las refraseó para embellecerlas más y hacerlas más comprensibles.
La tentación en el desierto
Matityáhu 4:1-11; Marcos 1:12-13; Lucas 4:1-13
Ya que sabemos que el Santo, bendito sea, se revela a todos los pueblos en el desierto, también se espera que los demonios se revelen en el desierto y lugares desolados. Para cada verdad buena y perfecta del Eterno usted puede hallar una falsificación.
“Sino la bestias salvajes del desierto yacerán allí; y su casas estarán llenas de criaturas siniestras y los buhos habitarán allí... y los sátiros danzarán allí” (Yeshayáhu 13:21). Véase también Yesha. 34:14; Luc. 8:29.
Bajo estas condiciones espirituales encontramos a hasatán (el Adversario) en el desierto confrontando a Yeshúa durante sus últimos cuarenta días y cuarenta noches (Mar. 1:13).
Esta confrontación no era nada nuevo para Yeshúa. Según la Agadá (historias) hebreas, hasatán había estado alrededor por mucho tiempo:
“Y mientras Abraham proseguía su camino con su hijo Isaac, vino Satán y se le apareció a Abraham en la figura de un hombre muy anciano, humilde y de espíritu contrito, y se le acercó a Abraham y le dijo: ‘¿Eres tonto o bruto, que le vas a hacer eso hoy a tu hijo único? Porque Elohim te dio un hijo en tus últimos días, en tu edad avanzada, ¿e irán y lo sacrificarás hoy siendo que él no cometió violencia, y ¿harás perecer de la tierra el alma de tu hijo? ¿No sabes y entiendes que eso no puede proceder del Señor? Porque el Señor no puede hacerle al hombre semejante mal sobre la tierra para decir: ‘Ve y sacrifica a tu hijo.’” Y Abraham oyó esto y supo que era la palabra de Satán que se empeñaba en apartarlo del camino de Yhwh, pero Abraham no hizo caso de la voz de Satán, y Abraham lo reprendió de modo que él se fue.” (Libro de Yashér, edición de 1840, pág. 60, secciones 25-28.)
Midrashím adicionales nos dicen que hasatán se le apareció a Sarah tratando de desanimarla en cuanto al bienestar de su hijo Yitsjáq. Más tarde confrontó a Iyóv (Job cap. 1), a Yehoshúa (Zac. 3:1), a Yeshúa (Mat. 4), a Kefá (Mat. 16:23), y en la tribulación al pueblo del Eterno (Rev. 12), a los que siguen al Eterno y Sus mandamientos en inamovible obediencia (Rev. 12:17; 14:12). En la tentación del Mesías en el desierto, hasatán atacó el mismo corazón de la fe en el Padre y de la obediencia a Su Palabra. Trató de poner tropiezo en el camino de Yeshúa:
“Si eres hijo de Elohim, di que estas piedras se conviertan en pan.”
Yeshúa respondió con una cita de Devarím (Deuteronomio) 8:3 diciendo:
“...no sólo de pan vive el hombre, sino que el hombre vive de toda palabra que sale de la boca de Elohim.”
En este pasaje, hay un doble significado para el pan. Sabemos que el pan es un artículo importante par nuestra supervivencia física. Pero el “pan” es también el alimento de la Toráh a medida que aprendemos de los antiguos eruditos de la Toráh en el judaísmo (Midrásh Rabáh, Éxodo 47:7).
Basados en la interpretación espiritual común del “pan” en el siglo primero, vemos a Yeshúa apoyando totalmente todas las enseñanzas de Nuestro Padre en el cielo, según se dieron a Moshé en el Monte Sináy.
Después de su tentación, hasatán lleva al Mesías al tope de la esquina sureste del Templo, un lugar al que se le llamaba el pináculo o “la piedra de los trompetistas.” Desde este lugar en el Templo, había como 280 pies (84 metros) hasta el suelo. Hasatán incitó a Yeshúa a arrojarse abajo citando la autoridad de Mizmór (Salmo) 91:11,12). Sin embargo, hasatán cometió un error fatal; citó el pasje fuera de contexto y dejó algo fuera: “Él dará a sus ángeles órdenes acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos.” Por consiguente, Yeshúa le respondió con una cita de Devarím 6:16.
¿qué está sucediendo aquí? En el judaísmo, aun cuando Elohim no puede ser tentado, sin embargo podemos tratar de dos maneras primarias: 1) no aceptando Sus palabras como verdad autorizada, y 2) citando unas pocas palabras de la Escritura fuera de contexto. Hacer cualquiera de estas dos cosas nos hace poner a Yhwh a prueba, y debemos evitar estas cosas a toda costa. En la cita errada que hizo hasatán de Mizmór (Salmo) 91:11-12, él dejó fuera la frase que promete que los ángeles de Elohim guardarán a uno en todos sus caminos. ¿Cuáles son estos “caminos”? en el judaísmo, los “caminos de Elohim2 se revelan en sus mandamientos a Israel (Yehoshúa 22:5)
Finalmente, en su tercera confrontación con Yeshúa, hasatán le ofreció al mesías gobierno mundial si solamente él se postraba y lo adoraba. Aquí es donde se pone interesante porque la palabra “adorar” se refiere a un poderoso concepto hebreo de servicio mediante la obediencia. La palabra hebrea para el “servicio religoso” a Elohim es avodáh (servicio mediante la obediencia a Sus mandamientos). Esta lleva el mismo peso de la palabra hebrea ovéd que intima adoración a Elohim como se explica en Devarím 13:4, y 2Crón. 7:19-20.
La adoración en el servicio de Yhwh y nuestro servicio se nota en nuestra observancia a Sus mandamientos. Tal vez ahora usted pueda ver lo que está haciendo hasatán con Yeshúa. Le está ofreciendo al Mesías una supuesta “bendición” de poder mundial a cambio de servicio religioso pero no de acuerdo a la Toráh. Sin embargo Yeshúa cita de Devarím 6:13: “Apártate Satán, porque está escrito: ‘A Yhwh tu Poderoso adorarás, y a él sólo servirás.’”
Aquí se puede ver el juego de palabras hebreas para adorar y servir. Nuestra obediencia a los mandamientos de Elohim es nuestra adoración que es por lo que recitamos diariamente el Shemá de Devarím 6:4.
Como “adoradores” del Santo, bendito sea, estamos también en su servicio, y por consiguiente, se nos instruye a amarlo por medio de obedecer Sus mandatos. Siendo que solamente podemos observar Sus mandamientos si los recordamos, por eso él nos manda atar como una señal sus palabras en nuestra mano (yad, que significa fuerza) y en nuestra frente. Esta señal se representa por lostefilím, también llamadas filacterias.
En el futuro cercano él convencerá a muchos más a darle avodáh por medio de tomar una marca de lealtad religiosa en la mano derecha o en la frente, una señal casi idéntica a la que Elohim mandó a su pueblo a usar en el servicio religioso Véase Revelación 13:16.
Atemos sus palabras de servicio (ovéd) amoroso y adoración (avodáh) en nuestros corazones y mentes. No nos dejemos persuadir a apartarnos de nuestro amante Padre celestial hacia un pretencioso. Todos podemos tratar de aprende cómo adorar apropiadamente a Elohim en el contexto del servicio mediante la Toráh que él nos dio.
(De Messiah: Understanding His Life and Teachings en Hebraic Context, páginas 143-148, por Avi Mordekhái., lévemente abreviado.)
Los pecados y la Enfermedad
Matityáhu 9:1-8; Marcos 2:1-12; Lucas 5:17-26
El entendimiento de la enfermedad y el padecimiento en el judaísmo produjo muchas opiniones de los antiguos eruditos en la Torah en el judaísmo. Algunos atribuían la enfermedad y el sufrimiento a una falta de generosidad (el "ojo malo") (Talmud, Babá Metsiá 107b). Otros veían las deformidades y enfermedades como el resultado de vivir en ignorancia de la Torah (Yojanán 9:22). En la literatura rabínica , una cosa queda clara: tanto la salud como la enfermedad emanan de la misma fuente divina, según se interpreta de estos pasajes en Devarím 32:39 y Shemót 15:26.
Primeramente, esto nos trae a la definición del Tanákh de lo que es hacer lo bueno (o lo malo). Hacer lo bueno (según la Biblia de Yeshúa) es observar los mandamientos de Elohim. Hacer lo malo es negar cualquier parte de esos mandamientos. Todo el mundo se queda corto en vivir según las leyes perfectas de Elohim pero esto no debería impedir a nadie el tratar. Más bien, se nos manda dar todo nuestro corazón al asunto de la obediencia a Su voluntad, siendo que la Alianza dada en el Monte Sináy fue para todas las generaciones de israelitas en todos los tiempos, de nuevo, deducido de Devarim 29:13-15.
Está más allá del alcance de este trabajo tratar en detalle los temas del pecado, la enfermedad, y el Mesías. Yo diría que Yeshúa pareció relacionar la enfermedad con el pecado (Yojanán 5:12-14), sin embargo fue considerado el gran sanador que perdona la maldad y sana el cuerpo de la enfermedad según se interpreta del Mizmór (Salmo) 103:1-3.
Es en el contexto de estas palabras que Yeshúa probo su autoridad en la tierra para sanar a un paralítico. En Matityáhu 9:2, Yeshúa le dijo al hombre que vino a ser curado de su parálisis: "Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados."
En respuesta a estas alarmantes palabras, algunos soferím (escribas) que conocían bien las Escrituras, comenzaron a cuestionar las palabras de Yeshúa, "en sus corazones." Así que Yeshúa les dijo: "¿Qué es más fácil: decirle al paralítico: 'Tus pecados te son perdonados,' o decirle: 'Levántate, toma tu camilla y anda'? Pues para que ustedes sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, (le dijo al paralítico): 'A tí te digo: Toma tu camilla y vete a tu casa.'" (Marcos 2:8-11).
Las palabras del Mesías ¡fueron tan precisas! Él no regresó a su afirmación original diciendo: "Ten ánimo, hijo, tus pecados te son perdonados." En lugar de eso, admitió tener plena autoridad celestial en la tierra para perdonar pecados. Para probarlo, afirmó: "A ti te digo: toma tu camilla y vete a tu casa." Por medio de sanar al hombre él estaba perdonando sus pecados y así concordando con la interpretación rabínica contemporánea de Mizmór 103:8.
Los soferím no podían argumentar contra lo que acababan de ver porque ellos conocían la Ley Oral y la Ley Escrita por Moisés y las enseñanzas rabínicas sobre este pasaje de HaTehilím (Los Salmos):
"R. Alexandrí dijo en el nombre de R. Hiyá b. Abba: Un hombre enfermo no se recobra de su enfermedad hasta que todos sus pecados le sean perdonados, como está escrito: Quien perdona todas tus iniquidades; quien sana todas tus enfermedades. R. Hamuná dijo: Él [entonces] retorna a los días de su juventud, porque está escrito: Su carne será más tierna que la de un niño; él retornará a los días de su juventud." (Talmud, tratado Nedarím 41a)
(Messiah: Understanding His Life and Teachings in Hebraic Context, (El Mesías: Entendiendo Su Vida y Enseñanzas en Contexto Hebraico), por Aví Ben Mordekáy, págs.164-166. Traducción de J. Alvarez.