Una explicación de Tito 2:13 y 2Pedro 1:1
Estos pasajes ameritan una explicación adecuada porque han sido erróneamente traducidos en muchas versiones cristianas de las Sagradas Escrituras. En la versión Reina-Valera, la más usada por los cristianos evangélicos, estos pasajes dicen:
“...aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.” Tito 2:13
“...por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo...” 2Pedro 1:1
De manera que cualquiera que lea esos pasajes concluye naturalmente que el Mesías es nuestro Salvador y también nuestro Dios. Sin embargo, cuando uno coteja el texto griego de donde se traducen las versiones cristianas, se da cuenta de que eso no es lo que dice el texto original. (No significa esto que creamos que el griego sea el texto original de los escritos apostólicos. Creemos que el texto original era en hebreo o arameo, pero el griego es el original del que se hacen las traducciones modernas.)
La traducción en base al texto arameo que hace el Dr. James Trimm, quien no es trinitario, y la versión The Sacred Scriptures, de las asambleas de Yahwéh, que no son trinitarias, no añaden nada nuevo al tema; ambas traducen estos pasajes erróneamente. Aparentemente el texto arameo tiene la misma ambivalencia que existe en el texto griego en cuanto a las frases en cuestión. Vamos a ver. Las frases en cuestión son en griego:
“toú megálou theoú kai sotéros jemón...” en Tito, y
“toú hemón kai sotéros iesoú jristoú...” en 2Pedro.
Después vamos a analizar lo que en verdad dice el texto griego, del cual se hicieron las traducciones españolas. Pero ahora quiero que vean otras versiones cristianas, que son trinitarias y que sin embargo traducen el texto de manera diferente:
Versiones correctas de Tito 2:13
The glory of the great God and our Savior Jesus Christ. — Good News Bible
La venida de Jesús Mesías, gloria del gran Dios y Salvador nuestro. — Nueva Biblia Española
The glorious denouncement of the great God and of Jesus Christ our Savior. —Phillips
La gloriosa manifestación del gran Dios y del Salvador nuestro Cristo Jesús. —Nuevo Mundo
Versiones correctas de 2 Pedro 1:1
Justificación conferida por Dios Padre y por el Salvador Jesucristo. —Fuenterrabía, margen
Con la justicia de nuestro Dios y del Salvador Jesucristo. —Valverde
La equidad de nuestro Dios y de Jesús el Mesías Salvador. —Nueva Biblia Española
The righteousness of Yahweh and our Savior Yahshua the Messiah. —Holy Name Bible
Por la justicia de nuestro Dios y del Salvador Jesucristo. —Nuevo Mundo
¿Se dan cuenta? Todas esas traducciones son hechas por traductores trinitarios (menos la del Nuevo Mundo que no es trinitaria), y sin embargo dejan claro un hecho indiscutible: que aquí se habla de dos personas no de una. Una persona es “nuestro Dios,” y otra persona es “nuestro Salvador Yahshua el Mesías.” Esto está muy claro en esas traducciones cristianas de la Biblia. Así que usar esos dos pasajes para decir que el Mesías es “nuestro Dios,” es incorrecto y no hace justicia al texto griego de donde se hacen las traducciones.
Pero todavía hay algo más importante. Tengo en mis manos dos versiones en hebreo de esos pasajes, que se basan en antiguos manuscritos hebreos o arameos, y las dos dan a entender, en hebreo, que se habla aquí de dos personas y no de una sola. Comparen las frases por ustedes mismos. En la versión hebrea del Doctor Delitzsch, publicada por la Agencia de Israel de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera, las frases dicen así (divididas en palabras para facilitar la comparación con la traducción interlineal):
Ulhofeát / kevód / elohénu / hagadol / umoshiénu / yeshúa / hamashíaj. (Tito 2:13)
Y-la-manifestación-de / gloria-de / Dios-nuestro / el grande / y-el-salvador-nuestro / Yeshúa / el-ungido.
Betsidqát / elohénu / umoshiénu / yeshúa / hamashíaj. (2Pedro 1:1)
En-justicia-de / Dios-nuestro / y-el-salvador-nuestro / Yeshúa / el ungido.
Ahora, los mismos pasajes tomados de la versión hebrea publicada por la Sociedad para la Distribución de Biblias a los Judíos:
Yigaláh / kevód / haelohénu / hagadól / veyeshúa / hamashíaj / moshiénu. (Tito 2:13)
Y-la-manifestación / gloria-de / el-Dios-nuestro / el grande / y-Yeshúa / el-ungido / el-salvador-nuestro.
Uvetsidqát / elohénu / umoshiénu / yeshúa / hamashíaj. (2Pedro 1:1)
Y-en-justicia-de / Dios-nuestro / y-el-salvador-nuestro / Yeshúa / el ungido.
Analicen esas dos versiones, y verán que en el hebreo se ve más claro el hecho de que se trata de dos personas distintas, una es “nuestro Dios” y la otra es “Yahshua el Ungido nuestro Salvador.”
Además, la gramática griega nos ofrece ejemplos de otros pasajes donde se usa una construcción similar y sin embargo en esos otros pasajes los traductores cristianos han hecho la misma diferencia que hacemos nosotros aquí. Lamento no tener ya una copia que perdí de la Gramática Analítica Griega, de Dana y Mantey. En esa obra erudita los autores explican, con lujo de detalles y con ejemplos, lo que les acabo de decir. Usted puede encontrar con una Concordancia varios ejemplos de esta rara construcción en los escritos apostólicos en versión griega (y en hebreo).
De manera, que en justicia, tenemos que decir que estos pasajes no enseñan que el Mesías sea “nuestro Dios,” como equivocadamente muestran muchas versiones cristianas.
Además, usemos también nuestra capacidad de razonamiento lógico: ¿Acaso un Dios todopoderoso puede tener un Dios? Siendo que la tal Persona sería el Dios Todopoderoso, ¿podría señalar a alguien y decir: “Ese es mi Dios?” La lógica, la razón, y el sentido común nos dicen que eso no puede ser. Sin embargo, tenemos muchos ejemplos en los escritos apostólicos en los que Yahshua se refiere al Padre, a Yahwéh, como “mi Dios.” (y no solamente cuando estaba en la tierra sino también después de ascender glorificado al cielo.) Véalo en su propia Biblia:
Antes de morir: Mat. 27:46.
Después de resucitar: Juan 20:17.
Después ascender y de sentarse en el cielo a la diestra del Padre: Apoc. 3:12.
Al igual que esto, podríamos analizar todos los pasajes que los trinitarios utilizan para apoyar el dogma católico de la trinidad y veríamos que no dicen lo que ellos quieren hacerlos decir. Pero dejamos el análisis aquí para no hacerlo muy extenso.
— Yosef Aharoni