Las Tres Partes de la Biblia
por el Rab Iehuda Levi
Los 24 Libros del Tanaj
Los Autores de los Libros del Tanaj y sus Respectivas Épocas
El Talmud nos enseña a apreciar la relación especial que nosotros, el pueblo judío, tenemos con la Biblia. En él está escrito: "Bendito es D'os Quien dio una Torá triple a su pueblo, que está compuesto por tres partes". Las palabras "una Torá triple" se refieren a las tres categorías de los libros sagrados en la Biblia: la Torá, los Profetas y las Escrituras. Esta es la razón por la cual nosotros llamamos a la Biblia "TaNaJ". La T es por Torá - los cinco libros de Moshé; la N es por Neviim - los Profetas; y la J es por Ketuvim - las Escrituras (la letra jaf en hebreo puede sonar como j o como k). "El pueblo que está compuesto por tres partes" se refiere al pueblo judío que están divididos en Cohanim (Sacerdotes), Leviim (Levitas), e Israelitas.
Las Tres Partes de la Biblia
Estas tres divisiones correspondientes a tres niveles de santidad no son coincidencia, sino que ellas implican una profunda conexión entre la Biblia y el pueblo judío. Los dos son interdependientes. A través del pueblo judío, la Biblia es percibida en este mundo. Al mismo tiempo, el pueblo judío es protegido por la Biblia.
Había una división similar en el Templo Sagrado. El Templo estaba dividido en tres áreas, cada una más sagrada que la que la precedía. Primero estaba el patio externo, el cual contenía el altar en el que se ofrecían los sacrificios. Luego estaba el santuario, en el que estaba el candelabro (menorá), el altar del incienso, y la mesa con los panes. Finalmente, estaba el Kodesh Hakodashim - el lugar más santo del Templo - en el que se encontraba sólo una cosa, el arca que contenía las Tablas de la Ley, que Moshé recibió en el Monte Sinai.
Muchas cosas en la Torá se relacionan con el número tres: hay tres divisiones en la Biblia, la Torá fue dada a los hijos de los tres patriarcas - Abraham, Itzjak e Iaacov - a través de tres hijos de Amram - Moshé, Aharón y Miriam. Además, fue dada en el tercer mes, y los judíos se prepararon tres días para recibirla.
El número tres es muy especial: Adam tuvo tres hijos, y toda la humanidad descendió de su tercer hijo, Shet; Moshé, el más grandioso de los tres hijos de Amram, también fue el tercero; Leví, el padre de los sacerdotes, fue el tercer hijo de Iaacov; hay tres rezos cada día: en la noche, en la mañana y en la tarde; los cohanim - sacerdotes - bendicen al pueblo con una bendición triple; y tanto Israel como los ángeles santifican a D'os mediante una alabanza triple: "Santo, Santo, Santo".
Hay también tres niveles de significado que están a disposición de todos en las palabras de la Biblia. Ellos son: un significado simple - peshat, el significado insinuado - remez, y el significado alegórico - drush. (Hay también un cuarto nivel, el significado secreto - sod, pero sólo los más sabios y piadosos tienen permitido profundizar en él).
La naturaleza triple de la Biblia también nos facilita el estudio de ella. Los rabinos dicen: "Una persona puede sólo aprender lo que su corazón desea". Si la persona no está interesada en algo, su mente no lo absorberá. Él escuchará pero no entenderá y al día siguiente se olvidará de todo lo que ha estudiado. Si la persona verdaderamente quiere aprender Torá, entonces, él debe prepararse a sí mismo para encontrar un área de estudio que le interese. Si la Torá fuera muy pequeña, o fuese toda igual, entonces sería muy difícil, pues lo que una persona encuentra interesante, no lo es para la otra y lo que ella encuentra interesante un día, puede no encontrarlo atractivo al día siguiente.
Es por eso que D'os nos dio una Torá que es amplia y variada y se puede entender en tres niveles; tiene algo para todo el mundo, en todo momento. Este es uno de los significados de las palabras del Talmud que dice:
"Rabí Janania ben Akashia dice: D'os le quiso dar a Israel la oportunidad de obtener mucho mérito, y es por eso que Él les dio muchas enseñanzas y muchos mandamientos, así como está escrito: 'D'os desea que él sea recto, entonces Él hizo la Torá grande e imponente'" (Isaías 42:21).
Los 24 Libros del Tanaj
Los libros de la Biblia son conocidos como los "veinticuatro libros de las Escrituras", pero si tú los cuentas encontrarás que hay veinticinco realmente.
La primera sección, la Torá, consiste en los cinco libros de Moshé.
La segunda sección consiste de ocho libros conocidos como los Profetas. Los primeros cuatro libros de esta sección son los primeros profetas: Iehoshúa, Shofetim, Shemuel y Melajim. Los libros de Shemuel y Melajim son tan largos que fueron divididos en dos secciones, pero esto sólo fue un asunto de practicidad y se siguen contando como un libro cada uno. Los cuatro libros restantes son los últimos profetas: Ieshaiahu, Irmiahu, Iejezkel y los Teré Asar (una recopilación de doce libros de profetas, que por ser muy cortos han sido reunidos formando un solo libro. Estos son los doce libros: 1) Hoshea - Oseas, 2) Ioel - Joel, 3) Amós, 4) Ovadiá - Abdías, 5) Ioná - Jonás, 6) Mijá - Miqueas, 7) Najum - Nahum, 8) Jabakuk - Habacuc, 9) Tzefaniá - Sofonías, 10) Jagái - Ageo, 11) Zejariá - Zacarías, 12) Malají - Malaquías).
Las Escrituras están compuestas por doce libros. Ellos son: las cinco meguilot (rollos): Shir Hashirim, Kohelet, Rut, Ejá y Ester; los libros de Iob, Mishlé y Tehilim; y finalmente están los libros de Daniel, Ezrá, Nejemiá y Crónicas. Así como los libros de Shemuel y Melajim, Crónicas está dividido en dos secciones, pero se considera un solo libro. Entonces llegamos a un total de 25 libros.
Sin embargo, en tiempos pretéritos, el libro de Nejemiá era considerado parte del libro de Ezrá. Ambos se refieren al mismo período - el tiempo del regreso de los judíos de Babilonia y la reconstrucción del Segundo Templo de Jerusalem. Ellos realmente son dos libros, así como los consideramos actualmente: uno fue escrito por Ezrá, quien fue el líder espiritual de su generación, y el otro por Nejemiá, quien fue el líder comunal.
Pero Nejemiá escribió dos cosas en su libro que los Rabinos no aprobaron. Primero, él escribió: "Recuérdame, D'os, para bien!" (Nejemiá 5:19) y no fue considerado apropiado que un gran hombre como él aparezca pidiéndole a D'os que lo recompense por sus buenas acciones. Él también criticó a los líderes que lo precedieron diciendo que ellos habían exigido demasiado de las personas, pero él no había hecho eso porque era piadoso y temeroso de D'os. A pesar de que todo lo que él dijo era verdad, no era correcto que él se eleve a sí mismo señalando los defectos que los otros tenían, y es por eso que los Rabinos se negaron a honrarlo acreditándole un libro propio. Por esta razón ellos incluyeron su libro junto con el libro de Ezrá, y a pesar de que hoy nosotros los consideramos como dos libros, los contamos como uno solo.
Los Autores de los Libros del Tanaj y sus Respectivas Épocas
Hablando ampliamente, los libros de la Biblia cubren tres períodos de la historia judía. El primero es el período anterior a que los judíos entren a la Tierra Sagrada (los cinco libros de Moshé). El segundo, es el período en el cual ellos vivieron en la Tierra Sagrada hasta el exilio babilónico (los Profetas). El tercero es el período del exilio y la subsecuente reconstrucción del Templo, relatada en varios libros de los Ketuvim. Durante este último período, la Tierra Sagrada no pudo ser llamada la Tierra de Israel, pues el pueblo judío estaba bajo el dominio de los persas
Los cinco libros de la Torá fueron escritos por Moshé Rabenu. Ellos fueron escritos con el nivel más alto de profecía que un ser humano puede alcanzar. (Hay quienes opinan que los últimos ocho versículos de la Torá, que describen la muerte de Moshé, también fueron escritos por él; pero otros dicen que Iehoshúa los escribió).
Los libros de Iehoshúa, Shofetim, Shemuel y Melajim cronológicamente son la continuación de los cinco libros de Moshé - y el período de los últimos cuatro profetas se superpone con el final del período histórico cubierto por el libro de Melajim.
Iehoshúa Bin Nun, el sucesor de Moshé en el liderazgo delpueblo, escribió la mayoría del libro de Iehoshúa con excepción de los últimos versículos, que describen su muerte y la muerte de Elazar, el hijo de Aharón Hacohén.
Shemuel escribió el libro de los Shofetim (los Jueces) y el comienzo de su libro - que fue terminado por Gad y Natan, quienes eran profetas en el tiempo del rey David.
Los cuatro últimos profetas no fueron dispuestos en un orden cronológico estricto, pues el profeta Hoshea (cuyo libro es uno de los doce profetas menores), realmente precedió al profeta Ieshaiahu.
Los libros de Melajim e Irmiahu fueron escritos por el profeta Irmiahu. Ieshaiahu, por otro lado, no escribió siquiera sus propias profecías. Los profetas sólo registraron sus revelaciones a edad avanzada, pero Ieshaiahu fue asesinado por el malvado rey Menashé antes de tener la oportunidad de escribirlas, y sus profecías fueron escritas por los seguidores del rey Jizkiá, después de la muerte del profeta.
El libro del profeta Iejezkel fue escrito por los Sabios de la Gran Asamblea.
Las Escrituras fueron ordenadas después de los libros de los Profetas. Ellas no fueron escritas mediante la profecía (nevuá), sino con un nivel más bajo de inspiración Divina (ruaj hakodesh).
El libro de Tehilim fue compilado por el rey David. Algunos de los salmos fueron escritos por David, otros por sus contemporáneos y otros por profetas de generaciones anteriores como Adam y Moshé.
Luego tenemos el libro de Mishlé - los Proverbios del rey Shelomó.
Después figura el libro de Iob, quien es atribuido a la autoría de Moshé Rabenu.
Luego aparecen las cinco meguilot ordenadas de acuerdo al orden de su lectura durante el año: Shir Hashirim - compuesta por el rey Shelomó - que es leída en Pesaj; Rut - compuesta por el profeta Shemuel - que es leída en Shavuot; Ejá - compuesta por el profeta Irmiahu - que es leída en Tishá BeAv; Kohelet - compuesta también por el rey Shelomó - que es leída en Sucot; y por último el libro de Ester - compuesto por los Sabios de la Gran Asamblea - que es leído en Purim.
Los libros que restan son: Daniel, Ezrá y Nejemiá - que están ordenados cronológicamente - y el último libro del Tanaj, Crónicas, cubre todo el período de la historia del mundo, desde el primer hombre hasta el decreto del rey Ciro de Persia de reconstruir el Templo, el cual marcó el final del exilio babilónico.
Estos libros fueron escritos por los miembros de la Gran Asamblea en el tiempo del regreso del exilio babilonio y la reconstrucción del Templo. El más grande de estos líderes fue Ezrá, el sofer. Él escribió el libro de Ezrá y la mayor parte de Crónicas, que fue terminado por Nejemiá.
Cuando el Templo estaba en pie, los sacrificios y los otros servicios eran la expiación por los pecados del pueblo judío. Después de la destrucción del Templo, el estudio de la Biblia tomó su lugar. A pesar de que ella no puede realmente ser igualada al servicio del Templo, de todas maneras ella sirve como una expiación para nosotros hoy en día, así como dice D'os: "Yo pongo Mi Torá en medio de ustedes… pues perdonaré sus pecados" (Jeremías 31:32-33), y fue por el mérito del estudio del Tanaj que los judíos fueron redimidos del exilio babilónico y fueron merecedores de ver la reconstrucción del Templo Sagrado.
Cuando el Segundo Templo fue destruido, la Biblia otra vez tomó su lugar, protegiendo a los judíos en el exilio donde sea que estaban.
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