¿Enseña Pablo la adoración dominical?
Fue temprano en enero cuando finalmente fui con mi vecino a los servicios de adoración en domingo. Después de escuchar la liturgia y oír un sencillo sermón sobre la fe y la creencia, se le pidió a todos los miembros que fueran a una mesa en la parte trasera del santuario y escogieran su caja de sobres para el año nuevo. Eran fáciles de hallar, todas arregladas en orden alfabético.
De camino a casa en su auto, uno de los niños me haló por la manga y me pasó un sobre color pastel de la caja, preguntando: “¿No son bonitos?” Ciertamente eran coloridos. Escritas en letras doradas estaban las palabras: “Sobres de Mayordomía para Cada Domingo del Año.”
Obviamente estaban ofreciendo sobres destinados para el plato de colectas de cada domingo. En cada sobre estaba escrito el siguiente versículo: “El primer día de la semana cada uno aparte según [Yahwéh] lo haya prosperado, para que no haya colectas cuando yo vaya,” 1Corintios 16:2.
Al notar que yo examinaba el sobre, mi amigo comentó: “Eso lo hace bastante claro, ¿verdad?, que tenemos que colectar el primer día de la semana.” En eso mi amigo se detuvo en la esquina y, tras intercambiar una grata despedida, me dejó salir.
Mientras él se alejaba yo ponderaba el significado del versículo. De ningún modo establecía el primer día de la semana como día de adoración. Sin embargo muchas iglesias afirman que por cuanto este verso aparentemente ordena que se dé una ofrenda el primer día de la semana, el domingo es un día de adoración.
Aquí hay un ejemplo de “texto de prueba,” donde primero se establece una doctrina y luego, después de una investigación, se presenta un verso para probar la hipótesis. Procedamos a examinar este pasaje que se usa para mostrar que el domingo es el día de reposo del Nuevo Testamento.
El previo versículo 1 dice: “Ahora, en cuanto a la colecta para los santos, como he ordenado a las asambleas de Galacia, así hagan ustedes.”
La palabra colecta en este pasaje en la Concordancia de Strong No. 3048, es loguia, y se traduce ya como reunión ya como colecta. No es una ofrenda. Pablo habla aquí de una colecta para los santos, los hermanos, el cuerpo de creyentes –no para el templo.
Esto no es un diezmo, lo cual es santo para Yahweh. Ni es una colecta a usarse para proclamar la Buena Nueva o para ayudar en alcanzar a otros. Es una colecta para darla a los santos, por una buena razón.
El foco es el hambre
Un cuidadoso análisis muestra que estaba en progreso una hambruna en Judea, la cual habían predicho los profetas, junto con Agabo: “Y en esos días vinieron unos profetas de Jerusalem...” (Hechos 11:27-28)
Aparentemente el hambruna fue especialmente fuerte en Judea y los alrededores de Jerusalem. La falta de alimento es, por supuesto, el problema en una hambruna, y los hermanos de Antioquía decidieron enviar alimentos para ayudar a los santos en Judea. Tal vez en su generosidad aquellos creyentes gentiles de Antioquía estaban expresando su gratitud por el conocimiento de Yahweh y el Evangelio de Yahshua que les dio la asamblea judía que ahora sufría en Jerusalem.
Continuemos con otros eventos relativos a 1Corintios 16:12: “Entonces los discípulos....” Hechos 11:29-30. Ahora los discípulos mismos se ocupan de ayudar lo mejor posible a sus hermanos que padecen hambre.
Pablo en 1Corintios 16 urge también a los hermanos en Corinto a que aparten cosas de comer para los santos pobres en Jerusalem. Algunas traducciones asumen que la “colecta para los santos” significa dinero. Sin embargo el “alivio” que se iba a enviar por causa del hambre es más probable que haya sido una colecta de frutas, cebada, trigo, nueces, dátiles, higos, queso, pasas, y otros alimentos comunes del área.
Recoger alimentos requiere tiempo
Leamos el pasaje crítico de nuevo: “El primer día de la semana cada cual aparte por sí, según
[Yahweh] le haya prosperado, para que no se hagan colectas cuando yo llegue” (1Cor. 16:2).
Pablo les pide a los hermanos corintios que colecten cosas de comer y las aparten en casa. No se dice nada sobre reunirse en adoración, y la adoración no se menciona, ni siquiera se implica. Ellos debían simplemente “almacenar” en casa los alimentos y otros artículos en los que hubieren prosperado y que pudieran compartir para aliviar la carga de los santos en Jerusalem plagados por el hambre.
Habría sido pesado y lento para los hermanos ir por ahí alrededor tratando de colectar todas las cosas de comer con Pablo parado en la puerta para recibirlas. Los cereales en grano se podían poner en envases, como los higos, pasas, otros alimentos disponibles en Corinto. Pablo explicó que sería mejor tenerlos empacados, apartados, y listos para llevar, de modo que los emisarios pudieran recogerlos al principio de la semana y llevarlo a Judea.
Este verso 2 ha sido muy mal traducido. La palabra “día” no está en el texto, y aparece en itálicas en algunas Biblias. Dice simplemente: “En el primero de la semana...” Se les dice que aparten las cosas de comer, sea en domingo, lunes, o hasta martes, evitando así cualquier apuro de última hora cuando llegue Pablo.
No se trata de dinero
Normalmente no se “recoge” dinero. El dinero y las monedas ordinariamente se guardaban en la casa, ya “recogidos” en un lugar seguro;
El primer día de la semana es buen tiempo para recoger el alivio y ponerlo en un lado, porque los corintios habrían de observar el reposo en el séptimo día según las enseñanzas de Pablo, (Hech. 18:4, 21). El anuncio del ruego de los hermanos judeanos y sus necesidades durante el tiempo de hambre se compartiría durante las reuniones del sábado.
La NIV erróneamente traduce: “ El primer día de cada semana, cada cual debe apartar una suma de dinero...” la palabra griega para dinero (5536, jrema; 694 argurion; 2772 kerma) no aparece en ningún lugar en todo este capítulo. Se trata de un alivio para los santos atacados del hambre.
El verso siguiente dice: “Y cuando yo llegue...” (1Cor. 16:3). La palabra “liberalidad no se considera generalmente como una ofrenda para la obra de Yahweh en proclamar la Buena Nueva. Es el número 5485 en Strong, járis, que significa gracia, gratificante, la influencia divina en el corazón. “Liberalidad” aquí es un don de los hermanos gentiles para los que sufrían en Jerusalem, dado del corazón por un profundo amor a los hermanos.
7“Cualquiera” y “ellos” muestra que a un número de hermanos se les requiere traer los artículos de alivio a Jerusalem, como una caravana que lleva cosas de comer.
Pablo comparte su enseñanza con los hermanos corintios de que el que siembra escasamente cosechará escasamente, luego pasa a reprender el egoísmo y urgir a todos a ser generosos. “Porque la administración del servicio no sólo suple la carestía de los santos, sino que es abundante también en muchas acciones de gracias para [Elohím].”
Este es el mismo mensaje que les dio a los hermanos gálatas: “...” (Gál 2:10).
Ahora Pablo va hacia Jerusalem a ver a los hermanos, llevando consigo los artículos colectados para ayudarlos a sostenerse durante la hambruna: “...” (Rom. 15:25-26).
Aquellos gentiles habían aprendido la verdad de Yahweh de parte de los judíos en Jerusalem, y era solamente apropiado y adecuado que en su gratitud les pagaran a los hermanos por aquel entendimiento en su hora de necesidad física.
“Le ha placido...” (Rom. 15:27-28).
Un ejemplo de altruismo
Obviamente, por un examen cuidadoso vemos que 1 Corintios 16:1-4 se ha torcido para justificar la observancia del domingo. De hecho, no tiene ese significado en absoluto. Se nos da para mostrar que debemos tener amor por los hermanos y ser una ayuda para los que están en necesidad.
Pablo evidentemente escribió este pasaje como un ejemplo del “fruto” de los gentiles que Pablo alegremente entregó. Por este ejemplo de dar altruista se nos anima, según leemos el consejo de Pablo a los hermanos gálatas:
“... “ (Gal. 6:10). No hallamos ningún mandato ni indicación en ninguna parte del Antiguo o Nuevo Testamento de que el día de reposo en el que hemos de adorar a Yahweh haya sido cambiado. Todavía es el séptimo día de la semana conocido como sábado.. Ha estado en efecto desde la misma creación, cuando Yahweh reposó y bendijo al séptimo día:
“...” (Gén. 2:2, 3).
Confesiones sobre el domingo
Las siguientes autoridades de la iglesia y la cristiandad reconocen que el sábado es la observancia original y correcta, y no el primer día de la semana:
• “Hubo y hay un mandamiento para santificar el séptimo día, pero el día de reposo no era el domingo... Se dirá, sin embargo, y con alguna muestra de triunfo, que el día de reposo fue transferido del séptimo día al primer día de la semana... ¿Dónde puede hallarse el registro de semejante transferencia? No en el Nuevo Testamento” –Dr. Edward Hiscox, autor de The Baptist Manual.
• “De esta misma iglesia católica ustedes han aceptado su domingo, y ese domingo, como día del Señor, ella lo ha transmitido como una tradición; y el entero mundo protestante lo habría aceptado como tradición porque ustedes no tienen ni una jota de la Escritura para establecerlo. Por lo tanto lo que ustedes han aceptado como su regla de fe, inadecuada como es, por supuesto, así como su domingo, ustedes lo han aceptado sobre la autoridad de la Iglesia Católica Romana” –D. B. Ray, The Papal Controversy.
• “En ninguna parte de la Biblia encontramos que [Yahshua] o los apóstoles hayan ordenado que el día de reposo se cambiara del sábado al domingo. Tenemos el mandamiento de [Yahweh] dado a Moisés para santificar el Día de Reposo, o sea el séptimo día de la semana, sábado. Hoy día la mayoría de los cristianos observan el domingo porque se nos ha revelado por la iglesia [romana] fuera de la Biblia” –Catholic Virginian, Oct. 3, 1947.
• “Ellos [los católicos] se refieren al día de reposo como que ha sido cambiado al Día del Señor, contrario al Decálogo (los Diez Mandamientos) como parece. Tampoco hay ahí un ejemplo de que hagan más que en el cambio del día de reposo. El domingo no se celebra en la cristiandad por mandamiento [de Yahweh]. Grande, dicen ellos, es el poder de la Iglesia, ya que ha dispensado de uno de los Diez Mandamientos” –Augsburg Confession, art. 28, p. 24.
• “Repetidamente he ofrecido $1,000 a cualquiera que pueda probarme por la Biblia sola que estoy obligado a santificar el domingo. No hay tal ley en la Biblia. Es una ley de la santa Iglesia Católica solamente. La Biblia dice: ‘Acuérdate del sábado para santificarlo.’ La Iglesia Católica dice: ‘No. Por mi poder divino yo derogo el día sábado y les mando a observar el primer día de la semana.’ Y he aquí, todo el mundo civilizado se postra en reverente obediencia al mandamiento de la santa Iglesia católica.” –T. Enright, CSSR, en un discurso en 1884.
• “La ley moral contenida en los Diez Mandamientos, y apoyada por los profetas, él [Yahshua] no la eliminó. No fue el designio de su venida revocar ninguna parte de ésta. Esta es una ley que nunca puede quebrantarse... Cada parte de esta ley debe permanecer en vigor sobre toda la humanidad y para todos los siglos, sin depender ni de tiempo ni de lugar, ni de ninguna otra circunstancia sujeta a cambio, sino en la naturaleza de [Yahweh] y la naturaleza del hombre, y la inmutable relación entre una y otra.” –John Wesley, Sermones sobre Diversas Ocasiones, Vol. 1, No. 25.
• “Siendo imperativo eliminar la superstición, el día santo judío fue abolido y como cosa necesaria para mantener la decencia, el orden, y la paz en la iglesia... los cristianos primitivos sustituyeron lo que llamamos el Día del Señor en lugar del sábado.” –John Calvino, Instituciones de la Religión Cristiana, 1, p. 343.
EL SÁBADO EN EL REINO
La Palabra de Yahweh dice que el sábado que Yahweh inauguró en la creación se observará por Yahshua cuando él establezca su reino aquí en la tierra: “Y sucederá que de luna nueva en luna nueva y de sábado en sábado vendrá toda carne a adorar delante de mí, dice Yahweh.” (Isa. 66:23).
Miqueas dice que la ley de Yahweh saldrá de Jerusalem, lo cual ciertamente incluye los sábados semanales y los anuales, cuando las gentes vayan a Jerusalem a adorar a Yahweh: “Pero en los postreros días sucederá que el monte de la casa de Yahweh se establecerá sobre los montes, y los pueblos acudirán a él. Y vendrán muchas naciones y dirán: ‘Vengan, subamos al monte de Yahweh y a la casa del Elohim de Jacob; y él nos enseñará en sus caminos, y caminaremos en sus sendas; porque de Sión saldrá la ley y de Jerusalem la palabra de Yahweh.” (Mal. 4:1, 2). Véase también Isaías 2, Ezequiel 46:3; 44:23-24
Ezequiel dice que los sábados son una señal de que somos el pueblo de Yahweh: “Además, les di mis sábados para que fuesen señal entre mí y ellos, para que sepan que yo soy Yahweh que los santifico.” (Eze. 20:12. Véase también los versos 20-21).
¿Está usted observando todos los sábados de Yahweh que lo distinguen a usted para Su santo propósito? El sábado es la señal que él dio para su santificación –lo que significa ser apartado por amor a él.
El verso en 1 Corintios 16 de ninguna manera enseña que hubo un cambio de sábado a domingo, como alegan algunos. Más bien, se le debe dar atención al meollo del mensaje de Pablo. Él les trae a la memoria a los diversos hermanos gentiles en Corinto y otros lugares su obligación de apoyar a los hermanos de Jerusalem que fueron responsables de traerles la Buena Nueva del Reino venidero. Esa responsabilidad continúa con su pueblo hoy día. Todos tenemos un deber que cumplir.
“Porque si los gentiles han sido hechos partícipes de sus cosas espirituales, su deber es también ministrarles en las cosas carnales.” (Rom. 15:27)
La lección de este relato en 1 Corintios 16 es clara. Cada persona en el Cuerpo del Mesías es responsable de ser una ayuda cuando surge la necesidad entre los hermanos. Lo que erróneamente se cita como justificación para la observancia del domingo es simplemente una lección sobre compartir y ocuparse de los hermanos necesitados.
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